Críticas de cine

Los detectives Mike Lowrey (Will Smith) y Marcus Burnett (Martin Lawrence) están asignados a un departamento especial de inteligencia y tecnología para atrapar a narcotraficantes.

En esta nueva etapa de sus carreras se encuentran tras la pista de Johnny Tapia (Jordi Mollá), un narco cubano radicado en Miami que se asocia con la mafia rusa y se defiende de las pandillas jamaicanas en las calles latinas.

Al mismo tiempo, empiezan algunas diferencias entre los "Bad Boys" debido al violento comportamiento de Lowrey, los nuevos temores de Burnett y la creciente relación entre Syd Burnett (Gabrielle Union), la hermana menor de Marcus que es una agente encubierta de la DEA y Mike.

En medio de todos los conflictos peligra la relación laboral de los protagonistas y llueven las balas, se voltean los autos y los malos trafican éxtasis dentro de cadáveres que son transportados desde una funeraria hasta su destino final.

Ellos resuelven el caso entre muertos y heridos, pero el capo cubano secuestra a la hermanita de Marcus y se la lleva a Cuba, empujando a que los rudos policías de Miami hagan equipo con el servicio gringo de inteligencia, invadan la isla para recuperar a bella policía y busquen refugio en Guantánamo mientras huyen del mafioso cubano con ínfulas mesiánicas cocainosas.

¿No les parece esto el colmo en el cine gringo?Hace siete años, Michael Bay, conocido director de videos musicales inicia una fructífera relación con el productor Jerry Bruckheimer y desarrollan el concepto de "Bad Boys", una rápida y cómica cinta de acción que impulsó la carrera de dos actores naturalmente asociados con la comedia en televisión, uno por el Príncipe de Bel Air y el otro por el show Martin.

Aunque la película no tenía un argumento inteligente, la dosis de acción y el soundtrack eran suficiente razón para garantizar el éxito del filme, y así fue.

Con el tiempo, los cinéfilos se dieron cuenta que el cine de Bay era hueco, estruendoso, videoclipero y lleno de clisés propagandísticos, tomando en cuenta los ejemplos de "La Roca", "Pearl Harbor" o "Armagedón".

La secuela de "Bad Boys" no es la excepción de la regla, pero resulta ser un tanto más divertida que el taquillazo de mitad de la década pasada.

Ahora, la violencia es más acetuada y hasta cierto punto grotesca en su ejecución, pero necesaria para justificar tantos aburridos baches y chistes sin gracia que comparten sus protagonistas.

También, el villano es regular tirando a malo, pues se trata de una fotocopia innecesaria de todos los narcos que Hollywood recrea.

Lo peor de todo es que se trata de Jordi Mollá, uno de los actores catalanes más entusiasmados por hacer buen cine en iberoamérica, y acá como que se nota que "cobra el cheque y va pa" lante".

"Bad Boys II" es sumanente larga y sin sentido, aunque tenga a su favor el hecho de contar con una banda sonora muy pegajosa (de hecho desde su lanzamiento al mercado ocupó la posición 1 en Billboard) y mantenga el buen tono de la acción vertiginosa y atrevida, sobre todo en la persecusión de autos en plena autopista.

Sí, es una mala película que de seguro muchos disfrutarán.

De todas formas, luego de ver "Bad Boys II" queda en la percepción una sensación de preferencias entre las malas películas de Michael Bay, entre ellas "La Roc"a con Nicolas Cage, y los mejores ejemplos de Jerry Bruckheimer como productor, considerando a "La maldición del Perla Negra", La caída del Halcón Negro y la serie televisiva Crime Scene "Investigation", dejando en el olvido todo lo demás que ha hecho.

Mientras aumentan las estrellas hispanas en Hollywood, los apellidos latinos también son cosa común entre los directores que, como Robert Rodríguez, gritan "acción" en español.

Así lo ha demostrado en "Once Upon a Time in Mexico", su último estreno y filme con el que cierra la trilogía de "El Mariachi".

Su última película fue rodada en México con un reparto que incluye a las principales estrellas hispanas de Hollywood, desde Antonio Banderas a Salma Hayek pasando por Cheech Marin, Rubén Blades y el cantante Enrique Iglesias, en su debut como actor.

"Fue difícil pensar en papeles que no fueran en castellano, incluyendo al final a algunos amigos en inglés para que no se notara tanto", afirmó a EFE este realizador nacido en Texas de familia hispana que se lamenta de que su español no sea perfecto.

Conocido como el principal representante del cine independiente, Rodríguez se ha saltado todas las normas de la industria, incluida la de rodar películas de Hollywood con personajes totalmente hispanos y lograr con esta mezcla éxitos de taquilla.

Su secreto es el de hacer películas "universales", que todo el mundo pueda ver y de las que los hispanos puedan estar orgullosos.

Montgomery Brogan (Edward Norton) reflexiona sobre su vida, pasado, presente y futuro un día antes de irse a la cárcel por traficar con drogas.

Durante esas horas planifica una fiesta de despedida con sus amigos y revalora su condición humana.

"La hora 25" es la adaptación cinematográfica que hizo Spike Lee a la novela de David Benioff, ambientándola en el Nueva York post 11 de septiembre.

El resultado es un trabajo maduro, profundo y emotivo sobre personajes comunes en situaciones decisivas.

Durante el transcurso de este relato sobrio, pero potente, vemos cómo Monty es seducido por el crimen y es cuestionado por sus "panas" Jacob y Frank, intrepretados por Seymour-Hoffman y Pepper, quienes, pese a todo, le acompañan en sus horas finales antes de entrar a la "chirola".

Lo importante en este filme es la precisión de Lee al meterse en la onda newyorkina después del ataque a las torres gemelas, creando un ambiente de insatisfacción social entre los habitantes de la Gran Manzana, apoyados por el sombrío lente de Rodrigo Prieto, que sigue cotizándose en Hollywood tras el éxito de "Amores Perros", "Milla 8" y la recién estrenada en Venecia "21 Gramos".

"La hora 25" es una de las mejores de Spike Lee, sin ser de las más populares en su filmografía y ello se debe al prolijo ejercicio de dirección del elenco y el desarrollo prudente de la trama.

Además, cuenta con el aporte del jazzista Terence Blanchard, que ya ha trabajado en la música de otros proyectos de Spike.

Otro factor que contribuye a que la historia sea un éxito narrativo es la forma como el director impone su ritmo de documental que fabrica un generoso híbrido entre lo real y lo novelado.

Ahora, tomemos en cuenta el otro factor.

"La hora 25" no gozaría de la popularidad porque no es un trabajo de balas, violencia irracional o sexo desenfrenado para ilusrar el estilo de vida de un narco.

Por el contrario, se trata de un trabajo lleno de detalles entre sus personajes y cuenta con golpe lento, pero efectivo al exponer la situación de Monty y sus amigos antes de la hora final.

¿Qué películas prefiero de Spike Lee? "Crooklin"", "Summer of Sam", "She got to have it", "Get on the bus", "Mo" better blues", "Malcom X", "Haz lo Correcto" y "La hora 25", pero hay que verse todas las películas de este ingenioso realizador.

Son guapos, excelentes actores y coparán las pantallas durante los próximos meses con los estrenos de sus nuevas películas.

Gael García Bernal, Jorge Perugorría, Enrique Iglesias, Orlando Bloom, Vicent Pérez o Josh Hartnett levantarán más de un suspiro en las salas.

El atractivo Josh Hartnett es uno de los rostros en el que tiene puesto su objetivo Hollywood.

Dio la réplica a Ben Affleck en "Pearl Harbor", mantuvo un mano a mano con Harrison Ford en "Homicidio en Hollywood", regresó a las trincheras con "Black Hawk derribado", y encandiló a miles de jovencitas en "40 días y 40 noches".

Su próximo proyecto es "Wicket Park", una versión de la película francesa "El apartamento".

Enrique Iglesias ha hecho sus primeros pinitos en el cine de la mano del director Robert Rodríguez.

El cantante nos mostrará si tiene algo más que sus habilidades vocales en "Once upon a time in México", donde interpreta a un mariachi que esconde algo más que su instrumento en la funda de su guitarra.

Después de ver "Piratas del Caribe.

"La maldición de la Perla Negra" es imposible olvidar al compañero de viaje de Johnny Deep, Orlando Bloom.

Su magnífica melena es la única auténtica de la película, la única que no tuvo que someterse a las leyes de los aderezos de peluquería, era tan perfecta que no necesitó postizos.