Tensión
Tambores de guerra entre las dos Coreas
La península de Corea, ocupada por el Imperio japonés desde el año 1910, al finalizar la Segunda Guerra Mundial en el año 1945 con la rendición japonesa,
La península de Corea, ocupada por el Imperio japonés desde el año 1910, al finalizar la Segunda Guerra Mundial en el año 1945 con la rendición japonesa, fue dividida en Corea del Norte (por la ocupación soviética, siguiendo el modelo soviético socialista y el modelo de la revolución china) y Corea del Sur (por el apoyo estadounidense a los grupos no comunistas, siguiendo un modelo capitalista).
El límite entre las Coreas es el paralelo 38º resultante de un acuerdo entre Estados Unidos y la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En el año 1950, precedido del fracaso de realizar elecciones libres en el año 1948, esta división desató la conocida Guerra de Corea, por medio de la cual las fuerzas armadas de Corea del Norte invadieron a Corea del Sur; aunque hay historiadores que dicen que fueron los surcoreanos quienes dieron inicio a las hostilidades.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Estados Unidos apoyaron a Corea del Sur contra la invasión de Corea del Norte, mientras que la República Popular China y la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas apoyaron a Corea del Norte. La situación fue tal que el general Douglas MacArthur, comandante de las tropas estadounidenses, solicitó el empleo de armas atómicas, lo cual llegó a alarmar a los aliados de Estados Unidos de América, lo que, afortunadamente, no sucedió.
La Guerra de Corea terminó en el año 1953, bajo un armisticio celebrado en Panmunjong, no así bajo un tratado de paz propiamente tal, restaurándose la frontera cerca del paralelo 38° y creándose una zona desmilitarizada que es una franja de cuatro kilómetros de ancho entre ambos países. Fue una guerra atroz dada la devastación territorial y ambiental causadas, y por la cantidad de muertos, heridos y desplazados.
La tensión entre las dos naciones se ha mantenido desde entonces, aunque hubo avances relativos a su unificación, pero habida cuenta que el Gobierno de Corea del Norte ha adquirido y desarrollado armamento y tecnología nuclear, y más recientemente por pruebas atómicas hechas por Corea del Norte, más las amenazas
del líder norcoreano Kim Jong-un de atacar defensiva y nuclearmente a Corea del Sur y Estados Unidos, coloca la situación en su peor momento.
Las últimas noticias destacan que el Gobierno norcoreano advirtió que desde el 10 de abril de 2013 no podrá garantizar, en caso de conflicto con Estados Unidos y Corea del Sur, la seguridad de las embajadas y de las organizaciones internacionales radicadas en su territorio. En este contexto, los jefes de estos entes extranjeros e internacionales se han reunido en Pionyang con el fin de buscar una posición y acción comunes sobre su personal diplomático.
Altos dignatarios de Corea del Sur han afirmado que Corea del Norte transportó, a inicios del mes de abril de 2013, misiles de medio alcance hacia la costa este de ese país, donde fueron habilitados en vehículos con dispositivos de tiro. Estos misiles pueden tener un alcance de tres mil kilómetros con capacidad de impacto en Corea del Sur y Japón, y de hasta cuatro mil kilómetros si llevan cargas ligeras con capacidad de impacto en la Isla de Guam, donde hay soldados estadounidenses.
Indistintamente del poderío militar de Corea del Norte, su contraparte también ha afirmado que están preparados tecnológicamente para rastrear y destruir todos los misiles que puedan ser lanzados contra ellos. Hacer un análisis sobre la historia o las realidades de la península coreana, así como también sobre la posición de los organismos y potencias mundiales que adversan o censuran el proceder de Corea del Norte en materia de derechos humanos, desarrollo socioeconómico y carrera nuclear, no es el objeto del presente artículo, ya que supondría extensas reflexiones sobre causas y efectos, y sobre las responsabilidades de las grandes potencias que jugaron y juegan a ser los dueños o policías del mundo, por sus ideologías, intereses creados y fanatismos; más bien quiero enfocarme en la preocupación que tenemos las personas que no estamos de acuerdo con la guerra, máxime porque pudiera desembocarse en una guerra globalizada, sin menoscabo de las graves repercusiones que se desatarían en detrimento del equilibrio ambiental y la calidad de los recursos naturales que son indispensables para la continuidad de la vida humana.
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