Cine para adultos: el camino más directo a la fama y la muerte
- REDACCION
Luis Miguel Carmona y Tomás Pérez Niño, prepararon un especial de los cien mejores filmes eróticos de la historia.
El cine porno está de luto. En menos de quince días, dos actores, considerados como los pioneros de esta industria, han muerto.
Jack Wrangler y Marilyn Chambers cerraron sus ojos, pero dejaron en la biblioteca cinematográfica para adultos, decenas de cintas que hicieron felices a muchos.
Aunque parezca increíble, el cine porno es una de las plataformas más importantes para actores, modelos, y hasta conejitas de Playboy, pues les brinda la oportunidad de destacarse en otras destrezas, incluso convertirse en verdaderas luminarias de Hollywood, tal como le sucedió a Silvester Stallone. Pero también es el firmamento que más estrellas caídas tiene. Los que no mueren de SIDA, lo hacen por cáncer, adicciones a las drogas u otras causas, algunos lo denominan como “la espada de doble filo” o una sombra maldita que persigue a su cuerpo por toda la vida.
Para muestra, un botón, el reciente deceso de Wrangler, se dio a causa de un enfisema pulmonar, mientras que, el de Chambers aún se desconoce. McKenna Marie Taylor, la hija de 17 años de la actriz, descubrió el cuerpo de Chambers, pero las autoridades aún no han revelado a qué se debió su muerte.
¿Cómo nació esta destreza?: A ciencia cierta, no hay una fecha exacta que determine cuándo se inició el cine porno, algunos creen que es tan antiguo como el mundo mismo. Algunos registros ponen de manifiesto que este interesante mundo es obra de Daguerre, quien inventó el daguerrotipo en 1890, y desde entonces se dieron las primeras imágenes de desnudos y personas manteniendo relaciones sexuales.
Sin embargo, a finales del siglo XIX, surgieron más datos. Las primeras imágenes tipo película con escenas cortas de lo que sería un verdadero acto sexual, sin inhibiciones entre un hombre y una mujer, se expusieron en Hungría en el año de 1906.
La invención del cinematógrafo amplió aún más la producción de pornografía, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. La llamada revolución sexual de los años sesenta, se tomó Estados Unidos y permitió que temas de sexualidad se trataran abiertamente entre una juventud que se revelaba contra el mundo, dando paso a que actores de todo el mundo se concentraran en este país, para promover el sexo libre.
División del cine: La pornografía no siempre fue atrevida ni tan sucia. Con los años, la libertad del pensamiento dio pie a que el cine pasara de imágenes “Softcore”, género en el que las escenas de sexo no se muestran de forma explícita o por lo menos no los miembros de sus protagonistas a niveles como: “Mediumcore o pornografía convencional”, donde los modelos enseñan la totalidad del cuerpo en posturas más o menos provocativas, y “Hardcore” una destreza más extrema, que muestra explícitamente el acto sexual, ya sea vaginal, anal u oral, con aparatos o cualquier otro tipo de utensilios, cayendo en ocasiones en zoofilia pura, o sea un “se vale todo”.
Para 1959, Russ Meyer rodó la primera película para adultos, titulada “El Inmoral Sr.Teas”, que marcaría el inicio de la carrera de explotación del desnudo femenino en el cine, sin alcanzar todavía la explicitud del actual “Porno”. A estas películas de corte erótico se les denominó “nudies”.
Estrellas: la era de “Garganta Profunda”: Las mujeres fueron las precursoras de esta actividad. Si bien es cierto, ellas estaban acompañadas de hombres para ejecutar sus habilidades en la pantalla, el rostro de estos hombres no era de gran importancia, sólo importaba el tamaño de su órgano genital, y la satisfacción que le pudiera dar a la chica.
Linda Susan Boreman, o Linda Lovelace, también conocida como “Garganta profunda”, título que recibió por el filme del mismo nombre, que estelarizó en 1972, primer éxito de la taquilla pornográfica. Con el pasar de los años, Lovolace realizó varios filmes, pero con tan poca acogida que hasta la fecha sólo recuerdan su revolucionario “Garganta Profunda”.
A ella le siguieron otras divas como: Marilyn Chambers (Detrás de la puerta verde), Gloria Leonard (The Opening of Misty Beethoven), Georgina Spelvin (El diablo y la Srta. Jones), y Bambi Woods (Debbie Does Dallas).
Hombres con talento: Los chicos no se quedaron atrás, aunque como ya lo mencionamos, sus rostros al principio no eran importantes. A finales de la década del ‘70, los chicos tomaron la batuta, ya que la sociedad aceptaba con agrado cada especial porno, que de inmediato los cazatalentos empezaron a grabar a una serie de ejemplares masculinos, los que incluso dejaron récords porque el tamaño de sus miembros no era para nada normal.
Entre los superdotados están: Rocco Siffredi, Ron Jeremy, Peter North, Valentine Iconaru, John Holmes y Nacho Vidal, cada uno más común que el otro.
Así como hubo una Linda Lovelace, existió un John Holmes, considerado en la industria cinematográfica para adultos lo que Elvis Presley fue para el rock 'n' roll. “Simplemente fue El Rey". Se dice que la primera esposa de Holmes, Sharon Gebenini, aseguró a la prensa de aquel entonces que su órgano genital medía 254 mm., y que erecto era algo así como 13 pulgadas, un asombro para la época. Holmes llegó a ganar 3 mil dólares por día como actor porno.
La mayoría de los filmes de Holmes no los publicitaban por su nombre sino por la grandeza que había cerca de su ingle. En su película “Anyone But My Husband”, la línea promocional decía "Tony The Hook Perez tiene un pene tan grande que hace morder el polvo a John Holmes".
Para gustos los colores; el protagonismo gay. Los heterosexuales llevaron a la gran pantalla a los homosexuales. Al ver que el público ya aceptaba sin reparo cualquier historia erótica, actores y actrices heterosexuales cruzaron el umbral y como dicen por allí "le entraron a todo". Jack Wrangler fue uno de ellos. Este actor, director y productor californiano se inició en filmes de bajo presupuesto heterosexual, conquistando por completo la industria teatral.
"Jack fue uno de los primeros en conseguir que se centrara la atención en la comunidad homosexual al mostrarse sin complejos y al perseguir sus sueños", afirmó el director de Publicidad y Marketing de TLA Relasing, Lewis Tice.
Su vida estuvo plagada de contradicciones que hacían difícil aplicarle una etiqueta. En 1977, por ejemplo, conoció a la cantante pop Margaret Whithing. La atracción fue instantánea. "No soy bisexual ni heterosexual", dijo el actor en una entrevista con The Advocate el año pasado. "Soy gay, pero nunca podría vivir el estilo de vida gay. Soy demasiado competitivo. Cuando estaba con un chico, siempre quería ser más que él". Whithing no le daba estos problemas. Su relación fue duradera, se casaron en 1994 y estuvieron juntos hasta la muerte de Wrangler.
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