Ser abogada no es un dato indiferente
Publicado 2002/08/08 23:00:00
- Mariblanca Staff Wilson
El 9 de agosto, día nacional del abogado y de la abogada, es una fecha oportuna para resaltar y celebrar la participación de las mujeres en la abogacía, pues en Panamá han existido y existen profesionales del Derecho que han dejado indelebles huellas para el desarrollo social, político, jurídico y económico, que merecen un justo reconocimiento. En esta fecha me parece oportuno recordar y destacar entre otras valiosas profesionales del Derecho, a una Clara González, la pionera en la abogacía y en el feminismo panameño, creadora del Tribunal Tutelar de Menores y un ejemplo permanente para las mujeres; a una Elida Campodónico de Crespo, la maestra, la abogada, la feminista y la diplomática que como Embajadora de Panamá en México, obtuvo más de 300 becas para estudiantes panameños; a una Thelma King Harrison, abogada, periodista, diputada e incansable luchadora por los derechos humanos y la causa nacionalista; a una Concha Peña, panameña por opción, que dedicó 22 años de su vida a amar y a engrandecer a su patria adoptiva, no solamente como catedrática de Derecho Civil, sino por su extensa obra intelectual y por sus invaluables cualidades como ciudadana brillante y ejemplar; a una Alma Montenegro de Fletcher, defensora de los derechos de la mujer, con una trayectoria profesional como funcionaria pública excepcional; o de una Dora Boyd de Pérez Balladares, que como Primera Dama de la República, desarrolló una intensa y efectiva labor a favor de los sectores y grupos más marginados de la nación panameña y que en la actualidad dirige la Fundación de Ciencia y Arte a través de la cual está llevando adelante un gran proyecto científico cultural destinado a promover la cultura y el interés por las ciencias y el arte en la niñez y en la juventud panameña; o una Giovanna Benedetti, que además de abogada, es una brillante escritora, escultora y documentalista histórica.
¿Cómo no reconocer también los aportes y el excelente desempeño profesional de abogadas como Rosario Oller de Sarasqueta, Natividad Piñango, Aura Emérita Guerra de Villalaz, Dora Reluz, Mercedes Araúz de Grimaldo, Graciela Dixon, Kaliope Tsimogianis, Olga Golcher, Lenis Ortega, Maruja Bravo, Roxana Castrellón, Esmeralda de Troitiño, Angela Russo y Magaly Castillo, entre tantas otras que escapan a mi memoria?
Hasta el año 2000, de los 6,376 profesionales del derecho en ejercicio 2,537 eran mujeres, lo que representa un 40% frente a 3,839 hombres, es decir el 60%. De un total de 3,667 idoneidades para ejercer la abogacía emitidas por la Corte Suprema de Justicia en el período comprendido de 1989 al 2000, un total de 1,932 correspondían a mujeres. Más del 45% de los abogados inscritos en el Colegio Nacional de Abogados, son mujeres según consta en el último Directorio de Abogados del año 2002.
En el campo de la Administración Pública, dos mujeres han ocupado el cargo de Procuradora General de la Administración, una de ellas, la abogada Aura Feraud, en el año de 1990 y Alma Montenegro de Fletcher, quien asumió el cargo en 1994 y lo ejerce en la actualidad, además de ser una promotora de los derechos humanos de la mujer.
En la Contraloría General de la República, de tres cargos de Magistrados en la Dirección de Responsabilidad Patrimonial, creada en 1990, ha habido dos abogadas que se han desempeñado como Magistradas. La primera fue Antonia Rodríguez de Araúz en 1990; en 1994 la abogada Kaliope Tsimogianis y en 1999 la abogada Rodríguez de Araúz fue designada nuevamente.
En el Ministerio Público, desde 1994 hay una abogada como Procuradora Suplente, la abogada Mercedes Araúz de Grimaldo. Hasta el año 2001, en el Ministerio Público poco más del 43% de los cargos que deben ejercer profesionales del derecho, lo ocupan mujeres abogadas.
A pesar de que hasta la fecha ninguna abogada ha sido electa como Presidenta de la República, si la ha habido como Primera Dama. En 1984,la abogada Maria R. de Ardito Barletta y en 1994, en la persona de la Licenciada Dora Boyd de Pérez Balladares, que realizó un papel excepcional y trabajó firmemente a favor de la niñez, de la juventud, de la mujer y de las clases más desfavorecidas del país. No obstante que históricamente, el ámbito de la administración de justicia, ha sido un espacio dominado por los hombres, especialmente en las instancias de mayor jerarquía, las abogadas tienen un alto porcentaje distribuido en los juzgados de circuito, municipales, ordinarios, especiales y como defensoras de oficio. La primera mujer abogada en ocupar la presidencia de la Corte Suprema de Justicia, fue Marisol Reyes de Vásquez en 1985; posteriormente, en 1990 lo fue la abogada y catedrática universitaria, Aura Emérita Guerra de Villalaz y en 1999 la abogada Mirtza Franceschi de Aguilera. Actualmente, en la Corte Suprema de Justicia, de un total de 9 Magistrados/as, sólo una es mujer, la abogada Graciela Dixon.
El Tribunal Electoral está conformado actualmente por 3 Magistrados varones; sólo en 1989 una abogada, Yolanda Pulice de Rodríguez, ocupó el cargo de Magistrada y además, fue Presidenta de dicho organismo electoral.
En el Poder Legislativo, órgano conformado por 71 curules, de las siete (7) legisladoras en ejercicio actualmente, ninguna es abogada. Desde que la mujer panameña obtuvo el derecho al sufragio en 1946, ha tenido muy escasa participación en el Órgano Legislativo y de las mujeres que han logrado ser electas como diputadas, muy pocas han sido abogadas, tal es el caso de Thelma King Harrison.
Con respecto a las Ministras de Estado, además de que también ha sido muy escasa la participación de mujeres en los cargos de Ministras de Estado, se pueden contar con los dedos de una mano las abogadas que han sido Ministras o Viceministras. Clara González fue Viceministra de Trabajo y Bienestar Social en el año de 1947, en 1990 la abogada Sheyla Castillo fue Viceministra de Trabajo y de 1999 a 2001, la abogada Dora Arosemena de Battinovich ejerció el cargo de Viceministra de Educación.
De los gremios profesionales de abogados (cerca de 8), existe uno exclusivamente conformado por mujeres abogadas: la Unión Nacional de Abogadas (UNA) fundada en el año de 1987 e integrada actualmente por cerca de 300 profesionales del derecho. Con su lema “Mujeres del Derecho por la Justicia y la Paz “ ha ido consolidando un espacio en la sociedad panameña, ganando solidez y prestigio por sus diversas actividades académicas, culturales y sociales.
Un aspecto importante de resaltar, es que de los veintiún (21) procesos por faltas a la ética y a la responsabilidad de los profesionales del derecho que se tramitaron en el año 2000 en el sistema de administración de justicia, sólo 1 fue contra una mujer abogada, lo que representa un 5%, en tanto que 20 de dichos procesos fueron contra abogados varones, lo que representa el 95%. Es innegable que las abogadas panameñas, han tenido que abrirse camino trabajando con gran capacidad y eficiencia, representando dignamente al sexo femenino, alcanzando un gran porcentaje de ellas un sitio de respeto y de honor, demostrando que ser abogada no es un dato indiferente.¡Muchas felicidades a los y las colegas en nuestro día!
¿Cómo no reconocer también los aportes y el excelente desempeño profesional de abogadas como Rosario Oller de Sarasqueta, Natividad Piñango, Aura Emérita Guerra de Villalaz, Dora Reluz, Mercedes Araúz de Grimaldo, Graciela Dixon, Kaliope Tsimogianis, Olga Golcher, Lenis Ortega, Maruja Bravo, Roxana Castrellón, Esmeralda de Troitiño, Angela Russo y Magaly Castillo, entre tantas otras que escapan a mi memoria?
Hasta el año 2000, de los 6,376 profesionales del derecho en ejercicio 2,537 eran mujeres, lo que representa un 40% frente a 3,839 hombres, es decir el 60%. De un total de 3,667 idoneidades para ejercer la abogacía emitidas por la Corte Suprema de Justicia en el período comprendido de 1989 al 2000, un total de 1,932 correspondían a mujeres. Más del 45% de los abogados inscritos en el Colegio Nacional de Abogados, son mujeres según consta en el último Directorio de Abogados del año 2002.
En el campo de la Administración Pública, dos mujeres han ocupado el cargo de Procuradora General de la Administración, una de ellas, la abogada Aura Feraud, en el año de 1990 y Alma Montenegro de Fletcher, quien asumió el cargo en 1994 y lo ejerce en la actualidad, además de ser una promotora de los derechos humanos de la mujer.
En la Contraloría General de la República, de tres cargos de Magistrados en la Dirección de Responsabilidad Patrimonial, creada en 1990, ha habido dos abogadas que se han desempeñado como Magistradas. La primera fue Antonia Rodríguez de Araúz en 1990; en 1994 la abogada Kaliope Tsimogianis y en 1999 la abogada Rodríguez de Araúz fue designada nuevamente.
En el Ministerio Público, desde 1994 hay una abogada como Procuradora Suplente, la abogada Mercedes Araúz de Grimaldo. Hasta el año 2001, en el Ministerio Público poco más del 43% de los cargos que deben ejercer profesionales del derecho, lo ocupan mujeres abogadas.
A pesar de que hasta la fecha ninguna abogada ha sido electa como Presidenta de la República, si la ha habido como Primera Dama. En 1984,la abogada Maria R. de Ardito Barletta y en 1994, en la persona de la Licenciada Dora Boyd de Pérez Balladares, que realizó un papel excepcional y trabajó firmemente a favor de la niñez, de la juventud, de la mujer y de las clases más desfavorecidas del país. No obstante que históricamente, el ámbito de la administración de justicia, ha sido un espacio dominado por los hombres, especialmente en las instancias de mayor jerarquía, las abogadas tienen un alto porcentaje distribuido en los juzgados de circuito, municipales, ordinarios, especiales y como defensoras de oficio. La primera mujer abogada en ocupar la presidencia de la Corte Suprema de Justicia, fue Marisol Reyes de Vásquez en 1985; posteriormente, en 1990 lo fue la abogada y catedrática universitaria, Aura Emérita Guerra de Villalaz y en 1999 la abogada Mirtza Franceschi de Aguilera. Actualmente, en la Corte Suprema de Justicia, de un total de 9 Magistrados/as, sólo una es mujer, la abogada Graciela Dixon.
El Tribunal Electoral está conformado actualmente por 3 Magistrados varones; sólo en 1989 una abogada, Yolanda Pulice de Rodríguez, ocupó el cargo de Magistrada y además, fue Presidenta de dicho organismo electoral.
En el Poder Legislativo, órgano conformado por 71 curules, de las siete (7) legisladoras en ejercicio actualmente, ninguna es abogada. Desde que la mujer panameña obtuvo el derecho al sufragio en 1946, ha tenido muy escasa participación en el Órgano Legislativo y de las mujeres que han logrado ser electas como diputadas, muy pocas han sido abogadas, tal es el caso de Thelma King Harrison.
Con respecto a las Ministras de Estado, además de que también ha sido muy escasa la participación de mujeres en los cargos de Ministras de Estado, se pueden contar con los dedos de una mano las abogadas que han sido Ministras o Viceministras. Clara González fue Viceministra de Trabajo y Bienestar Social en el año de 1947, en 1990 la abogada Sheyla Castillo fue Viceministra de Trabajo y de 1999 a 2001, la abogada Dora Arosemena de Battinovich ejerció el cargo de Viceministra de Educación.
De los gremios profesionales de abogados (cerca de 8), existe uno exclusivamente conformado por mujeres abogadas: la Unión Nacional de Abogadas (UNA) fundada en el año de 1987 e integrada actualmente por cerca de 300 profesionales del derecho. Con su lema “Mujeres del Derecho por la Justicia y la Paz “ ha ido consolidando un espacio en la sociedad panameña, ganando solidez y prestigio por sus diversas actividades académicas, culturales y sociales.
Un aspecto importante de resaltar, es que de los veintiún (21) procesos por faltas a la ética y a la responsabilidad de los profesionales del derecho que se tramitaron en el año 2000 en el sistema de administración de justicia, sólo 1 fue contra una mujer abogada, lo que representa un 5%, en tanto que 20 de dichos procesos fueron contra abogados varones, lo que representa el 95%. Es innegable que las abogadas panameñas, han tenido que abrirse camino trabajando con gran capacidad y eficiencia, representando dignamente al sexo femenino, alcanzando un gran porcentaje de ellas un sitio de respeto y de honor, demostrando que ser abogada no es un dato indiferente.¡Muchas felicidades a los y las colegas en nuestro día!
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