Amor en tiempos de chat
Publicado 2005/06/26 23:00:00
- Aylin Vergara
En internet hay muchos sitios donde se puede buscar pareja. Todo depende de sus propias preferencias y que conozca los riesgos.
QUE la llegada del Internet cambió nuestra forma de vivir es un hecho. Desde google hasta los correos electrónicos, hoy nuestras vidas giran en torno a lo cibernético. Y este mundo cyber encontró un lugarcito cálido para expandirse: el corazón de millones de solitarios.
Con atractivos eslogans como "encuentra a tu media naranja", las páginas web encargadas de unir almas a través de la gran red atraen a miles de personas que buscan romance, no importa en qué lado del mundo se encuentren.
Adriana es una panameña de 31 años. Es divorciada y tiene dos hijos. Luego de su separación, Adriana salía a diferentes lugares con la esperanza de volver a encontrar un compañero sentimental con quien se sintiera satisfecha y realizada.
No le tomó mucho tiempo para darse cuenta de que muchos de los hombres que se le acercaban, la veían como una mujer desesperada por sexo, pues tenía a cuestas un divorcio.
Uno de esos días, que nos parecen de lo más normales, pero que marcan nuestras vidas, Adriana ingresó a una página web de las tantas que hay para encontrar pareja. Creó su perfil y colocó su foto. "No estaba haciendo nada en ese momento, así que lo hice como un juego", dice Adriana.
Para sorpresa, ese juego se convertiría, días más tarde, en el comienzo de una relación que haría que su destino diera un giro de 360 grados. Adriana recibió un mensaje. El hombre que le escribía, un danés de 38 años, parecía una persona inocente y tranquila, por lo que Adriana decidió seguir comunicándose con él. La química fue inmediata.
En cuestión de días, la comunicación por correo electrónico aumentó a dos mensajes por día. Luego de dos semanas de conocerse vía Internet, intercambiaron números telefónicos. "Como soy algo quisquillosa y maliciosa, llamé al número de su trabajo, y pregunté por él. Allí me di cuenta que por lo menos ese era su trabajo y no había mentido".
Las llamadas y mensajes empezaron a ser más divertidos, pero la comunicación a distancia ya no bastaba. A tres meses de haberse conocido, Adriana viajó a Dinamarca a conocer a su príncipe. "La gente me decía que era muy arriesgado", dice Adriana. Sin embargo, ella aceptó el reto.
Frank y Adriana se conocieron en el aeropuerto. Cuando lo vió, ella solía podía pensar en la dieta que nunca hizo o en si le iba a gustar. Bastaron algunos minutos para que ambos se sintieran en confianza y se dieran su primer beso real, luego de tantos otros virtuales.
Al segundo día de estar en Dinamarca, Adriana conoció a los papás de Frank. Fue entonces que nuestra amiga empezó a sentir que la persona que conoció en la red era una persona de carne y hueso.
Para hacer esta historia corta, Adriana y Frank siguieron comunicándose. En febrero de este año, hablaron de una relación a largo plazo, sueño que se le cumplirá en los próximos días cuando se unan en matrimonio, aquí mismo en Panamá.
Así como la historia de Adriana, hay miles de personas alrededor del mundo que han encontrado el verdadero amor a través de Internet.
Sin embargo, no todas las historias han tenido un final feliz. Carmen, al igual Adriana, es una mujer separada y con una hija.
Probaba suerte en los buscadores de pareja cuando encontró a una persona que parecía ser la indicada. David era peruano, pero vivía en Suecia. No era el mejor parecido, pero era un hombre profesional con un alto nivel de vida.
La aventura de Carmen comenzó cuando David vino a Panamá a visitarla. Parecía un hombre de lo más normal, y pese a que no había una química perfecta, Carmen estaba dispuesta a tomar el riesgo.
Cuatro meses después de conocerse, decidió renunciar a su trabajo y partir a Suecia, con el objetivo de formalizar su relación con David.
Una vez allá y viviendo con David, Carmen empezó a notar que su nuevo compañero no podía conciliar el sueño por las noches, la evadía para tener intimidad y la dejaba sola por mucho tiempo.
En un país extraño, Carmen se sentía desolada.
Un día consiguió el valor para pedirle a David que deseaba irse. Después de varias discusiones, él accedió a dejarla ir, y Carmen regresó a Panamá.
Desde entonces, Carmen no ha vuelto a aventurarse, no está en sus planes por el momento.
En internethay muchos sitios donde se puede buscar pareja. Todo depende de sus propias preferencias.
La mayoría de estos "sites" son gratuitos, aunque existen otros que piden el pago de inscripciones, haciéndolos más exclusivos.
Si está decidido a encontrar a su media mitad, así sea que viva en Australia, puede empezar por consultar los sitios web más populares como cybercupido.com, amigar.com, meetic.com o encontrarse.com.
La psicóloga Nekelda Tejada opina que las personas que utilizan internet para buscar pareja no son en realidad tímidas; por el contrario, se valen de otro tipo de recursos para conocer gente. "Si una persona es tímida, igual lo va a ser por computadora como personalmente".
Sin embargo, Tejada cree que es un forma de socializar bastante arriesgada. La psicóloga nos dejó algunas recomendaciones para buscar cyber amigos:
El escritor español Román Gubern en su libro "El eros electrónico" habla sobre las ventajas para la comunicación sentimental que tiene la red. Según él, el internet es ideal para los tímidos y los solitarios forzosos, como las personas que efectúan tareas nocturnas o viven en zonas despobladas. Además, Gubern estima que el anonimato estimula la desinhibición social.
Algunos cuentos de hadas se cumplen, pero otros terminan en tragedia. Así fue el caso de una mujer chilena quien fue asesinada por el hombre que se casó y que había conocido por internet. La víctima se llamaba Ana María Salinas. El 13 de agosto de 2004 contrajo matrimonio con su amigo virtual Jean Philippe Mailhot de Canadá. La feliz unión duró solo dos meses, pues el 13 de octubre del mismo año, Mailhot causó heridas con un arma blanca a su esposa hasta causarle la muerte.
Con atractivos eslogans como "encuentra a tu media naranja", las páginas web encargadas de unir almas a través de la gran red atraen a miles de personas que buscan romance, no importa en qué lado del mundo se encuentren.
Adriana es una panameña de 31 años. Es divorciada y tiene dos hijos. Luego de su separación, Adriana salía a diferentes lugares con la esperanza de volver a encontrar un compañero sentimental con quien se sintiera satisfecha y realizada.
No le tomó mucho tiempo para darse cuenta de que muchos de los hombres que se le acercaban, la veían como una mujer desesperada por sexo, pues tenía a cuestas un divorcio.
Uno de esos días, que nos parecen de lo más normales, pero que marcan nuestras vidas, Adriana ingresó a una página web de las tantas que hay para encontrar pareja. Creó su perfil y colocó su foto. "No estaba haciendo nada en ese momento, así que lo hice como un juego", dice Adriana.
Para sorpresa, ese juego se convertiría, días más tarde, en el comienzo de una relación que haría que su destino diera un giro de 360 grados. Adriana recibió un mensaje. El hombre que le escribía, un danés de 38 años, parecía una persona inocente y tranquila, por lo que Adriana decidió seguir comunicándose con él. La química fue inmediata.
En cuestión de días, la comunicación por correo electrónico aumentó a dos mensajes por día. Luego de dos semanas de conocerse vía Internet, intercambiaron números telefónicos. "Como soy algo quisquillosa y maliciosa, llamé al número de su trabajo, y pregunté por él. Allí me di cuenta que por lo menos ese era su trabajo y no había mentido".
Las llamadas y mensajes empezaron a ser más divertidos, pero la comunicación a distancia ya no bastaba. A tres meses de haberse conocido, Adriana viajó a Dinamarca a conocer a su príncipe. "La gente me decía que era muy arriesgado", dice Adriana. Sin embargo, ella aceptó el reto.
Frank y Adriana se conocieron en el aeropuerto. Cuando lo vió, ella solía podía pensar en la dieta que nunca hizo o en si le iba a gustar. Bastaron algunos minutos para que ambos se sintieran en confianza y se dieran su primer beso real, luego de tantos otros virtuales.
Al segundo día de estar en Dinamarca, Adriana conoció a los papás de Frank. Fue entonces que nuestra amiga empezó a sentir que la persona que conoció en la red era una persona de carne y hueso.
Para hacer esta historia corta, Adriana y Frank siguieron comunicándose. En febrero de este año, hablaron de una relación a largo plazo, sueño que se le cumplirá en los próximos días cuando se unan en matrimonio, aquí mismo en Panamá.
Así como la historia de Adriana, hay miles de personas alrededor del mundo que han encontrado el verdadero amor a través de Internet.
Sin embargo, no todas las historias han tenido un final feliz. Carmen, al igual Adriana, es una mujer separada y con una hija.
Probaba suerte en los buscadores de pareja cuando encontró a una persona que parecía ser la indicada. David era peruano, pero vivía en Suecia. No era el mejor parecido, pero era un hombre profesional con un alto nivel de vida.
La aventura de Carmen comenzó cuando David vino a Panamá a visitarla. Parecía un hombre de lo más normal, y pese a que no había una química perfecta, Carmen estaba dispuesta a tomar el riesgo.
Cuatro meses después de conocerse, decidió renunciar a su trabajo y partir a Suecia, con el objetivo de formalizar su relación con David.
Una vez allá y viviendo con David, Carmen empezó a notar que su nuevo compañero no podía conciliar el sueño por las noches, la evadía para tener intimidad y la dejaba sola por mucho tiempo.
En un país extraño, Carmen se sentía desolada.
Un día consiguió el valor para pedirle a David que deseaba irse. Después de varias discusiones, él accedió a dejarla ir, y Carmen regresó a Panamá.
Desde entonces, Carmen no ha vuelto a aventurarse, no está en sus planes por el momento.
En internethay muchos sitios donde se puede buscar pareja. Todo depende de sus propias preferencias.
La mayoría de estos "sites" son gratuitos, aunque existen otros que piden el pago de inscripciones, haciéndolos más exclusivos.
Si está decidido a encontrar a su media mitad, así sea que viva en Australia, puede empezar por consultar los sitios web más populares como cybercupido.com, amigar.com, meetic.com o encontrarse.com.
La psicóloga Nekelda Tejada opina que las personas que utilizan internet para buscar pareja no son en realidad tímidas; por el contrario, se valen de otro tipo de recursos para conocer gente. "Si una persona es tímida, igual lo va a ser por computadora como personalmente".
Sin embargo, Tejada cree que es un forma de socializar bastante arriesgada. La psicóloga nos dejó algunas recomendaciones para buscar cyber amigos:
Veálo como una forma de conocer nuevas personas y amistades.
Sea honestos, sobre todo consigo mismo y después con quien chatea.
Cuidado con los datos e información que de.
Si se presenta la oportunidad de un encuentro físico tome medidas de precaución.
El escritor español Román Gubern en su libro "El eros electrónico" habla sobre las ventajas para la comunicación sentimental que tiene la red. Según él, el internet es ideal para los tímidos y los solitarios forzosos, como las personas que efectúan tareas nocturnas o viven en zonas despobladas. Además, Gubern estima que el anonimato estimula la desinhibición social.
Algunos cuentos de hadas se cumplen, pero otros terminan en tragedia. Así fue el caso de una mujer chilena quien fue asesinada por el hombre que se casó y que había conocido por internet. La víctima se llamaba Ana María Salinas. El 13 de agosto de 2004 contrajo matrimonio con su amigo virtual Jean Philippe Mailhot de Canadá. La feliz unión duró solo dos meses, pues el 13 de octubre del mismo año, Mailhot causó heridas con un arma blanca a su esposa hasta causarle la muerte.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.