Arquitectura italiana
Publicado 2005/09/10 23:00:00
- Abu Dabi/EFE
La atribución de varios grandes proyectos italianos a arquitectos extranjeros en los últimos años ha provocado el enfado.
Una treintena de arquitectos italianos han hecho una llamada al jefe del Estado, Carlo Azeglio Ciampi, para invertir la tendencia.
El Auditorio de Roma, obra de Renzo Piano, y el nuevo Centro de Congresos de Milán, de Massimiliano Fuksas, son raros ejemplos de proyectos arquitectónicos de italianos en Italia.
Así, el Museo de Ara Pacis, que será inaugurado en septiembre en el centro histórico de Roma junto al Tíber, fue concebido por el célebre arquitecto estadounidense Richard Meier.
El futurista Ponte Piazzale Roma de Venecia es obra del español Santiago Calatrava, el proyecto de extensión del Museo de Oficios de Florencia es del japonés Arata Isozaki, el palacio de la Región en Milán del chino Ieoh Ming Pei y el proyecto Santa Giulia de renovación urbana es del británico Norman Foster.
Una situación calificada de "dramática" por 35 arquitectos italianos reconocidos, como Ettore Sottsass, Paolo Portoghesi y Vittorio Gregotti, que en una carta común al presidente de la República, al Gobierno y a la clase política piden soluciones.
El problema es principalmente italiano, según los firmantes, que deploran que contrariamente a otros países europeos, Italia no haya aprovechando la cantera nacional en estos últimos decenios de "grandes obras" y de "grandes proyectos" que, en Francia, Alemania y España, han "transformado sensiblemente el paisaje urbano, reflejando el espíritu de nuestro tiempo".
El Auditorio de Roma, obra de Renzo Piano, y el nuevo Centro de Congresos de Milán, de Massimiliano Fuksas, son raros ejemplos de proyectos arquitectónicos de italianos en Italia.
Así, el Museo de Ara Pacis, que será inaugurado en septiembre en el centro histórico de Roma junto al Tíber, fue concebido por el célebre arquitecto estadounidense Richard Meier.
El futurista Ponte Piazzale Roma de Venecia es obra del español Santiago Calatrava, el proyecto de extensión del Museo de Oficios de Florencia es del japonés Arata Isozaki, el palacio de la Región en Milán del chino Ieoh Ming Pei y el proyecto Santa Giulia de renovación urbana es del británico Norman Foster.
Una situación calificada de "dramática" por 35 arquitectos italianos reconocidos, como Ettore Sottsass, Paolo Portoghesi y Vittorio Gregotti, que en una carta común al presidente de la República, al Gobierno y a la clase política piden soluciones.
El problema es principalmente italiano, según los firmantes, que deploran que contrariamente a otros países europeos, Italia no haya aprovechando la cantera nacional en estos últimos decenios de "grandes obras" y de "grandes proyectos" que, en Francia, Alemania y España, han "transformado sensiblemente el paisaje urbano, reflejando el espíritu de nuestro tiempo".
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