Voto por Taiwan
Publicado 2005/10/02 23:00:00
- José Antonio Ardila Acuña
Es importante resaltar la alta calidad de los programas de planificación familiar.
Desde su fundación, en octubre de 1945, hasta la fecha, la membresía de la Organización de las Naciones Unidas se ha incrementado en 140 estados. Las cincuenta y una representaciones que originalmente firmaron la Carta de Constitución se comprometieron a mantener la paz y la seguridad internacionales; fomentar las relaciones de amistad entre las naciones; resolver problemas internacionales con ayuda de la cooperación del conglomerado de los países y promover el respeto de los derechos humanos, así como, servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones.
Uno de los estados signatarios de esta Carta, la República de China, la de Taiwan, ocupó su escaño por veinticinco años. Entonces, la Organización reconoció a la República Popular China como única representante del pueblo chino y como miembro permanente del Consejo de Seguridad. Según la Asamblea General de la ONU no había cabida para dos Chinas, a pesar del precedente de 1960, cuando aceptó la participación en este cónclave mundial de la República Democrática del Congo y la República Popular del Congo. Esa misma política la puso en práctica en 1973, al mostrar su conformidad con el ingreso de la República Federal de Alemania y la República Democrática Alemana y en 1991, cuando aceptó la incorporación de la República de Corea y de la República Popular Democrática de Corea.
Creo que en 1960, 1973 y 1991 se actuó imparcial y democráticamente. ¿Por qué no se ha actuado con Taiwan de igual manera? ¿Por qué no recapacita el Consejo de Seguridad y recomienda a La Asamblea General la admisión de la República de China, la de Taiwan, para que forme parte de este concierto de naciones?
Dudo que la mayoría de los 191 estados que conforman la ONU cumpla con los cuatro propósitos que establece la Carta, ni con la promoción del desarrollo económico y social, ni mucho menos con el impulso al desarme. En muy pocos países se reconocen la libertad y la igualdad del individuo; la solidaridad y la tolerancia entre las naciones; el respeto de la naturaleza y la responsabilidad común como se reconoce en Taiwan.
¿Y qué decir del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que se ha impuesto la ONU? Prácticamente Taiwan ha superado, ya, todas las expectativas al erradicar de su territorio la pobreza extrema y el hambre.
En los índices del desarrollo humano se encuentra entre los treinta primeros puestos del mundo, despuntando sobre países como Malasia, Chile, Cuba y Uruguay. Por otro lado, el índice de desempleo en la Isla, un problema del Tercer Mundo, es menor que en Japón, Reino Unido, Holanda y los Estados Unidos.
El sistema educativo de la isla no sólo se ubica entre los primeros del Asia-Pacífico, sino de la Tierra. Su sistema de enseñanza obligatoria comprende nueve años y el índice de alfabetismo, en personas mayores de 15 años, alcanza el 97%. Desde hace buen tiempo existe un maestro por cada 17 estudiantes escolares y universitarios.
En tanto, el sistema sanitario posee niveles del mundo desarrollado, lo que le da autoridad para enviar misiones médicas alrededor del Tercer Mundo. La tasa de mortalidad infantil en Taiwan es de 6,6 sobre 1000, un índice inferior al de Nueva Zelanda, República de Corea y de la República Popular China. La esperanza de vida de las mujeres taiwanesas es de 78 años, superior a la realidad de muchos países. Es importante resaltar la alta calidad de los programas de planificación familiar, considerado entre los mejores del planeta.
Además, las leyes han sido modificadas para eliminar la discriminación por motivos de género. En la actualidad, el 20 por ciento de los cargos del poder ejecutivo ha sido ocupado por las mujeres. Cifra únicamente comparable con Suecia, Finlandia y Noruega.
El gobierno de Taiwan, en su afán por garantizar la sostenibilidad de medio ambiente, ha destinado, aproximadamente, el 19.5 por ciento del territorio nacional para la formación de un complejo sistema de conservación que incluye seis parques nacionales, diecinueve reservas naturales, nueve reservas forestales, dieciséis santuarios para la vida silvestre y treinta importantes habitats de la vida silvestre.
¿Cómo es posible que este concierto de países se prive de una voz vigorosa, trabajadora y cooperadora al excluir a Taiwan de participar en la ONU?
Estoy seguro que más temprano que tarde, estos concertistas se darán cuenta de su error y lo rectificarán admitiendo a la República de China, la de Taiwan, como una de sus miembros con derechos equitativos.
Uno de los estados signatarios de esta Carta, la República de China, la de Taiwan, ocupó su escaño por veinticinco años. Entonces, la Organización reconoció a la República Popular China como única representante del pueblo chino y como miembro permanente del Consejo de Seguridad. Según la Asamblea General de la ONU no había cabida para dos Chinas, a pesar del precedente de 1960, cuando aceptó la participación en este cónclave mundial de la República Democrática del Congo y la República Popular del Congo. Esa misma política la puso en práctica en 1973, al mostrar su conformidad con el ingreso de la República Federal de Alemania y la República Democrática Alemana y en 1991, cuando aceptó la incorporación de la República de Corea y de la República Popular Democrática de Corea.
Creo que en 1960, 1973 y 1991 se actuó imparcial y democráticamente. ¿Por qué no se ha actuado con Taiwan de igual manera? ¿Por qué no recapacita el Consejo de Seguridad y recomienda a La Asamblea General la admisión de la República de China, la de Taiwan, para que forme parte de este concierto de naciones?
Dudo que la mayoría de los 191 estados que conforman la ONU cumpla con los cuatro propósitos que establece la Carta, ni con la promoción del desarrollo económico y social, ni mucho menos con el impulso al desarme. En muy pocos países se reconocen la libertad y la igualdad del individuo; la solidaridad y la tolerancia entre las naciones; el respeto de la naturaleza y la responsabilidad común como se reconoce en Taiwan.
¿Y qué decir del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que se ha impuesto la ONU? Prácticamente Taiwan ha superado, ya, todas las expectativas al erradicar de su territorio la pobreza extrema y el hambre.
En los índices del desarrollo humano se encuentra entre los treinta primeros puestos del mundo, despuntando sobre países como Malasia, Chile, Cuba y Uruguay. Por otro lado, el índice de desempleo en la Isla, un problema del Tercer Mundo, es menor que en Japón, Reino Unido, Holanda y los Estados Unidos.
El sistema educativo de la isla no sólo se ubica entre los primeros del Asia-Pacífico, sino de la Tierra. Su sistema de enseñanza obligatoria comprende nueve años y el índice de alfabetismo, en personas mayores de 15 años, alcanza el 97%. Desde hace buen tiempo existe un maestro por cada 17 estudiantes escolares y universitarios.
En tanto, el sistema sanitario posee niveles del mundo desarrollado, lo que le da autoridad para enviar misiones médicas alrededor del Tercer Mundo. La tasa de mortalidad infantil en Taiwan es de 6,6 sobre 1000, un índice inferior al de Nueva Zelanda, República de Corea y de la República Popular China. La esperanza de vida de las mujeres taiwanesas es de 78 años, superior a la realidad de muchos países. Es importante resaltar la alta calidad de los programas de planificación familiar, considerado entre los mejores del planeta.
Además, las leyes han sido modificadas para eliminar la discriminación por motivos de género. En la actualidad, el 20 por ciento de los cargos del poder ejecutivo ha sido ocupado por las mujeres. Cifra únicamente comparable con Suecia, Finlandia y Noruega.
El gobierno de Taiwan, en su afán por garantizar la sostenibilidad de medio ambiente, ha destinado, aproximadamente, el 19.5 por ciento del territorio nacional para la formación de un complejo sistema de conservación que incluye seis parques nacionales, diecinueve reservas naturales, nueve reservas forestales, dieciséis santuarios para la vida silvestre y treinta importantes habitats de la vida silvestre.
¿Cómo es posible que este concierto de países se prive de una voz vigorosa, trabajadora y cooperadora al excluir a Taiwan de participar en la ONU?
Estoy seguro que más temprano que tarde, estos concertistas se darán cuenta de su error y lo rectificarán admitiendo a la República de China, la de Taiwan, como una de sus miembros con derechos equitativos.
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