Ideología
Venezuela: El socialismo del siglo XXI
Hugo Chávez no definió los rasgos doctrinarios de lo que denominó imprecisamente socialismo del siglo XXI. Pero los actos de gobierno instrumentados en 14 años lo sitúan
Hugo Chávez no definió los rasgos doctrinarios de lo que denominó imprecisamente socialismo del siglo XXI. Pero los actos de gobierno instrumentados en 14 años lo sitúan en el tránsito hacia el comunismo cubano, proclamado modelo ideológico de partido único, abolición progresiva de la propiedad privada, lucha de clases, control del pensamiento a través de medios estatales de comunicación, economía estatal centralizada, hostilidad abierta al capitalismo privado. El comunismo se definió en el siglo XIX como social democracia, hasta que Prouhon y Bakunin lo catalogaron como una variante degenerada del socialismo histórico, en célebres polémicas con Marx. Lenin atacó a la social democracia, despejando dudas acerca de la diferencia entre socialismo democrático y marxismo-leninismo dictatorial y autocrático.
Chávez retocó su discurso marxista-leninista con pinceladas de bolivarianismo premeditadamente seleccionados para intentar la conciliación del pensamiento del Libertador venezolano con el comunismo, como lo hacen los comunistas cubanos con José Martí, en un arbitrario proceso de tergiversación ideológica. Bolívar y Martí fueron antiimperialistas desde una perspectiva distinta a la de Chávez y Fidel Castro. Bolívar no quiso que el expansionismo territorial norteamericano hincara sus fauces en la América independizada del dominio español. Por ese motivo descartó su participación en el Congreso Anfictiónico de Panamá. Marx, lo mismo que Hegel, se burló de Simón Bolívar.
El engendro chavista carece de elementos de comparación con el socialismo fundacional del Conde de Saint-Simon, el socialismo comunitario de Charles Fourier, el socialismo violentista de Blanqui, el socialismo laborista de Blanc, el socialismo utópico de Cabet, el socialismo del Manifiesto de los Iguales de Babeuf; las distancias ideológicas se presentan, también, con el socialismo fabiano y el laborismo británico, para remitirnos solamente a los socialismos de Francia y Gran Bretaña. La revisión del socialismo contemporáneo aleja paralelos con el socialismo francés de Jaures, Blum y Gesde, reformado por François Mitterand, y con el socialismo obrero español revisado por la generación de Felipe González. La elucubración chavista es resultante de una mezcla de marxismo del siglo XIX, autoritarismo agropecuario de Juan Vicente Gómez, militarismo populista de Marcos Pérez Jiménez y, sobre todo, el comunismo cubano. Las cam- pañas de analfabetismo masivo, las misiones, la organización de los CDR – comités de defensa de la revolución- , la fijación del estereotipo del imperio en la hostil retórica revolucionaria tienen la huella indeleble del estilo cubano de comunismo trasplantado y ejecutado, como se sabe, por asesores cubanos en Venezuela.
El sepelio de Chávez exacerbó el culto a la personalidad típicamente leninista con ribetes de un frustrado embalsamamiento faraónico más el agregado de la necrofilia peronista desencadenada años atrás por el entierro apoteósico de Eva Duarte. Venezuela es el centro de un sincretismo ideológico de origen marxista, irradiado a los furgones de cola del Grupo del Alba, Celac, Unasur, etc. Alucinadas por el asistencialismo financiado con los ingresos petrolíferos que son de todos los venezolanos sin excepciones excluyentes, las masas seguirán respaldando el chavismo y sus clones, a pesar de que la inflación minimiza los aumentos salariales uniclasistas, y que la carestía de alimentos marcha ya a niveles que nunca soportaron los venezolanos. Secuela irrefutable de la depauperación económica de las clases bajas es la explosión de la delincuencia.
La información política revelada por los científicos sociales rusos demuestra que la Unión Soviética implosionó por las fallas internas del sistema económico controlado directamente por el partido comunista. El comunismo soviético se fue a la quiebra financiera y política por sus propios errores. El comunismo cubano está soportando los tiempos duros gracias a que Venezuela está reemplazando a la Unión Soviética en la ayuda económica. Merced a la ayuda millonaria de Chávez, Cuba recibe unos cien mil barriles diarios de petróleo sin pagar un centavo debido a un sistema sui géneris que permuta el barril de crudo cotizado por encima de los 100 dólares por los servicios de asesores cubanos.
De la genialidad geopolítica de los asesores cubanos proviene el nombramiento de Nicolás Maduro como presidente interino y candidato presidencial, arrasando la constitución aprobada para consumo político chavista. Usando los recursos estatales a su favor, Maduro cree asegurarse la prolongación del régimen chavista por 6 años más. Hay quienes piensan que no hay mal que dure 20años ni pueblo que lo resista.
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