¿Marihuana contra el cáncer?
Publicado 2006/05/25 23:00:00
La gente que fuma marihuana podría correr menos riesgo de desarrollar cáncer de pulmón que los que fuman tabaco, según un nuevo estudio.
El estudio en 2.200 personas en Los Angeles halló que hasta los que consumen grandes cantidades de marihuana no tenían más posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón, cabeza o garganta que los no usuarios, en contraste con los que fuman tabaco, cuyo riesgo aumenta cuanto más fuman.
Los hallazgos constituyen una sorpresa, porque el humo de la marihuana tiene algunas de las mismas substancias cancerígenas que el humo del tabaco, con frecuencia en mayores concentraciones, dijo el investigador en jefe Donald Tashkin, profesor de David Geffen School of Medicine de la Universidad de California, Los Angeles.
Una posible explicación es que el tetrahidrocanabinol, un ingrediente clave en la marihuana que no está presente en el tabaco, podría inhibir el crecimiento de tumores, dijo en una entrevista.
``Uno no puede darle a la marihuana un certificado de que no afecta la salud", dice Tashkin, que presentó el estudio a una conferencia de la Sociedad Torácica Estadounidense ayer.
``No le daría a ninguna cosa que se fume un certificado de que no afecta la salud. Todo lo que podemos decir es que no hemos podido confirmar nuestra sospecha de que la marihuana podría ser un factor de riesgo para el cáncer de pulmón, cabeza y garganta".
Unos 1.200 adultos de menos de 60 años con cáncer de pulmón, lengua, boca, garganta o esófago participaron en el estudio, así como unas 1.000 personas sin cáncer, entre 1999 y el 2003.
Otros estudios habían sugerido que fumar marihuana era un factor de riesgo para el cáncer, dijo Tashkin. Los consumidores de marihuana inhalan más profundo que los fumadores de tabaco, y con frecuencia retienen el humo en los pulmones por cuatro veces más tiempo, depositando con ello más alquitrán, dijo.
Los resultados del estudio de Tashkin confirman investigaciones previas, dijo Paul Armentano, analista jefe de políticas de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes sobre Marihuana, que aboga por la legalización del uso de la marihuana.
``Serán resultados sorprendentes por la forma en que el gobierno y los medios han presentado a la marihuana por años: como un agente cancerígeno", dijo Armentano en una entrevista.
En un escrito de la corte del emperador Shen Nung que data del 2737 a. C. se encuentra la primera descripción completa de la planta conocida como cáñamo. Se recomienda contra la malaria, los dolores reumáticos y los desórdenes femeninos.
La Cannabis es una planta originaria de las planicies de Asia central, difundida a todo el globo terráqueo gracias a la intervención humana. A causa de su rápida propagación y adaptabilidad ambiental, la Cannabis tuvo un gran impacto en las expresiones de diversas culturas. Los asirios, por ejemplo, conocían la hierba y se sabe que la usaban al menos desde el siglo IX a.C. como anestésico y para enfrentar el viaje a la muerte.
En los escritos sánscritos se habla de las "píldoras de la alegría" compuestas con goma de cáñamo y azúcar.
Se cultivó extensamente en la India y formó parte de la religión hindú.
Se menciona en los escritos de Sustra, el tratado más antiguo de medicina hindú, y en los libros de los vedas se le atribuye orígenes divinos denominándosele Vilahia, que significa Productora de la vida.
De acuerdo a ciertos autores, el cáñamo fue introducido en América Latina por los esclavos negros; de acuerdo a otras fuentes, llegó gracias a los colonialistas ingleses, españoles o portugueses.
Sea cual sea la vía por la que haya llegado, es un hecho que los indígenas mesoamericanos la adoptaron como parte de su medicina natural desde hace ya cientos de años. En la actualidad, los tepehuas de México la utilizan también con propósitos rituales, especialmente cuando escasea el peyote.
El estudio en 2.200 personas en Los Angeles halló que hasta los que consumen grandes cantidades de marihuana no tenían más posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón, cabeza o garganta que los no usuarios, en contraste con los que fuman tabaco, cuyo riesgo aumenta cuanto más fuman.
Los hallazgos constituyen una sorpresa, porque el humo de la marihuana tiene algunas de las mismas substancias cancerígenas que el humo del tabaco, con frecuencia en mayores concentraciones, dijo el investigador en jefe Donald Tashkin, profesor de David Geffen School of Medicine de la Universidad de California, Los Angeles.
Una posible explicación es que el tetrahidrocanabinol, un ingrediente clave en la marihuana que no está presente en el tabaco, podría inhibir el crecimiento de tumores, dijo en una entrevista.
``Uno no puede darle a la marihuana un certificado de que no afecta la salud", dice Tashkin, que presentó el estudio a una conferencia de la Sociedad Torácica Estadounidense ayer.
``No le daría a ninguna cosa que se fume un certificado de que no afecta la salud. Todo lo que podemos decir es que no hemos podido confirmar nuestra sospecha de que la marihuana podría ser un factor de riesgo para el cáncer de pulmón, cabeza y garganta".
Unos 1.200 adultos de menos de 60 años con cáncer de pulmón, lengua, boca, garganta o esófago participaron en el estudio, así como unas 1.000 personas sin cáncer, entre 1999 y el 2003.
Otros estudios habían sugerido que fumar marihuana era un factor de riesgo para el cáncer, dijo Tashkin. Los consumidores de marihuana inhalan más profundo que los fumadores de tabaco, y con frecuencia retienen el humo en los pulmones por cuatro veces más tiempo, depositando con ello más alquitrán, dijo.
Los resultados del estudio de Tashkin confirman investigaciones previas, dijo Paul Armentano, analista jefe de políticas de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes sobre Marihuana, que aboga por la legalización del uso de la marihuana.
``Serán resultados sorprendentes por la forma en que el gobierno y los medios han presentado a la marihuana por años: como un agente cancerígeno", dijo Armentano en una entrevista.
En un escrito de la corte del emperador Shen Nung que data del 2737 a. C. se encuentra la primera descripción completa de la planta conocida como cáñamo. Se recomienda contra la malaria, los dolores reumáticos y los desórdenes femeninos.
La Cannabis es una planta originaria de las planicies de Asia central, difundida a todo el globo terráqueo gracias a la intervención humana. A causa de su rápida propagación y adaptabilidad ambiental, la Cannabis tuvo un gran impacto en las expresiones de diversas culturas. Los asirios, por ejemplo, conocían la hierba y se sabe que la usaban al menos desde el siglo IX a.C. como anestésico y para enfrentar el viaje a la muerte.
En los escritos sánscritos se habla de las "píldoras de la alegría" compuestas con goma de cáñamo y azúcar.
Se cultivó extensamente en la India y formó parte de la religión hindú.
Se menciona en los escritos de Sustra, el tratado más antiguo de medicina hindú, y en los libros de los vedas se le atribuye orígenes divinos denominándosele Vilahia, que significa Productora de la vida.
De acuerdo a ciertos autores, el cáñamo fue introducido en América Latina por los esclavos negros; de acuerdo a otras fuentes, llegó gracias a los colonialistas ingleses, españoles o portugueses.
Sea cual sea la vía por la que haya llegado, es un hecho que los indígenas mesoamericanos la adoptaron como parte de su medicina natural desde hace ya cientos de años. En la actualidad, los tepehuas de México la utilizan también con propósitos rituales, especialmente cuando escasea el peyote.
Cáñamo es el término castellano que reciben las plantas pertenecientes al género Cannabis en cualquiera de sus tres variedades: sativa, índica y rudelaris.
Aunque existe cierta controversia respecto a las rutas de expansión que siguió la Cannabis, no hay duda alguna de que su origen es asiático. Durante milenios, los hindúes han consumido tres diferentes psicoactivos derivados del cáñamo. El más débil es el bhang: hojas, semillas y tallos de la planta hembra triturados. El ganja resulta dos o tres veces más fuerte al incluir también los concentrados de las flores.
El más potente es el charas, la resina pura que en Oriente Medio se conoce como hachís.
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