Cristina Isabel Ordoñez
- Ernesto Cedeño Alvarado
- - Publicado: 11/9/2002 - 11:00 pm
La soledad, una de los principales fuentes de inspiración en el ámbito musical, literario y plástico, al igual que ha hecho con muchos artistas, un día tocó las puertas de Cristina Isabel Ordoñez. Romántica, soñadora y risueña como toda chica en plena edad primaveral, a sus 14 años, no podemos menos que maravillarnos con el talento que tiene en sus manos. A los once años, ante la soledad que le producía ser la hermana menor, y encima, con una diferencia de edades muy marcada, encontró compañía en la pintura.
Aunque desde muy chica se dedica a ensayar la mezcla del color y la textura, no fue hasta hace dos años que empezó a pintar formalmente, por lo que inició sus estudios de este arte. Anteriormente estudiaba pintura con el maestro Ricardo Mata, sin embargo, desde hace un año el maestro Mario Calvit es quien pule sus talentos.
"Aunque con Ricardo Mata aprendí mucho, para mí Mario Calvit ha sido más que un maestro... Me ha enseñado el camino no sólo para encontrarme a mí misma, sino a lo que quiero pintar". Y por el momento encuentra que lo que más le gusta plasmar son las figuras femeninas; siente que con ellas se puede identificar fácilmente. "Cada uno de mis cuadros es una etapa de mi vida", comenta la talentosa chica.
"Cristy Shabel", como usualmente firma en sus obras, trabaja sólo acrílicos porque le permiten mayor espontaneidad. Pero lo curioso es que para lograr la textura que tanto le atrae, utiliza desde pasta, goma, arena y cartón, hasta papel de aluminio y cera de vela.
En este sentido, las últimas obras realizadas por Cristina muestran exitosamente la aplicación de cartón, en su mayoría corrugado, con lo que busca darle ritmo y dirección a su pintura. "Siento que la vanguardia está en las texturas, aunque a mucha gente no le agrada este tipo de trabajos porque no se ve estético. Para mí, mis pinturas no son una decoración, sino mucho más... es mi forma de decir algo y no me quiero sacrificar".
Para Cristina Isabel, quien cuenta con el inmenso apoyo de sus padres, hermanos y amigos, al empezar un cuadro debe atravesar un estado de ánimo determinado, y es que más que hablar de sus sentimientos, se siente mejor pintándolos. "Cuando empiezo un cuadro pinto día y noche... me convierto en una especie de esclava de la pintura, y hasta en esto Mario Calvit me ha tenido que enseñar a tener calma "porque detrás de eso está el éxito".
Por el momento sus deseos son ser escultora y pintora, además de crear una línea de arte aplicada. Quiere exponer que el arte, más que algo decorativo, puede ser parte de la moda, quiere que la gente aprenda a disfrutar del arte. "Yo quiero ser como la "Picasso" femenina, no hay una mujer que represente a una gran pintora y por qué esa no ser yo?... Mientras voy a soñar y a luchar por conseguirlo..."
Y es asombroso, pero a medida que nos introduce a una profunda conversación de arte, esta chica que hoy está en un tercer año de secundaria, nos cuenta sus medidas para que sus obras no sean falsificadas "cuando sea famosa". Como los grandes pintores, Cristina Isabel escribe debajo de sus obras lo que quiere expresar a través de ellas.
Aunque desde muy chica se dedica a ensayar la mezcla del color y la textura, no fue hasta hace dos años que empezó a pintar formalmente, por lo que inició sus estudios de este arte. Anteriormente estudiaba pintura con el maestro Ricardo Mata, sin embargo, desde hace un año el maestro Mario Calvit es quien pule sus talentos.
"Aunque con Ricardo Mata aprendí mucho, para mí Mario Calvit ha sido más que un maestro... Me ha enseñado el camino no sólo para encontrarme a mí misma, sino a lo que quiero pintar". Y por el momento encuentra que lo que más le gusta plasmar son las figuras femeninas; siente que con ellas se puede identificar fácilmente. "Cada uno de mis cuadros es una etapa de mi vida", comenta la talentosa chica.
"Cristy Shabel", como usualmente firma en sus obras, trabaja sólo acrílicos porque le permiten mayor espontaneidad. Pero lo curioso es que para lograr la textura que tanto le atrae, utiliza desde pasta, goma, arena y cartón, hasta papel de aluminio y cera de vela.
En este sentido, las últimas obras realizadas por Cristina muestran exitosamente la aplicación de cartón, en su mayoría corrugado, con lo que busca darle ritmo y dirección a su pintura. "Siento que la vanguardia está en las texturas, aunque a mucha gente no le agrada este tipo de trabajos porque no se ve estético. Para mí, mis pinturas no son una decoración, sino mucho más... es mi forma de decir algo y no me quiero sacrificar".
Para Cristina Isabel, quien cuenta con el inmenso apoyo de sus padres, hermanos y amigos, al empezar un cuadro debe atravesar un estado de ánimo determinado, y es que más que hablar de sus sentimientos, se siente mejor pintándolos. "Cuando empiezo un cuadro pinto día y noche... me convierto en una especie de esclava de la pintura, y hasta en esto Mario Calvit me ha tenido que enseñar a tener calma "porque detrás de eso está el éxito".
Por el momento sus deseos son ser escultora y pintora, además de crear una línea de arte aplicada. Quiere exponer que el arte, más que algo decorativo, puede ser parte de la moda, quiere que la gente aprenda a disfrutar del arte. "Yo quiero ser como la "Picasso" femenina, no hay una mujer que represente a una gran pintora y por qué esa no ser yo?... Mientras voy a soñar y a luchar por conseguirlo..."
Y es asombroso, pero a medida que nos introduce a una profunda conversación de arte, esta chica que hoy está en un tercer año de secundaria, nos cuenta sus medidas para que sus obras no sean falsificadas "cuando sea famosa". Como los grandes pintores, Cristina Isabel escribe debajo de sus obras lo que quiere expresar a través de ellas.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.