El Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí ocupa 14,740 hectáreas de islas y aguas marinas en el Pacífico occidental
Refuerzan las medidas para controlar pesca deportiva
Turistas nacionales y extranjeros llegan cada año a las costas chiricanas, atraídos por la posibilidad de capturar peces como el marlín, espada y vela. La Arap cuenta con normativas que prohíben la pesca excesiva de algunas especies protegidas, por lo cual aplicará multas a partir del próximo mes.
Con el proposito de garantizar la sostenibilidad de la actividad turística en las diversas islas y zonas costeras del Pacífico y el Golfo de Chiriquí, la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (Arap) sancionará por primera vez a quienes incumplan el resuelto 002 del 16 de febrero de 2012, que regula la pesca deportiva.
Para tal fin, la entidad efectuará, a partir del 1 de septiembre, más de 20 operativos por mar y tierra durativos durante los cuales toda persona que sea sorprendida capturando peces de forma deportiva con fines mercantiles será sancionada con multas que van desde los 10 mil hasta los 25 mil dólares, tal como se establece en la norma.
Según Elmer Romero, director regional de la Arap en Chiriquí, el resuelto busca que las personas tomen conciencia de resguardar los recursos marinos y las especies protegidas como el pez espada, el marlín, dorado, tuna, robalo y mero, entre otros.
Explicó que mantienen una lucha con los pescadores locales, porque en reiteradas ocasiones han sido sorprendidos capturando más de cinco unidades de una misma especie en áreas donde se desarrolla la pesca turística y deportiva, lo cual está prohibido.
Zonas como Boca Vieja, el Parque Marino del Golfo de Chiriquí, La Barqueta e Isla Coiba, son algunos lugares donde se realiza la actividad y donde se mantienen operativos con diversas entidades para reducir el nivel de muertes de peces.
Actualmente la Arap mantiene acercamientos con la Autoridad Marítima de Panamá, Autoridad de Turismo de Panamá, Autoridad Nacional del Ambiente, Servicio Nacional Aeronaval y con la Policía Nacional, para lograr que los turistas y pescadores conozcan la normativa que rige en nuestro país.
Para Rubén Villalobos, residente por 71 años en el corregimiento de Boca Chica, distrito de San Lorenzo, las personas que se dedican a la pesca artesanal y deportiva tienen la obligación de conservar el recurso, porque si no se hace se puede empezar a afectar la biodiversidad que es el atractivo que buscan los extranjeros que llegan a la región.
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