El anticongelante de los peces Antárticos
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Hace treinta y cinco años, Arthur DeVries de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign documentó por primera vez las glicoproteínas anticongelantes (AFGPs) en los peces nototenoideos del Antártico. Ahora, tres colegas anuncian que han resuelto el misterio largamente mantenido sobre dónde se producen estas AFGPs que le permiten al pez sobrevivir en aguas heladas.
"Desde el descubrimiento de estas proteínas anticongelantes, se asumió que tenían que ser producidas en el hígado, ya que el hígado de los vertebrados es bien conocido como fuente de proteínas secretadas en el plasma, así que no había razón para pensar lo contrario", explica Chi-Hing C. Cheng, profesora de biología animal. "Pero nuestro hallazgo demuestra que el hígado no ejerce ningún papel en el mecanismo de estos peces para evitar la congelación".
En lugar de esto, las proteínas anticongelantes (AFGPs) se originan principalmente en el páncreas y en el estómago, según descubrieron Cheng, Paul A. Cziko y Clive W. Evans en su estudio. Cziko es un investigador especialista de la Universidad de Illinois. Evans es profesor de genética molecular y desarrollo en la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda.
Cheng y sus colegas utilizaron una técnica especial con el ARN de varios tejidos para realizar una hibridación con una sonda de genes AFGP. Una fotografía clara de la expresión del ARNm de las AFGPs apareció en los exámenes de tejidos pancreáticos en todos los nototenoideos estudiados.
Un análisis de ARN de los tejidos de un solo nototenoideo reveló que la porción anterior del estómago, al lado de la unión del esófago y el estómago, era el otro sitio con fuerte expresión del ARNm de las AFGPs.
Utilizando anticuerpos, los investigadores encontraron la ausencia de síntesis hepática, y una fuerte expresión pancreática en larvas de pez recientemente salidas del cascarón, y también en ejemplares un poco más crecidos.
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) los peces de la Antártida se clasifican en:
Especies bentónicas costeras: hasta unos 500 m de profundidad. Incluyen 90 especies que pertenecen a 11 familias, de las que 6 son de los nototenoideos (semejantes a los Nototheniidae).
Especies bentónicas de aguas profundas. Este grupo comprende 43 especies que pertenecen a 6 familias, 4 de las cuales son nototenoideos.
Especies bentopelágicas, que se distribuyen desde la plataforma hasta el talud continental, y algunas hasta grandes profundidades. Este grupo comprende 25 especies que pertenecen a 6 familias: 3 son Gadiformes.
Especies epipelágicas: de aguas superficiales, hasta unos 200 metros de profundidad. Corresponde a un grupo de 13 especies que pertenecen a 6 familias, todas de diferentes ordenes.
Especies mesopelágicas y batipelágicas, que habitan a profundidades superiores de 300 m. Este es un grupo muy grande y diversificado, que abarca unas 70 especies que pertenecen a 20 familias. La familia más numerosa es la Myctophidae (peces linterna).
Según la información de la FAO, en los peces Antárticos predominan las formas pequeñas. Al menos la mitad de las especies no superan los 25 cm de longitud. Hay algunas especies que son de crecimiento rápido, como la Notothenia rossii (la especie más explotada en las aguas Antárticas) y Champsocephalus gunarii. Pero, la mayoría son de crecimiento lento y tienen una vida larga.

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