Los anfitriones del serpentario en el valle de antón educan a las personas para evitar que los reptiles mueran.
Temor hacia las serpientes aumenta número de plagas
El temor generalizado que existe hacia las serpientes proviene de mitos creados por películas y otros medios que las pintan como asesinas. El objetivo del serpentario es que quienes lo visitan entiendan el comportamiento de las víboras y que no les tengan temor sin fundamento.
La muerte de serpientes que no son venenosas a manos de personas que sienten un temor infundado hacia ellas ha provocado un desbalance en la naturaleza que propicia el aumento de plagas como roedores, murciélagos y vampiros.
Generalmente, cuando la gente ve a una serpiente siente temor, asco y rabia, porque piensa en monstruos asesinos, pero la mayoría de ellas son inofensivas para los humanos.
Para explicar la utilidad que tienen estos animales y disipar temores inmerecidos, abrió en El Valle de Antón el Centro de Educación, Conservación e Investigaciones de Herpetofauna (Cecih), mejor conocido como “El Serpentario”.
Quienes lo visitan pueden conocer el papel que estas criaturas juegan en la naturaleza, y se les enseña a entenderlas y a conservarlas en su hábitat natural.
Pasión familiar
Mario Urriola y su esposa, Marielena, son los anfitriones en la “Finca El Hueco”, del barrio Capirita. Al lugar acude mucha gente, sobre todo estudiantes interesados en conocer más sobre las serpientes.
Mario, un biólogo y experto en serpientes, abrió el local para tratar de evitar que continúe la disminución y desaparición de especies debido a la destrucción de los hábitats, la extracción y comercialización ilegal de especies, y la falta de entidades estatales y privadas que se encarguen de brindar educación sobre la protección y convivencia con los reptiles en el país.
Marielena es guía de turismo y atiende a los visitantes. “Hay animales e insectos mucho más peligrosos que las serpientes, como el mosquito y las ratas”, dijo.
“Con el serpentario tratamos de orientar a la población, y en especial a niños, para que las conozcan y sepan que sí tienen un grado de peligro, pero que no hay que invadir su espacio”, afirma.
Desbalance ambiental
En este serpentario hay unas 64 serpientes y 9 especies, de las cuales las más comunes son la boa constrictora y la serpiente "X", que envía a más personas a los hospitales, porque es venenosa, agresiva y peligrosa. Los estudios indican que las más amenazadas son las serpientes gallota o cazadora de víboras, la comedora de víboras de altura, la sabanera, la pajarera o voladora, la iguanera y la alacranera, las cuales no representan peligro para las personas, pero las matan por temor a ellas. La desaparición de serpientes ha aumentado los ratones y ratas, murciélagos y vampiros, que se convierten en plagas y que transmiten enfermedades, lo que los hace potencialmente más peligrosos.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.