Centenario de la creadora de Heidi, el mito de Los Alpes
Publicado 2001/04/03 23:00:00
- Yalena OrtÃz / EVA
Este año se cumple el centenario de la muerte en Zúrich de Johanna Heusser (1827-1901), más conocida como Johanna Spyri, por su apellido de casada, creadora del personaje de Heidi, la huerfanita alpina convertida en un auténtico mito nacional suizo que ha dado la vuelta al mundo.
Para celebrar el centenario, el Ayuntamiento de Maienfeld, pequeña localidad cerca de las fronteras de Austria y Liechtenstein, al oeste de Suiza, donde comienza el relato y está la fuente de Heidi, dedicada en 1953 a Johanna Spyri, ha decidido crear un sendero con el nombre de la pequeña heroína.
Los visitantes pueden seguir todos los días la subida al monte de un rebaño de cabras en recuerdo de Peter, el amiguito de Heidi, al que dejó atrás cuando se fue a vivir a una casa de la burguesía de Francfort para hacer compañía a la pequeña Clara.
El instituto de etnología de Zurich, por su parte ha decidido dedicarle una exposición que viajará por varios países y que -signos de los tiempos- se anuncia en internet.
Sin duda nunca pudo sospechar algo semejante la autora, hija de un médico de una zona rural de Zurich, que se convirtió en esposa de un abogado y madre de familia antes de comenzar en los años setenta del siglo XIX a publicar su serie de relatos edificantes con las praderas alpinas como marco.
Para celebrar el centenario, el Ayuntamiento de Maienfeld, pequeña localidad cerca de las fronteras de Austria y Liechtenstein, al oeste de Suiza, donde comienza el relato y está la fuente de Heidi, dedicada en 1953 a Johanna Spyri, ha decidido crear un sendero con el nombre de la pequeña heroína.
Los visitantes pueden seguir todos los días la subida al monte de un rebaño de cabras en recuerdo de Peter, el amiguito de Heidi, al que dejó atrás cuando se fue a vivir a una casa de la burguesía de Francfort para hacer compañía a la pequeña Clara.
El instituto de etnología de Zurich, por su parte ha decidido dedicarle una exposición que viajará por varios países y que -signos de los tiempos- se anuncia en internet.
Sin duda nunca pudo sospechar algo semejante la autora, hija de un médico de una zona rural de Zurich, que se convirtió en esposa de un abogado y madre de familia antes de comenzar en los años setenta del siglo XIX a publicar su serie de relatos edificantes con las praderas alpinas como marco.
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