Panamá
Un crucero, tres continentes
- Jaime Figueroa Navarro
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Invariablemente, planificamos nuestras vacaciones anuales mínimo con 18 meses de antelación. Ello nos permite suficiente tiempo para escoger dentro de la amplia gama de destinos disponibles, una ruta novedosa y diferente, escudriñando a fondo cada paradero para exprimirle el jugo a sus encantos.
Este año en particular, resultado de los cambios acaecidos resultado de la política económica de la administración entrante en Estados Unidos, pudimos predecir a tiempo, como ejemplo, el desplome de su moneda con relación al euro y prepagar en enero los pasajes, gastos de hospedaje, excursiones y transporte interno en Europa, que comprende la primera etapa de nuestro quijotear.
Y efectivamente el euro se ha revalorizado con respecto al dólar 15% en lo que va del año. A mediados de enero un euro se cambiaba por 1.0198 dólares. A principios de julio el cambio era de un euro por 1.1767 dólares. Esta prelación nos ahorró buco de chen chen. Asimismo, tendremos que evaluar si de aquí a fin de año el cambio se agudiza tanto que nos obligará a canjear una cena en un restaurante con estrella Michelin en París por transportar en nuestro equipaje unas latitas de jamón del diablo, galletitas de sal y una botella de vino tinto chileno para su deguste en nuestra habitación de hotel.
Cursé estudios de preparatoria en Boston y universitarios en Nebraska, que rima con Alaska y es igual de frío, por lo cual el cambio de temperatura entre el hervir bajo el sol del mediodía istmeño y las frescas temperaturas del sur del Viejo Continente no me afecta. No puedo predecir lo mismo de mis acompañantes quienes en ocasiones portan suéteres al asistir a una sala de cine capitalina.
Pero midámoslo bien, todo cuenta con su ventaja. Escudriñaremos París, Madrid, Barcelona, Andorra, Granada y Sevilla fuera de temporada, sin las hordas de turistas rodeando nuestra diligencia, aprovechando de los atractivos sin interminables filas y con asomo de economía de escalas.
La segunda etapa de nuestra travesía, ya a bordo del crucero, nos obliga a embolsar los abrigos al fondo de nuestro equipaje hasta nuestro retorno. Saliendo del mediterráneo rumbo sur en el atlántico visitaremos Casablanca y Agadir en Marruecos y Porto Grande en Cabo Verde, nuestras primeras incursiones en el enigmático continente africano, masa rica en historia, cultura y diversidad natural, que, a pesar de ser la cuna de la humanidad, gran parte de su vastedad y complejidad sigue siendo desconocida para muchos.
Posterior a tanto "corre corre" entre vuelos, trenes y naciones, las cuatro jornadas en alta mar que separan África del caribe americano, resultan un bienvenido respiro de descanso, con actividades diversas y fantásticos espectáculos abordo, que nos permiten recuperar fuerzas previas a nuestro último ciclo tropical en islotes harto diversos, emprendiendo en la holandesa Saint Maarten, que en realidad comprende dos totalmente diferentes destinos, su vertiente holandesa y su escarpa francesa; Basseterre, capital de Saint Kitts & Nevis, donde abordaremos una chiva parrandera con destino al Vibes Beach Club, en el mero centro de la idílica playa de la bahía de La Fragata; Tortola, Islas Vírgenes Británicas, desembarcando en La Romana, República Dominicana desde donde nos trasladamos a Punta Cana para disfrutar 3 jornadas de holganza anterior a nuestro vuelo a Panamá en Nochebuena.
Hechicero despliegue de cuatro semanas a lo largo de 3 continentes, con lunares diversos e indelebles recuerdos que seguramente marcaran las historietas a nuestros nietos y las jacaras de año nuevo con familiares y amistades.
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