Talingos: Especie fuera de control

Si creía que las palomas eran las únicas aves que producto de sus heces le puede causar la muerte, se equivocó, pues un ave que observamos con mayor frecuencia también puede ser letal, se trata de los talingos.
Estas aves se pueden encontrar por todas partes, y conviven más con nosotros, a tal punto, que para muchas personas se han convertido en un problema que difícilmente se puede controlar.
Esta contrariedad se agudiza en aquellos lugares donde las aves se aglutinan en grandes cantidades, pues la cantidad de excremento que depositan es mayor.
Entre los lugares de encuentro de estas aves figuran: Río Abajo en las calles VII, VIII y IX; Parque Lefevre, a la altura del Súper 99 de Chanis; en la vía Ricardo J. Alfaro (Tumba Muerto), frente en la parada de los edificios Tuira y Chucunaque; estacionamientos del Hospital Santo Tomás; Camino Real de Betania, entre otros lugares.
Como dato curioso, muchas de las personas que caminan por estos puntos han tenido la desdicha de recibir alguna "gracia" de estas aves en la cabeza.
A juicio del doctor Manuel Lobo, las enfermedades se producen cuando las heces se secan, y se convierten en polvo y al llegar la brisa se elevan como esporas, las que se alojan en los pulmones, produciendo afecciones respiratorias.
Agregó que entre las enfermedades que ocasionan los talingos se encuentran la Histoplasmosis y toxoplasmosis, que afectan al sistema respiratorio y que igualmente son producidas por las palomas.
"Estas enfermedades son crónicas y de difícil curación, y quienes las padecen casi nunca se curan de manera definitiva, ya que las lesiones a los pulmones son tan grandes que prácticamente los afectados respiran con un solo pulmón". precisó.
El galeno sostuvo que como si fuera poco, este tipo de aves cuando se encuentran en la etapa de celo o anidamiento, tienden a atacar a todo aquel que transite por su lugar de cría o reproducción, golpeando con su pico la cabeza de las personas.
Con relación a la posibilidad de controlar la constante reproducción de esta especie, dijo que es difícil, sobre todo, porque para controlarlas habría que exterminar parte de esa población y esta iniciativa no sería bien vista por gran sector de la población.
Detalló que ante la imposibilidad de controlar la cada vez más creciente población de talingos, aconseja a quienes residen cerca de los puntos de reunión de estas aves, a que limpien permanentemente sus aceras, a fin de evitar que el excremento se seque.
No obstante, solicitó a los corregidores para que desarrollen un programa de limpieza, a fin de minimizar el problema.
Acotó que el dilema en menor escala afecta la pintura de los automóviles, por la acidez del excremento, lo que produce que la pintura se torne opaca.