Revisión de pensum de estudio
Publicado 2000/03/14 00:00:00
- Carlos A. RodrÃguez/
Dentro del marco de análisis de modificaciones curriculares que han de hacerse para que se logre la sustentación real y efectiva de un verdadero y valedero proyecto de modernización del sistema educativo y que tal como lo establece el Artículo 90 de nuestra Constitución Nacional, para que en la educación panameña "se cumplan los fines nacionales y sociales de la cultura y la formación intelectual, moral, cívica y física de los educandos", se hace, en tal virtud imprescindible la revisión de los planes de estudio de Educación Media y Básica General.
En tal sentido, observamos que específicamente en los planes de estudio de los Bachilleratos en Ciencia y Letras de Educación Media, está acreditada en el área humanística, la materia "Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos". Sin embargo, advertimos que los acontecimientos históricos de nuestras relaciones con esta nación, son analizados en las materias Historia de Panamá que se imparte en los primeros años (VII nivel) en forma sucinta y más profundamente en los quintos años con la denominación también de Historia de Panamá.
Si situamos el momento y circunstancia que favorecieron la incorporación de aquella disciplina (Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos), al pensum de estudio de esos bachilleratos, tendríamos que retrotraernos a la era del llamado "proceso revolucionario" que instaló en 1968 una dictadura que depuso cruentamente el Dr. Arnulfo Arias.
De tal forma que luego, con la intención de echar un velo a esa acción golpista, aquella satrapía torrijista pugnaba por afianzar una conciencia nacional con miras a una renegociación de los tratados canaleros. De allí que para tal fin y con carácter obligatorio se creo el 9 de enero de 1973, la cátedra de Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos. Esto coyunturalmente fue utilizado por los filocomunistas panameños de entonces, para motivar a la juventud, tergiversando así el concepto original de lo que histórica y no ideológicamente debería comprenderse era la evolución de nuestras relaciones con Estados Unidos.
Por otra parte, entendemos que otra nación que tuvo una estrecha relación con el devenir histórico de Panamá fue Colombia, cuando denominada como La Nueva Granada, constituíamos de ella, un Departamento. A pesar de tal hecho, no existe en nuestros planes de estudios una materia que trate específicamente sobre aquel vínculo existente que quizás, históricamente en la búsqueda de nuestra identificación y soberanía nacional, sea comparable en importancia, con la relación entre Panamá y los Estados Unidos de Norteamérica.
A todo esto, no cabe duda, bajo ninguna circunstancia, que nuestros estudiantes deben conocer el desarrollo histórico de esta no muy cordiales relaciones bilaterales, sin embargo, hoy, con la consolidación de nuestra soberanía total y el fin de la tensión entre ambos países, los Estados Unidos, deberán circunscribirse en ser un usuario más o el mayor usuario de nuestro canal.
Conceptuamos entonces, que persistir en el tratamiento del tema de tales relaciones en las aulas de clases de forma profunda como es el de las veces que Estados Unidos han intervenido y violentado nuestra soberanía; sería abrir viejas y ya cicatrizadas heridas que deben permanecer cerradas ante la perspectiva de una nueva y promisoria era de amistad y cooperación entre ambas naciones.
En tal sentido, observamos que específicamente en los planes de estudio de los Bachilleratos en Ciencia y Letras de Educación Media, está acreditada en el área humanística, la materia "Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos". Sin embargo, advertimos que los acontecimientos históricos de nuestras relaciones con esta nación, son analizados en las materias Historia de Panamá que se imparte en los primeros años (VII nivel) en forma sucinta y más profundamente en los quintos años con la denominación también de Historia de Panamá.
Si situamos el momento y circunstancia que favorecieron la incorporación de aquella disciplina (Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos), al pensum de estudio de esos bachilleratos, tendríamos que retrotraernos a la era del llamado "proceso revolucionario" que instaló en 1968 una dictadura que depuso cruentamente el Dr. Arnulfo Arias.
De tal forma que luego, con la intención de echar un velo a esa acción golpista, aquella satrapía torrijista pugnaba por afianzar una conciencia nacional con miras a una renegociación de los tratados canaleros. De allí que para tal fin y con carácter obligatorio se creo el 9 de enero de 1973, la cátedra de Historia de las Relaciones entre Panamá y los Estados Unidos. Esto coyunturalmente fue utilizado por los filocomunistas panameños de entonces, para motivar a la juventud, tergiversando así el concepto original de lo que histórica y no ideológicamente debería comprenderse era la evolución de nuestras relaciones con Estados Unidos.
Por otra parte, entendemos que otra nación que tuvo una estrecha relación con el devenir histórico de Panamá fue Colombia, cuando denominada como La Nueva Granada, constituíamos de ella, un Departamento. A pesar de tal hecho, no existe en nuestros planes de estudios una materia que trate específicamente sobre aquel vínculo existente que quizás, históricamente en la búsqueda de nuestra identificación y soberanía nacional, sea comparable en importancia, con la relación entre Panamá y los Estados Unidos de Norteamérica.
A todo esto, no cabe duda, bajo ninguna circunstancia, que nuestros estudiantes deben conocer el desarrollo histórico de esta no muy cordiales relaciones bilaterales, sin embargo, hoy, con la consolidación de nuestra soberanía total y el fin de la tensión entre ambos países, los Estados Unidos, deberán circunscribirse en ser un usuario más o el mayor usuario de nuestro canal.
Conceptuamos entonces, que persistir en el tratamiento del tema de tales relaciones en las aulas de clases de forma profunda como es el de las veces que Estados Unidos han intervenido y violentado nuestra soberanía; sería abrir viejas y ya cicatrizadas heridas que deben permanecer cerradas ante la perspectiva de una nueva y promisoria era de amistad y cooperación entre ambas naciones.
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