Anticonceptivos: La revolución no deseada de Ogino
Publicado 2001/01/11 00:00:00
El 2000 ha sido año de un gran número de celebraciones y de aniversarios, sin embargo, una fecha que ha pasado de puntillas por las listas cronológicas ha sido el de la muerte de Kyusako Ogino, producida el 1 de febrero de 1975. Muchos se preguntarán quién es este japonés, sin saber que, en los últimos 25 años, ha sido elevado a los altares por muchos, demonizado por otros tantos y que es el responsable de que un gran número de mujeres en el mundo sean "mamás".
BANDERA DE LA ABSTINENCIA SEXUAL
Una responsabilidad de la que este ginecólogo, profesor de la Universidad de Nagata, no era consciente cuando, entre 1923 y 1929, publicó una serie de artículos sobre el ciclo femenino y el momento de la ovulación. Nada más lejos de su intención que inventar el calendario anticonceptivo en que la historia ha convertido sus descubrimientos. Unos descubrimientos que el profesor austríaco Hermann Knaus, unió a sus investigaciones para elaborar el calendario Ogino-Knaus, que localiza los días fecundos de la mujer. A este hallazgo se le unirían, en 1947, los estudios del científico francés Ferin, quién fijó el cálculo de la temperatura vaginal.
El método Ogino- Knaus consiste en abstenerse de realizar el coito durante los días que preceden y siguen a la ovulación. Para el cálculo se anota el primer día de regla como día 1 y el día anterior al inicio de la siguiente como último. Así durante 12 ciclos; a partir de aquí se cuenta el número de días del ciclo más corto y el del más largo y se resta 18 al número de días del ciclo más corto. Esto dará el número del primer día en que existe riesgo de embarazo. Después se resta 11 al número de días del ciclo más largo. De este modo se hallará el número del último día con riesgo de embarazo. El período comprendido entre estos dos días es el período fértil y, por tanto, no se debe realizar ningún coito si no se quiere quedar embarazada.
Ogino, Knaus y Ferin se convertirían más tarde en la bandera de los defensores de la abstinencia sexual como método anticonceptivo, junto con el método Billings o método del moco cervical, basado en la observación de la secreción mucosa del canal de cuello uterino para establecer los días fértiles de la mujer.
Frente a estos tres métodos, de abstinencia sexual o biológicos, están los sistemas de "practica el sexo en cualquier momento", que con mayor o menor garantía de seguridad, son la píldora, el preservativo, el DIU, el diafragma, el coitus interruptus, gelatinas, óvulos y tabletas vaginales; y los métodos quirúrgicos de la ligadura de trompas y la vasectomía masculina.
La píldora, de vía oral, se presenta como el anticonceptivo por excelencia; por su parte, el preservativo es el método más utilizado para evitar embarazos. Además, de estos dos sistemas, que son los más populares, las parejas pueden elegir entre el diafragma o, lo que es lo mismo, el preservativo femenino; el DIU, que es un dispositivo intrauterino; la "marcha atrás" o coitus interruptus, de dudosa efectividad; las gelatinas, óvulos y tabletas vaginales, que tampoco garantizan una seguridad total; y los métodos quirúrgicos, que suponen una medida más drástica.
Todo un rosario de consejos y recetas para no quedarse embarazada, que según la época y el lugar en que nos emplacemos estarán más o menos de moda.
Por ejemplo, en los años 70, mientras Pincus hacía público su descubrimiento de la píldora anticonceptiva, símbolo de la emancipación de la mujer, que ha quebrado las estructuras familiares del siglo XX, se producía el famoso "Baby Boom", una auténtica explosión demográfica, que multiplicó el número de los nacimientos. Parece que la píldora no fue muy empleada en estos momentos.
GRAN SUPERPOBLACION PARA EL 2050
Precisamente, este "Baby boom" de los 70 es el causante de la alarma que existe en la ONU de cara a las previsiones del desarrollo de la población en el futuro: aparte de que la población mundial se ha duplicado en menos de 40 años, la sexta parte de la población, unos 1.000 millones de habitantes, se encuentra en plena edad reproductiva, entre los 15 y los 24 años, es decir, los hijos del boom de los 70 son la mayor generación de jóvenes de la historia. La consecuencia directa de este hecho será un gran crecimiento de la población mundial para el año 2050.
Y todo a pesar de que existe una tendencia hacia la disminución de la población, lo cual supone un mayor uso de los anticonceptivos y una mayor aceptación de la planificación familiar en el mundo. Sin embargo, la superpoblación es uno de los mayores problemas que aquejan a nuestro planeta. Baste aportar un dato: cada veinte minutos se añaden 3.500 vidas humanas al planeta, pero se pierden una o más especies de animales o plantas.
LA MITAD DE LOS EMBARAZOS SON NO DESEADOS
Según el informe de la ONU "Estado de la población mundial 1999", el uso de los anticonceptivos ha crecido en el Tercer Mundo, de hecho, este es uno de los principales factores que han contribuido a la ralentización mundial del crecimiento de la población, pero la situación es aún muy insatisfactoria. Nada menos que 350 millones de mujeres no tienen posibilidad de acceder a los modernos métodos anticonceptivos. Así, aproximadamente la mitad de los 175 millones de embarazos que se producen anualmente son no deseados.
Si a esto añadimos que la mitad de los partos en el Tercer Mundo tienen lugar sin ayuda de ningún tipo de personal preparado, la situación se presentará muy desalentadora.
Pero, mientras esto ocurre en las zonas más desfavorecidas del planeta, en EEUU, recomendar la castidad se ha convertido en el método anticonceptivo más aceptado, de hecho, cerca del 35% de las escuelas estadounidenses inculcan la castidad como sistema para evitar embarazos no deseados. "El amor libre" de Woodstock ha quedado anticuado ante otros lemas como "El verdadero amor sabe esperar", "Somos vírgenes y estamos orgullosos de serlo" o "Simplemente hay que decir no al sexo".
BANDERA DE LA ABSTINENCIA SEXUAL
Una responsabilidad de la que este ginecólogo, profesor de la Universidad de Nagata, no era consciente cuando, entre 1923 y 1929, publicó una serie de artículos sobre el ciclo femenino y el momento de la ovulación. Nada más lejos de su intención que inventar el calendario anticonceptivo en que la historia ha convertido sus descubrimientos. Unos descubrimientos que el profesor austríaco Hermann Knaus, unió a sus investigaciones para elaborar el calendario Ogino-Knaus, que localiza los días fecundos de la mujer. A este hallazgo se le unirían, en 1947, los estudios del científico francés Ferin, quién fijó el cálculo de la temperatura vaginal.
El método Ogino- Knaus consiste en abstenerse de realizar el coito durante los días que preceden y siguen a la ovulación. Para el cálculo se anota el primer día de regla como día 1 y el día anterior al inicio de la siguiente como último. Así durante 12 ciclos; a partir de aquí se cuenta el número de días del ciclo más corto y el del más largo y se resta 18 al número de días del ciclo más corto. Esto dará el número del primer día en que existe riesgo de embarazo. Después se resta 11 al número de días del ciclo más largo. De este modo se hallará el número del último día con riesgo de embarazo. El período comprendido entre estos dos días es el período fértil y, por tanto, no se debe realizar ningún coito si no se quiere quedar embarazada.
Ogino, Knaus y Ferin se convertirían más tarde en la bandera de los defensores de la abstinencia sexual como método anticonceptivo, junto con el método Billings o método del moco cervical, basado en la observación de la secreción mucosa del canal de cuello uterino para establecer los días fértiles de la mujer.
Frente a estos tres métodos, de abstinencia sexual o biológicos, están los sistemas de "practica el sexo en cualquier momento", que con mayor o menor garantía de seguridad, son la píldora, el preservativo, el DIU, el diafragma, el coitus interruptus, gelatinas, óvulos y tabletas vaginales; y los métodos quirúrgicos de la ligadura de trompas y la vasectomía masculina.
La píldora, de vía oral, se presenta como el anticonceptivo por excelencia; por su parte, el preservativo es el método más utilizado para evitar embarazos. Además, de estos dos sistemas, que son los más populares, las parejas pueden elegir entre el diafragma o, lo que es lo mismo, el preservativo femenino; el DIU, que es un dispositivo intrauterino; la "marcha atrás" o coitus interruptus, de dudosa efectividad; las gelatinas, óvulos y tabletas vaginales, que tampoco garantizan una seguridad total; y los métodos quirúrgicos, que suponen una medida más drástica.
Todo un rosario de consejos y recetas para no quedarse embarazada, que según la época y el lugar en que nos emplacemos estarán más o menos de moda.
Por ejemplo, en los años 70, mientras Pincus hacía público su descubrimiento de la píldora anticonceptiva, símbolo de la emancipación de la mujer, que ha quebrado las estructuras familiares del siglo XX, se producía el famoso "Baby Boom", una auténtica explosión demográfica, que multiplicó el número de los nacimientos. Parece que la píldora no fue muy empleada en estos momentos.
GRAN SUPERPOBLACION PARA EL 2050
Precisamente, este "Baby boom" de los 70 es el causante de la alarma que existe en la ONU de cara a las previsiones del desarrollo de la población en el futuro: aparte de que la población mundial se ha duplicado en menos de 40 años, la sexta parte de la población, unos 1.000 millones de habitantes, se encuentra en plena edad reproductiva, entre los 15 y los 24 años, es decir, los hijos del boom de los 70 son la mayor generación de jóvenes de la historia. La consecuencia directa de este hecho será un gran crecimiento de la población mundial para el año 2050.
Y todo a pesar de que existe una tendencia hacia la disminución de la población, lo cual supone un mayor uso de los anticonceptivos y una mayor aceptación de la planificación familiar en el mundo. Sin embargo, la superpoblación es uno de los mayores problemas que aquejan a nuestro planeta. Baste aportar un dato: cada veinte minutos se añaden 3.500 vidas humanas al planeta, pero se pierden una o más especies de animales o plantas.
LA MITAD DE LOS EMBARAZOS SON NO DESEADOS
Según el informe de la ONU "Estado de la población mundial 1999", el uso de los anticonceptivos ha crecido en el Tercer Mundo, de hecho, este es uno de los principales factores que han contribuido a la ralentización mundial del crecimiento de la población, pero la situación es aún muy insatisfactoria. Nada menos que 350 millones de mujeres no tienen posibilidad de acceder a los modernos métodos anticonceptivos. Así, aproximadamente la mitad de los 175 millones de embarazos que se producen anualmente son no deseados.
Si a esto añadimos que la mitad de los partos en el Tercer Mundo tienen lugar sin ayuda de ningún tipo de personal preparado, la situación se presentará muy desalentadora.
Pero, mientras esto ocurre en las zonas más desfavorecidas del planeta, en EEUU, recomendar la castidad se ha convertido en el método anticonceptivo más aceptado, de hecho, cerca del 35% de las escuelas estadounidenses inculcan la castidad como sistema para evitar embarazos no deseados. "El amor libre" de Woodstock ha quedado anticuado ante otros lemas como "El verdadero amor sabe esperar", "Somos vírgenes y estamos orgullosos de serlo" o "Simplemente hay que decir no al sexo".
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.