100 años panamá américa
Cariñoso recibimiento tuvo Isabel II en Panamá: ¿Qué hizo la reina cuando visitó el país?
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Este año, "Panamá América" cumple 100 años y para celebrarlo reproducimos una serie de artículos de coberturas históricas durante este periodo.

La reina Isabel II junto al presidente José Antonio Remón Cantera. Foto. Grupo Epasa

La reina Isabel en las esclusas de Miraflores. Foto: Panamá América
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El programa para saludar a la reina Isabel II y al duque de Edimburgo, el 29 de noviembre de 1953, se inició en Colón, donde se le brindó una de las más entusiastas bienvenidas que recuerda la historia de la ciudad. Desde temprano las calles por donde pasaría la reina estaban atestadas de una enorme multitud que había invadido las aceras, copado los balcones y hasta los postes del alumbrado.
Al cruzar el automóvil que conducía al presidente de la República, José Antonio Remón Cantera, y a la soberana inglesa, los límites de la entonces Zona del Canal, el pueblo rompió en atronadores aplausos mientras el automóvil avanzaba lentamente y con dificultad en medio de un numeroso público.
Miembros de la Policía Secreta custodiaban el automóvil luchando contra la multitud que pugnaba por acercarse a saludar a la reina, mientras ella, protegida con una sombrilla verde, saludaba sonriendo. El entusiasmo de la ciudad de Colón contrastó con la severidad con que se desarrolló el programa en los muelles de Cristóbal, donde todos los actos se cumplieron en forma cronométrica. El peso de la tradición se manifestó en un viejo empleado de los muelles, que limpió con una toalla el piso por donde debería avanzar la reina.
Al salir de Colón, el presidente de la República, la reina y su comitiva se dirigieron a Sabanitas, donde el mandatario panameño se despidió de la soberana. Escoltada siempre por la Policía de Panamá, la reina y el duque de Edimburgo se dirigieron por la carretera Transístmica hacia los límites de la Zona del Canal. Allí una guardia de policías de los Estados Unidos de Norteamérica se constituyó en guardia de honor, durante su visita por la zona canalera.
La reina, cumpliendo el programa, visitó las esclusas de Miraflores y tomó los controles de las esclusas para dar paso a un buque de la Flota Blanca que atravesaba el Canal con una carga de bananos de Puerto Armuelles. Inmediatamente la caravana real se dirigió a la residencia del Gobernador de la Zona del Canal, donde se brindó un almuerzo.
Antes de la llegada a la Casa de Gobierno de la Zona, miles de norteamericanos, desafiando un fuerte aguacero, saludaron a la real pareja, que avanzaba despacio por las calles de Balboa. Ambos lados de las aceras estaban atestados de norteamericanos, algunos con vestidos de baño, que soportaron las inclemencias del tiempo para darle la bienvenida a Isabel II.
En las últimas horas de la tarde, S.M. Isabel II inició su recorrido por las calles de la ciudad, entrando por avenida A, en el límite de la calle 26 de El Chorrillo. Una muchedumbre, que sumaba muchos millares de personas, atiborró las calles durante el trayecto y cerró tan estrechamente las vías, que solamente había espacio para el carro de la reina y los de su comitiva.
Las motocicletas infructuosamente trataban de retirar a la gente que había en las calles porque la muchedumbre, delirante de júbilo, se acercaba al carro, aplaudiendo a la soberana, quien saludaba amablemente al público.Cuando la reina y su equipo llegaron a la Embajada Británica, esta se encontraba casi bloqueada por los habitantes de la ciudad, entre los cuales se hallaba un crecido número de súbditos británicos y panameños de origen antillano. La reina entró a la embajada y luego, por medio de altoparlantes, se dirigió a más de un millar de personas que rodeaban el edificio, a muchos de los cuales se dejó llegar hasta los jardines.
En la noche, a las 8:25, la soberana inglesa llegó al palacio presidencial, donde fue recibida a los acordes del Himno Nacional y el de Gran Bretaña, luego fue llevada al Salón del Consejo de Gabinete, donde la esperaba el presidente Remón, su señora Doña Cecilia P. de Remón, los miembros del gabinete y sus señoras.
Terminado el banquete, la reina Isabel II, acompañada por su comitiva y los ministros de Estado, salió hacia el Club Unión, donde llegó a las 10: 30 para atender la recepción que le ofrecía el excelentísimo señor presidente de la República.
Cerca de un millar de personas se encontraban en el Club Unión, alineadas desde la puerta de entrada para homenajear a la reina. La soberana y el duque de Edimburgo partieron a la mañana siguiente, a las 7, rumbo a las islas Fiji a bordo del barco real "Gothic", después de permanecer en el Istmo por 24 horas y recibir del pueblo, el Gobierno panameño, las autoridades y la población de la Zona del Canal un cálido y espontáneo recibimiento.
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