Panamá La Vieja, 490 años de historia
Después de siglos y hermosos vaivenes que surcan en la historia de nuestro país, las ruinas de Panamá Viejo se han convertido en un monumento que enriquece la curiosidad de propios y extraños que en el diario vivir, visitan este hermoso monumento que celebra sus 490 años de historia.
Fue un 15 de agosto de 1519 que este poblado por órdenes pronunciadas del rey Carlos V de España, al entonces gobernador del istmo Pedro Arias de Ávila o Pedrarias, culminó la tarea a él encomendada de encontrar un sitio apropiado en el litoral pacífico donde establecer una ciudad que se convirtiera en partida para las expediciones españolas que pretendían la conquista y colonización de los vastos territorios del imperio Inca, ubicados al sur del continente y poseedores de una incalculable riqueza aurífera con el nombre de Panamá, el cual tiene como significado abundancia de peces, árboles y mariposas que existían en el lugar y que procede de unas variedades de lenguas indígenas del Nuevo Mundo.
Otros autores aseguran a su vez que el nombre Panamá es derivado del hecho de haberse fundado la segunda capital de Castilla de Oro en las inmediaciones de un lugar donde crecían grandes árboles que los naturales llamaban Panamá.
Con el enriquecimiento sobre la historia de Panamá La Vieja algunos cronistas de indias aseguran que el nombre Panamá perteneció al caserío de indios pescadores asentados en la rivera del mar del sur.
La Fundación de la Ciudad de Panamá que en un principio estuvo emplazado más alejada del mar, obedeció también a la necesidad de la Corona Española de continuar con el descubrimiento y conquista de nuevos territorios en el interior del istmo, Centro y Sur América. Concluida esta etapa, la ciudad de Panamá se convirtió en un importante punto de enlace para el comercio colonial; se calcula que entre los siglos XVI y XVII por aquí pasó un 60% de toda la plata americana. Las flotas que atravesaban el Atlántico rumbo a Sevilla, volvían con las mercaderías europeas. El puerto de La Tasca unía la ciudad con los puertos del Atlántico (Nombre de Dios y Portobelo) utilizando dos rutas principales: el Camino Real y el Camino de Cruces que utilizaba el Río Chagres.
Cuya ruta se convirtió además poco a poco en punto estratégico político, administrativo y comercial de españoles, que despertó la codicia de una banda de piratas que bajo el mando de Sir Henry Morgan, desvalijaron y destruyeron la cuidad, quedando en ruinas, la Plaza Mayor perdió su configuración. Los edificios que la limitaban perdieron sus muros, la vegetación pobló el espacio abierto y difícilmente se podía entender este espacio, años después, el 21 de enero de 1673, restos de la vieja ciudad se trasladaron a lo que se conoce hoy como el Casco Antiguo, quedando abandonado el sitio de la vieja Panamá durante más de dos siglos.
La propia fundación de distrito de Panamá el 15 de agosto de 1519, firmada por Don Pedro Arias de Ávila (Pedrarias Dávila) fue confirmada por la constitución nacional del 22 de diciembre de 1884, Estado Federal de Panamá, reconfirmada por el código administrativo de 1919 en su capítulo I y II en el articulado N° 13 y declarado por el Consejo Municipal mediante Acuerdo N° 59 del 13 de mayo de 1953.
A medida que el sitio fue intervenido en el siglo XX se ejecutaron diferentes trabajos en la plaza, desde limpiezas generales, hasta la construcción de un parque que aunque poco contribuía a la interpretación del lugar en su contexto devolvió en parte a la plaza su jerarquía.
(II parte continúa mañana).
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