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Tres clases de eunucos
Pastor E. Durán E. - Publicado:
El término “eunuco” viene del griego.Significa “guardián del lecho”.Se refiere al hombre castrado, en especial, el que se destinaba, entre los reinos orientales, a la custodia de las mujeres del harén, para evitar embarazos y/o violaciones.Por analogía, también se le llamaba “eunuco” a cualquier oficial que tuviera deberes en la corte del rey, sin que esto significase que fuera “eunuco” en sentido literal.Algunos científicos consideran la homosexualidad como una “enfermedad sicológica” y aunque perduran los científicos que mantienen esta opinión, la mayoría en la actualidad sostiene que “no existen argumentos científicos que demuestren una condición innata de la homosexualidad (neurológica, endocrina o genética); más bien se trataría de personas susceptibles en su personalidad, que bajo una determinada influencia ambiental expresarían una orientación homosexual en la adultez, la cual puede ser parcial o completamente reversible en muchos casos (Dr.Francisco Javier Bustamante Volpi).Si nos vamos al plano religioso, en la Biblia (Mateo 19:12), Jesús habló de tres clases de eunucos, al decir: “Porque hay eunucos que nacieron así de la matriz de su madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se han hecho eunucos por causa del reino de los cielos.Quien pueda hacer lugar para ello, haga lugar para ello”.O sea, que hay tres clases de eunucos: a) Los que nacieron así, b) los que fueron castrados, y, c) los que a sí mismos se han hecho eunucos por causa del reino de los cielos.Los que “a sí mismos se han hecho eunucos” a causa del Reino, son aquellos que ejercen “autodominio”, para poder dedicarse por completo al servicio de Dios.El apóstol Pablo recomienda esto como lo “mejor”, para los cristianos que no se han “encendido de pasión” (como el P.Alberto Cutié), ya que pueden servir al Señor con más constancia y “sin distracción” (Ver: 1Co 7:9, 29-38).Tales “eunucos” no son personas que se hayan castrado (aunque algunos quisieran que los castrasen), sino que, más bien, permanecen solteros voluntariamente.Por otra parte, la Biblia no recomienda ningún voto de celibato, y el “prohibir casarse” se condena como una de las señales de la “apostasía”, o sea, la renuncia que hace una persona de sus creencias religiosas o políticas y abandono de su religión o del partido político al que pertenecía.De hecho, algunos de los apóstoles eran hombres casados.Se ha demostrado que los votos de castidad son como los votos electorales: una vez que se emiten, la realidad acaba con las promesas de campaña (“El Pueblo al poder”, “Cero corrupción”, “El cambio va”, etc.).