Skip to main content
Trending
Luego de hallar el cuerpo de un hombre de 48 años, sigue la búsqueda de un joven en el río ChanguinolaLos muertos en Gaza superan los 58,500 mientras las negociaciones siguen en fase inicialLa columna de Doña PerlaLPF, todo listo para arrancar el Clausura 2025Bryan 'La Roca' De Gracia quiere volver a primeros planos
Trending
Luego de hallar el cuerpo de un hombre de 48 años, sigue la búsqueda de un joven en el río ChanguinolaLos muertos en Gaza superan los 58,500 mientras las negociaciones siguen en fase inicialLa columna de Doña PerlaLPF, todo listo para arrancar el Clausura 2025Bryan 'La Roca' De Gracia quiere volver a primeros planos
  • Actualidad
    • Política
    • Sociedad
    • Judicial
    • Provincias
    • Mundo
    • Aldea Global
    • Sucesos
  • Opinión
    • Columnistas
    • Confabulario
    • El Pulso
    • Trazo del día
    • Doña Perla
  • Economía
  • Variedades
  • Deportes
  • Tecnología
  • Multimedia
    • Videos
    • Podcast
    • Galerías
  • Especiales
  • e-PAPER
  • Contenido Premium
  • Recetas
  • Cine
Panamá América Panamá América
Inicio

Opinión / Un zángano en la madrugada

1
Panamá América Panamá América Miercoles 16 de Julio de 2025
  • Secciones
  • Actualidad
  • Opinión
  • Economìa
  • Variedades
  • Deportes
  • Tecnología
  • Multimedia
  • videos
  • premium
  • e-papper
  • mis noticias
  • x
  • Mi cuenta
  • Mi perfil
  • Mis Noticias
  • Prémiate
  • Mis boletines
  • Seguridad
  • x
  • Notificaciones
  • videos
  • premium
  • e-papper
  • mis noticias

Remembranza.

Un zángano en la madrugada

Actualizado 2018/02/06 10:16:12
  • facebook messenger
  • Compartir en WhatsApp
  • x twitter
  • facebook messenger
  • facebook messenger

Ya habían llegado, anunciando el nuevo día, las pesadas horas de la madrugada. En el viejo caserón, de cinco cuartos de alquiler, en cada uno,

Silvio Guerra M. (opinion@epasa.com) / Abogado.

Ya habían llegado, anunciando el nuevo día, las pesadas horas de la madrugada. En el viejo caserón, de cinco cuartos de alquiler, en cada uno, vivíamos familias numerosas y en ellas mujeres, viejas y nuevas, prueba indubitable de la presencia de bellas féminas que, no por vivir en barrios de pobres, signifique que mengüe la belleza en ellas.

De pronto, en la oscuridad de esa madrugada, se escucharon gritos que delataban terror, pánico. Se formó una algarabía: nerviosismo, llanto incontrolable, entre las muchachas, pero entre las viejas, asombradas por lo acontecido, tan solo se preguntaban quién había sido, quién se había atrevido a semejante acción.

Aun mi madre no escapó de lo ocurrido. Todos se cuestionaban, también los hombres, cómo pudo haber pasado si las ventanas eran de ornamentales caracterizadas por pequeños huecos que solo permitían advertir quién caminaba por el patio.

Los machos no estaban inquietos, pero sí torpes, ellos no se afanaban por saber quién había sido el autor de los hechos, sino que posesionados de una extraña ira regañaban a las mujeres por haberlo permitido. Uno de la esquina, zopenco, le entró a gaznatadas a la mujer, entre tanto, ella le gritaba: ¡y yo qué culpa he tenido!

Yo estaba absorto, disfrutando el momento, contemplando a la chiquilla aquella que me traía de vuelta y media, quien también exhibía la prenda íntima que le había sido cortada.

Llamaron a la policía que se vino a aparecer como a las 5 de la madrugada. Entraron a los cuartos, revisaron, comentaban entre ellos cosas y hubo unidades que, atrevidamente, preguntaban a las muchachas, no a las viejas, “a ver, muéstreme ¿qué le pasó a usted?” No demoraron, luego se fueron y, en ese entonces, no entendía por qué iban muertos de risa.

“Papá, ¿qué dijeron los policías?”, indagué. Él respondió: “Fue un “zángano”. Ingenuamente pensé que un zángano era algo así como un gusano o una araña que las había picado. Pero al día siguiente, mi curiosidad se elevó a la décima potencia, pues resultó ser que “zángano”, decían las mujeres, mientras yo en silencio y a escondidas, escuchaba sus conversaciones, era un brujo que misteriosamente llegaba a tocar y a sobar a las mujeres que le gustaban dándose gusto lujuriándolas, entre tanto estas no pueden siquiera moverse.

Pero este zángano fue muy atrevido: con una fina y delgada navaja había cortado faldas, peticotes, pantis, y cuanta prenda de vestir se ponen las mujeres para irse a las camas. Este zángano le descubrió la intimidad más profunda a cada una de aquellas muchachas y mujeres. ¡Vaya zángano! Cuentan que como adopta forma de espíritu satánico lujurioso, nadie pudo haberse dado cuenta.

Abogado.

Google noticias Panamá América

Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.

Clasiguía
Clasiguía

Primer año de gestión

100 Días de Gestión

Contenido Patrocinado

Empresas enfrentan el desafío de proteger su operación digital ante ciberamenazas y fallos tecnológicos

Transforman ideas en negocios sostenibles en Donoso

Clientes de Caja de Ahorros se beneficiarán de pagos digitales con Yappy

Últimas noticias

De acuerdo con sus familiares, el joven sufrió un ataque de epilepsia y cayó al agua. Foto. Sinaproc

Luego de hallar el cuerpo de un hombre de 48 años, sigue la búsqueda de un joven en el río Changuinola

Mujeres palestinas lloran durante el funeral de sus familiares en el hospital Al-Shifa. Foto: EFE

Los muertos en Gaza superan los 58,500 mientras las negociaciones siguen en fase inicial

'La Polla'. Foto: Instagram

La columna de Doña Perla

Técnicos de los equipos de la LPF. Foto:LPF

LPF, todo listo para arrancar el Clausura 2025

Samuel

Bryan 'La Roca' De Gracia quiere volver a primeros planos




Panamá América
  • Siguenos en:
  • videos
  • premium
  • e-papper
  • mis noticias
Buscar
Mapa del sitio
Clasificados
Publicidad
Grupo EPASA
Crítica
Día a Día
Mujer
Cine
Recetas
Impresos

Miembro de:

Miembro del PAL
Sociedad de prensa
Grupo EPASA

Todos los derechos reservados Editora Panamá América S.A. - Ciudad de Panamá - Panamá 2025.

Prohibida su reproducción total o parcial, sin autorización escrita de su titular.

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información "aquí".