“Vaya sandía y venga gloria”

“Educación sexual: dar las gracias después de hacer el amor” Anónimo

Conversaba en el Delirys de la Transístmica con el señor D’arena y Tito Piedra, cuando vimos pasar muy orondo a “Leonpamí” (apodo de Subarnipal, que también es apodo). Tito comentó: Ese habitante no se da cuenta de que debe tranquilizarse pues ya ronda los ochenta. El otro día lo pillé con una chiquilla, espléndida, reconozco, y parecía tener “buenas” intenciones con ella. ¿Y eso que? preguntó D’arena. Pues nada, dijo Tito, que un día veremos en las noticias que murió sin las botas puestas haciendo con esa chiquilla, a punta de Viagra, lo que era una faena para su nieto. Para no quedarme callado dije: Me huelen a envidia tus palabras. No, hombre, qué voy a envidiar, dijo, yo tengo mi amiga medio tiempo y nos va muy bien con la sandía. ¡Sandía! exclamamos al unísono D’arena y yo. «Sí, señor, sandía» confirmó Tito, y no pudimos evitar la lección: «Las sandías contienen ingredientes similares a los de la Viagra. Su consumo aumenta la libido y la capacidad amatoria de una persona –afirmó con cara de sabelotodo–. Prosiguió: Viagra, Cialis y Potenztabs24, son fármacos recetados que combaten la disfunción eréctil al dilatar los vasos sanguíneos. Aunque no lo crean, la sandía es una fruta que proporciona elementos de fortaleza “para eso”. Todo el mundo sabe que la sandía es buena, y su lista de beneficios compite con la del limón. Según los científicos, las claves de los portentos del consumo de sandía están en su contenido de citrulina, sustancia que tiene la capacidad de producir un relajamiento de los vasos capilares.?Además, al ser ingerida se convierte en un aminoácido llamado arginina, que es fiesta para el corazón y para el sistema circulatorio, encima fortalece el sistema inmunológico, ¿qué les parece?

Con razón “Torombolo” se harta de sandía, dijo D’arena. Por gusto, agregué yo. Esperen, se me olvidó decirles, dijo Tito, que hay un problema. Las mayor concentración de citrulina está en la parte blanca de la sandía que generalmente no se come. Apuesto que no demoran en encontrar nuevas variedades de sandías en las que las concentraciones de esa sustancia estén en su roja carne. Mira, dije, si de verdad la sandía es efectiva, nuestros parcieros (y yo también) se comerán hasta la cáscara aunque sea más verde que un perico.