El ajo, fuente de salud
Publicado 2006/08/19 23:00:00
- REDACCION
Desde la antigüedad son conocidos los efectos beneficiosos del ajo para la salud. Ya en la Edad Media se utilizaba como alimento o amuleto, para evitar el desarrollo de todo tipo de pestes y epidemias, lo que demuestra que, de algún modo, ya se intuía su capacidad de lucha contra los gérmenes.
Hace apenas un siglo los soldados acudían a las campañas bélicas con numerosos ajos en sus mochilas, que luego empleaban para tratar las heridas utilizando su "zumo" (aplicaban sobre la herida unas gotas del líquido resultante de machacar un diente de ajo). Por otro lado, hay que tener en cuenta que el ajo representa un gran almacén de vitaminas A, B y C y colabora de forma decisiva en el buen estado de la piel, una mejor defensa frente a las infecciones y un mayor equilibrio para el estado de los nervios.
Ahora bien, como todo lo bueno, también tiene algún aspecto negativo. Existen algunos inconvenientes que deben ser considerados para reducir su empleo en determinadas situaciones. El más importante es su efecto anticoagulante; que restringe su ingestión a aquellas personas que tienen problemas de coagulación de la sangre y tardan en dejar de sangrar cuando se produce una herida. Igualmente, no es recomendable utilizarlo -sobre todo crudo- días antes de una intervención quirúrgica, ya que se corre el riesgo de que las heridas producidas en el quirófano tarden más en cerrar.
Sin embargo, los beneficios del ajo son mucho mayores que sus inconvenientes, razón por la cual es considerado como "el hipocolesterolemiante y antibiótico natural". Para aquellas personas con antecedentes de infarto de miocardio, angina de pecho, tensión arterial alta, concentraciones elevadas de colesterol en la sangre, antecedentes de embolias y
o trombosis, nada mejor que ingerir ajo crudo con regularidad. Es suficiente con tomar medio o un diente crudo al día (acompañando a otros alimentos como ensaladas, carne asada, verduras) durante 3 semanas, repitiendo este ciclo cada 3-4 meses al año.
Otra forma es el uso de la tapa de los abanicos de pedestal como pote, se pone una malla de sarán o saco, luego se le coloca material orgánico, ubicar la planta y sostenerla. Esta forma se puede usar colgando la planta.
Ocasionalmente, se observan pequeñas manchas en la flor, especialmente en la base de las hojas que se inician como parches amarillos. Generalmente las manchas se mantienen solamente en la peristeria y no contaminan a otras flores. Se puede tratar con Benlate, una cucharada por galón. Recuerde girar las hojas al fumigar, pues las esporas activas de la enfermedad de estas plantas se pasan debajo de las hojas.
Hace apenas un siglo los soldados acudían a las campañas bélicas con numerosos ajos en sus mochilas, que luego empleaban para tratar las heridas utilizando su "zumo" (aplicaban sobre la herida unas gotas del líquido resultante de machacar un diente de ajo). Por otro lado, hay que tener en cuenta que el ajo representa un gran almacén de vitaminas A, B y C y colabora de forma decisiva en el buen estado de la piel, una mejor defensa frente a las infecciones y un mayor equilibrio para el estado de los nervios.
Ahora bien, como todo lo bueno, también tiene algún aspecto negativo. Existen algunos inconvenientes que deben ser considerados para reducir su empleo en determinadas situaciones. El más importante es su efecto anticoagulante; que restringe su ingestión a aquellas personas que tienen problemas de coagulación de la sangre y tardan en dejar de sangrar cuando se produce una herida. Igualmente, no es recomendable utilizarlo -sobre todo crudo- días antes de una intervención quirúrgica, ya que se corre el riesgo de que las heridas producidas en el quirófano tarden más en cerrar.
Sin embargo, los beneficios del ajo son mucho mayores que sus inconvenientes, razón por la cual es considerado como "el hipocolesterolemiante y antibiótico natural". Para aquellas personas con antecedentes de infarto de miocardio, angina de pecho, tensión arterial alta, concentraciones elevadas de colesterol en la sangre, antecedentes de embolias y
o trombosis, nada mejor que ingerir ajo crudo con regularidad. Es suficiente con tomar medio o un diente crudo al día (acompañando a otros alimentos como ensaladas, carne asada, verduras) durante 3 semanas, repitiendo este ciclo cada 3-4 meses al año.
Otra forma es el uso de la tapa de los abanicos de pedestal como pote, se pone una malla de sarán o saco, luego se le coloca material orgánico, ubicar la planta y sostenerla. Esta forma se puede usar colgando la planta.
Ocasionalmente, se observan pequeñas manchas en la flor, especialmente en la base de las hojas que se inician como parches amarillos. Generalmente las manchas se mantienen solamente en la peristeria y no contaminan a otras flores. Se puede tratar con Benlate, una cucharada por galón. Recuerde girar las hojas al fumigar, pues las esporas activas de la enfermedad de estas plantas se pasan debajo de las hojas.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.