Poder divino

Quién iba a pensar que hace más de 2 mil años un carpintero llamado Jesús sería el personaje que marcaría la vida espiritual de millones de personas en el mundo. Nadie ha influenciado tanto como Jesús lo ha hecho. Nadie. Este hombre, que a los 33 años fue crucificado para librarnos de nuestros pecados, a través del tiempo ha jugado un papel importante para la humanidad y aún tiene el poder de cambiar el modo de vida de cualquiera.

"Yo soy el camino, la verdad y la vida", "no juzgues para que no seas juzgado" y "ama a tu prójimo como a ti mismo", eran frases célebres del Maestro para impartir ese gran "amor" que sentía, siente y sentirá por cada uno de nosotros. Y es que el sinónimo de Jesucristo es la palabra "amor". Término que parece complejo y cuyas implicaciones parecen inalcanzables para las personas que viven sobre la faz de la tierra.

Mucha gente ha declarado ser Dios, pero sólo un hombre en la historia demostró con sus acciones que tenía una fuente de energía sobrenatural. El poder que Jesús demostró, sacudió a la nación de Israel hasta sus cimientos. Él sanó al cojo y al ciego, produjo una pesca milagrosa y calmó tormentas. Curó a centenares de personas de sus enfermedades y resucitó a otras de la muerte.

La influencia de Jesús en la vida de todos no ha sido sobrepasada. Ningún otro líder ha inspirado tantos cambios positivos en sus seguidores. Quienes se encuentran con Cristo resucitado son totalmente transformados para siempre; y, por defender su fe, no dudan en enfrentarse con dificultades, persecución, incluso, con la muerte. Muchos consagran sus vidas al servicio de otros, poniendo de lado sus propios deseos y necesidades.

El poder de Cristo no conoce barreras de tiempo ni de espacio. Gracias Jesucristo por sacrificarte por nosotros y darnos el regalo de la vida.