Cientficos identifican un gen que controla la grasa
- Internacional
La existencia de un gen explica por qu'e9 tantas personas batallan sin 'e9xito para perder peso.
Un equipo de la Universidad de Texas manipuló el gen llamado adiposa, para alterar la cantidad de tejido graso producido por moscas, gusanos y ratones.
Si el mismo efecto pudiera lograrse en humanos, que también son portadores de este gen, es de esperar que pueda conducir al descubrimiento de nuevas maneras de combatir la obesidad y la diabetes.
El estudio fue publicado en la revista Cell Metabolism.
"Desde los gusanos hasta los mamíferos, este gen controla la producción de grasa", dijo el director de la investigación, el doctor Jonathan Graff.
"Eso explicaría por qué tantas personas luchan para perder peso, y sugiere una completamente nueva ruta para el desarrollo de tratamientos médicos para la actual epidemia de obesidad."
"Posiblemente, si se pudiera afectar a este gen, aunque fuera sólo un poco, se podría lograr un efecto benéfico", afirmó Graff.
El gen de la adiposa fue descubierto en moscas gordas de las frutas hace más de 50 años, pero los científicos no habían logrado precisar de manera exacta en que desempeña su papel.
El equipo tejano utilizó varios métodos para activar y desactivar el gen en varias etapas de la vida del animal y en diferentes partes de sus cuerpos.
Su trabajo sugiere que el gen actúa como un interruptor de alto nivel que le dice al cuerpo que acumule o queme grasa.
Ratones con una actividad adiposa incrementada experimentalmente, comían más o menos lo mismo que un ratón normal.
Sin embargo eran flacos, tenían células grasas que resistían la diabetes y tenían mejor capacidad de control del metabolismo de la insulina y del azúcar en la sangre.
Por el contrario, animales con actividad adiposa reducida eran más gordos y tenían diabetes.
Los investigadores también mostraron que la actividad del gen podía acelerarse o disminuirse, no sólo activarse o desactivarse.
El doctor Graff dice que esto incrementa el potencial para manipular su efecto en el tratamiento de la obesidad.
El próximo paso será probar los mecanismos exactos a través de los cuales el gen ejerce su control.
Sin embargo, el doctor David Alzan, director clínico de la organización Nacional Obesity Forum, advirtió que el desarrollo de tratamientos genéticos contra la obesidad podría demorarse muchos años.
Mientras tanto, advirtió que la única manera de combatir el problema de manera efectiva era promoviendo el ejercicio y la alimentación sana en la población.
"No quiero que mis pacientes vengan a decirme: "No es lo que como, todo está en mis genes","dijo.
"No hay que darle a los pacientes otra excusa para que se comporten como víctimas", recalcó el Dr. Alzan.
Sin embargo, expertos en salud han advertido que la obesidad se ha convertido en la causa principal de enfermedades crónicas en el mundo entero.
Investigadores y académicos reunidos en el mayor foro internacional sobre la obesidad y el sobrepeso, que se lleva a cabo en Sydney, Australia, afirmaron que este problema afecta tanto a los países en desarrollo como a muchas de las naciones ricas de Occidente.
La obesidad es una plaga internacional", dijo el académico Paul Zimmet, presidente del encuentro que congregó a más de 2.500 expertos de todo el mundo.
"Es una amenaza tan importante como el calentamiento global o la gripe aviar", agregó.
Otros investigadores señalaron que el costo del tratamiento de las enfermedades relacionadas con el sobrepeso es enorme, superando los miles de millones de dólares, en países como Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
Uno de los problemas más graves, señalaron los científicos, es el incremento de los índices de obesidad en los niños.
Según la catedrática Kate Steinbeck, experta en salud infantil del Hospital Real Príncipe Alfredo en Sydney, los niños de esta generación serán los primeros en la historia en morir antes que sus padres, por enfermedades derivadas del exceso de peso.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, mil millones de adultos padecen de sobrepeso y 300 millones de ellos son clínicamente obesos. Esto significa que corren mayores riesgos de sufrir diabetes, enfermedades coronarias, presión arterial alta, ataques cardíacos y algunas formas de cáncer.
El gen controla la acumulación de grasa en numerosas especies, desde los gusanos hasta los mamíferos.
El gen adiposo actúa como un director de orquesta que indica al organismo cuánta grasa debe acumular o quemar. Primero se descubrió en moscas y ahora se ha comprobado que regula también el metabolismo de gusanos y ratones. Si en humanos funcionara de la misma manera, podría ser el comienzo de un nuevo tratamiento contra la obesidad.
Los animales que heredan una copia del gen se convierten en obesos y resistentes a la insulina, mientras que aquéllos con un actividad más potente adelgazan.La "dosis" de este gen determinaría la esbeltez. Un tratamiento para la obesidad debería modular su acción, como el volumen de una radio, algo más sencillo que si se intentara anular o activar.
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