Como es habitual en esta jornada, tras presidir la misa, el papa compartirá junto a 1,300 personas pobres un almuerzo ofrecido este año por la Cruz Roja.
El papa manifiestó también su cercanía a todos los afectados especialmente a las familias que lloran a sus seres queridos.
El papa sostuvo que "los migrantes son maestros de esperanza" y recordó que él mismo es "hijo" de inmigrantes italianos que llegaron a Argentina.
Al menos dos personas murieron este viernes en un ataque a la localidad de Arcahaie, en el Departamento de Oeste, por parte de una de las bandas armadas.
"El mal no se puede ocultar: el mal hay que sacarlo a la luz, que se sepa, como han hecho algunos abusadores, y con valentía".
