Se trata de la producción de setas a través del aprovechamiento de residuos agroindustriales
Venta de hongos puede ser una oportunidad rentable
En 1997, la Unachi construyó la primera planta de investigación de hongos comestibles, que ocupó 150 metros y hoy se extiende unos 530. Tras más de 15 años de trabajo ininterrumpido, los estudios están dando resultados concretos y ya se vislumbra con optimismo este tipo de actividad.
La producción de hongos o setas comestibles en Panamá está a punto de convertirse en una alternativa de producción rentable para agricultores panameños, gracias a los esfuerzos de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi) y del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida).
Y es que en la planta de investigación sobre el producto, instalada desde 1997 en el Centro de Estudios Chiricano, hasta la fecha se han validado 17 variedades de setas nativas de Panamá y 10 procedentes de México, Estados Unidos y Japón, lo cual ha llamado la atención de las autoridades locales y nacionales.
Es por ello que, a fin de capacitar al personal técnico del ministerio y que este, a su vez, transfiera las tecnologías de cultivo en las comunidades rurales, se han estado realizando diversos seminarios para productores de todo el país, y que aparte de adentrarse en un nuevo producto, puedan fortalecer la nutrición de sus familias.
Labor de investigación
La fisicoquímica y directora de la Planta de Investigación de Hongos, Aracelly Vega, señaló que este lugar tiene un espacio físico de 530 metros con las condiciones adecuadas para su reproducción.
“Nosotros realizamos investigaciones sobre la validación y reproducción de cepas de hongos de las variedades Pleurotus, entre otras, y buscamos la validación y multiplicación de las cepas a través del uso de residuos agroindustriales”, afirmó Vega.
La producción de hongos en nuestro medio depende de las zonas donde se ubican las fincas de los productores interesados. Por ejemplo, el hongo “shiitake” solo se da en zonas altas como Boquete y Volcán, y para tierras bajas hay otras especies que se pueden producir, como algunas del género Pleurotus.
La profesora Vega agrega que, aunque la universidad no puede dedicarse a la producción de hongos para la comercialización propiamente dicha, lo que sí puede hacer es convertirse en facilitador de los estudios para que, a través de la empresa privada, se pueda explotar esta actividad.
Afirma que en la actualidad se usan residuos de cáscara de arroz, pulpa de café, tuza de maíz y rastrojos de frijoles para reproducir las cepas de los hongos bajo las temperaturas adecuadas.
El doctor Heriberto Franco, quien labora en la planta de Unachi, señala que Panamá tiene las condiciones para la reproducción del hongo por su clima tropical.
“En la planta mantenemos una humedad de 85% con una temperatura de 20 a 28 grados, lo que facilita la reproducción de las cepas y que podamos lograr la producción de 50 libras de hongos por semana”, asegura el doctor Franco.
El hongo tiene 43% de proteína, cuando la carne solo tiene un 25%; además tiene concentraciones de hierro, fósforo, contiene vitaminas, es anticancerígeno y bajo en grasa.
A comienzos de febrero el Mida realizó capacitaciones sobre este novedoso tema con expertos de México y Panamá.
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