No te turbes: Cuidado!
No permitas que la perturbación te arruine la vida, que tus preocupaciones te enloquezcan, que tus miedos te paralicen y te desesperen.
No permitas que la perturbación te arruine la vida, que tus preocupaciones te enloquezcan, que tus miedos te paralicen y te desesperen.
La critica debe ser, siempre lógica y coherente. Ausentar la critica de la lógica y de la coherencia propias que le son consustanciales, debilita el argumento.
Pero el peso del universo es más de lo que los hombros fatigados de un individuo jamás podrían llegar a soportar.
Los seres humanos requerimos de esa conexión intima que nos dignifique como personas, con su derecho a la verdad y a la libertad. De lo contrario, se produce una inquietud verdaderamente desoladora que nos deja en la cuneta viviente, sin fuerzas y sin ganas de hallarse.
Vienes de Dios y a Dios debes ir. Mientras más tomes conciencia de la grandeza infinita de Dios, de su poder absoluto, de su sabiduría sin límites, de su misericordia que es eterna, de que no tiene principio ni fin, más crecerá en ti el deseo de adorarlo y darle culto.
Por la armonía en lo heterogéneo, hasta los pueblos pequeños se hacen grandes en espíritu; mientras que por la contienda todo se destruye, hasta los más pujantes gobiernos. De ahí, la necesidad de trabajar unidos para desmantelar todo este cúmulo de discordias en nuestros entornos.
Creer esto es vivir con la confianza y la tranquilidad de que no estamos solos, desprotegidos, hundidos, abandonados. Es caminar por la vida con la seguridad de estar acompañados, defendidos, redimidos, iluminados, guiados.
Todos podemos recordar palabras amables, profundas, llenas de amor, dichas por otras personas y que llegaron a lo más profundo de nuestro ser y lo transformaron. Quizá cuando teníamos cinco años, o quince, o treinta, o más años, o quizá ayer. Palabras que son como una bendición que vienen de lo alto, dichas por personas que en un momento estuvieron muy iluminadas por el Espíritu Santo y marcaron para bien nuestra vida.