Realidades sobre el benzoilo y el cáncer

El acné sigue siendo el gran enemigo de jóvenes y adultos, una batalla que no siempre parece tener fin y cuyas luchas orillan a muchos a experimentar con distintos tipos de tratamientos.

Entre los más comunes, se encuentra el peróxido de benzoilo, utilizado durante más de 40 años. Sin embargo, ha surgido una duda sobre su seguridad, relacionada con la posibilidad de que su uso podría estar asociado al cáncer.

El dermatólogo José Manuel Ríos Yuil explicó en sus redes que la preocupación surgió porque el peróxido de benzoilo puede degradarse a benceno bajo ciertas condiciones, como exposición al calor. Sin embargo, destacó que los estudios retrospectivos realizados hasta la fecha no han mostrado una diferencia significativa en la incidencia de cáncer entre las personas que usan peróxido de benzoilo y aquellas que no lo usan.

Según Ríos Yuil, "no hay evidencia suficiente que sugiera que el peróxido de benzoilo esté directamente relacionado con un mayor riesgo de cáncer en los usuarios", a pesar de la presencia de benceno en algunas concentraciones.

Aunque se ha hablado de la posible formación de benceno al usar productos con peróxido de benzoilo, Ríos Yuil puntualizó que las personas ya están expuestas a niveles mucho mayores de benceno en su vida cotidiana. Fuentes comunes de exposición incluyen la contaminación ambiental, el humo del cigarrillo y los gases provenientes de la gasolina, entre otros.

Dado que el peróxido de benzoilo sigue siendo considerado un tratamiento efectivo para el acné, Ríos Yuil recomienda que los usuarios continúen utilizándolo con precaución.

A pesar de los hallazgos sobre la posible presencia de benceno, no hay pruebas concluyentes que sugieran que se debe suspender su uso. Sin embargo, para reducir cualquier riesgo potencial, se sugieren tomar algunas medidas preventivas:

Almacenamiento adecuado: Es importante mantener los productos que contienen peróxido de benzoilo en lugares frescos, preferiblemente en la nevera, para evitar su exposición al calor, lo cual podría favorecer la degradación del compuesto.

No utilizar productos vencidos: Los productos caducados pueden ser más susceptibles a cambios químicos no deseados, incluida la formación de benceno.

Comprar productos de fuentes confiables: Asegúrese de que los productos sean adquiridos en establecimientos de confianza, ya que el transporte y almacenamiento inadecuado durante la venta en línea pueden exponer los productos a temperaturas extremas.