¡Auxilio! Mi marido es adicto a los deportes
Publicado 2005/01/29 00:00:00
- Nayla G. Montenegro
Conoces sus síntomas? Llega exhausto de trabajar, se deja caer en un sillón o en la cama, si en el dormitorio hay televisor, no lo apaga hasta que se va a dormir.
Su tiempo frente al televisor no le da oportunidad para dialogar contigo o con tus hijos; es casi como si jamás estuviera en casa.
No cabe dudas, este prototipo es uno de los que se encuentran con mayor frecuencia en nuestra sociedad.
El caso puede ser crónico, de esos que piden que les lleven la cena a donde están viendo televisión, y así se pasan los sábados y domingos, para no perderse ningún evento deportivo durante el fin de semana.
Es aquí cuando su afición hace estragos en la vida familiar. Un castigo para todos, a quienes se les impone pasar el domingo en "familia" viendo partidos deportivos, que en el fondo solamente le interesan a un miembro de ella.
Ante esta circunstancia, muchas mujeres cometen el error de expresar su furia apagando el televisor y enfrascándose en una acalorada disputa.
Esto, aseguran los psicólogos, soluciona el problema sólo momentáneamente y hace que el hombre se encapriche más en su conducta de aislamiento, que es a lo que equivale psicológicamente su adicción a la televisión.
El doctor Eduardo Espino, médico psiquiatra nos ofrece interesantes alternativas para lidiar con estos comunes casos.
Si usted atraviesa esta situación, debe abordar a su marido en un momento en que no esté sentado frente a la pantalla y expresar en forma objetiva y tranquila lo injusto de la situación que él está asumiendo.
Por ejemplo, tres noches a la semana en que él pueda ver tranquilamente televisión desde que llega y tres noches para dedicarlas a su familia.
Por su parte, organice actividades personales para las noches en que tu marido se dedique a ver televisión. Puede ser, ir a un gimnasio o sencillamente llevar los niños al parque.
Hoy es domingo, y el panorama se perfila aterrador. Su marido pretende castigar a toda la familia. Hay fútbol y la NFL (fútbol americano) ha llegado a los play off.
No hay nada más grande en el mundo que pasar un domingo en familia gozando del entretenimiento que proporcionan las actividades deportivas, quizás esta sea la fórmula perfecta para miles de maridos egoístas.
No obstante, mamá no piensa igual. No comparte la opinión de pasar interminables horas viendo hombres correr de arriba a bajo, aunque éstos sean unos ejemplares dignos de museo. No cree que es justo para los niños que toda la semana han estado haciendo tareas, quedarse en casa sin motivación alguna.
Quién sabe cuántas veces se ha discutido sobre esto en el seno de la familia. Una y otra vez, el tema genera discordia y aumenta la adrenalina.
Al parecer, nadie quiere ceder. Ninguno da el brazo a torcer y el conflicto sigue siendo una pesadilla familiar.
No importa si es domingo, o lunes o martes; sobre los días está la calidad de tiempo que se le ofrece a la familia.
Su tiempo frente al televisor no le da oportunidad para dialogar contigo o con tus hijos; es casi como si jamás estuviera en casa.
No cabe dudas, este prototipo es uno de los que se encuentran con mayor frecuencia en nuestra sociedad.
El caso puede ser crónico, de esos que piden que les lleven la cena a donde están viendo televisión, y así se pasan los sábados y domingos, para no perderse ningún evento deportivo durante el fin de semana.
Es aquí cuando su afición hace estragos en la vida familiar. Un castigo para todos, a quienes se les impone pasar el domingo en "familia" viendo partidos deportivos, que en el fondo solamente le interesan a un miembro de ella.
Ante esta circunstancia, muchas mujeres cometen el error de expresar su furia apagando el televisor y enfrascándose en una acalorada disputa.
Esto, aseguran los psicólogos, soluciona el problema sólo momentáneamente y hace que el hombre se encapriche más en su conducta de aislamiento, que es a lo que equivale psicológicamente su adicción a la televisión.
El doctor Eduardo Espino, médico psiquiatra nos ofrece interesantes alternativas para lidiar con estos comunes casos.
Si usted atraviesa esta situación, debe abordar a su marido en un momento en que no esté sentado frente a la pantalla y expresar en forma objetiva y tranquila lo injusto de la situación que él está asumiendo.
Por ejemplo, tres noches a la semana en que él pueda ver tranquilamente televisión desde que llega y tres noches para dedicarlas a su familia.
Por su parte, organice actividades personales para las noches en que tu marido se dedique a ver televisión. Puede ser, ir a un gimnasio o sencillamente llevar los niños al parque.
Hoy es domingo, y el panorama se perfila aterrador. Su marido pretende castigar a toda la familia. Hay fútbol y la NFL (fútbol americano) ha llegado a los play off.
No hay nada más grande en el mundo que pasar un domingo en familia gozando del entretenimiento que proporcionan las actividades deportivas, quizás esta sea la fórmula perfecta para miles de maridos egoístas.
No obstante, mamá no piensa igual. No comparte la opinión de pasar interminables horas viendo hombres correr de arriba a bajo, aunque éstos sean unos ejemplares dignos de museo. No cree que es justo para los niños que toda la semana han estado haciendo tareas, quedarse en casa sin motivación alguna.
Quién sabe cuántas veces se ha discutido sobre esto en el seno de la familia. Una y otra vez, el tema genera discordia y aumenta la adrenalina.
Al parecer, nadie quiere ceder. Ninguno da el brazo a torcer y el conflicto sigue siendo una pesadilla familiar.
No importa si es domingo, o lunes o martes; sobre los días está la calidad de tiempo que se le ofrece a la familia.
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