"El hijo pródigo" El arte nacido de la roca
Publicado 2000/01/19 00:00:00
- Tailandia
El arrepentimiento de corazón, el amor del padre hacia su hijo y el perdón, son entre otros, los significados de la escultura "El Hijo Pródigo" del artista colombiano Porfirio Cassares, que será inaugurada este ......., en la Comunidad Misionera Hossana.
La idea de crear una obra monumental como ésta surgió hace un año, cuando Cassares, aprovechando la coyuntura de presentar la exposición "Esculturas en Piedra Serie Fósiles" en Panamá, le propuso al Reverendo Edwin Alvarez hacer una escultura frente al edificio que alberga a la comunidad cristiana de Hossana.
"Al principio, en mis planes estaba hacer a Moisés, mientras que el Pastor quería a Lázaro, finalmente en Bogotá nació la idea de "El Hijo Pródigo", la cual fue de su agrado", indica el escultor.
Aunque la piedra proporcionó las dimensiones requeridas para realizar a "El Hijo Pródigo", resultó un trabajo difícil desde el principio de su construcción. Cada semana se gastaron dos discos de diamantes, cada uno a un costo de B/. 100.00. Al comprarlos al por mayor el precio les fue rebajado a B/. 59.00. También se emplearon esmeriles, martillos neumáticos y cinceles de acero.
Pero la inversión no fue sólo en términos materiales sino en esfuerzo físico. Porfirio Cassares, junto a dos miembros de la Comunidad Misionera Hossana, los cuales le ayudaron a cortar la piedra, empezaron hace nueve meses esta escultura que hoy mide unos 6 metros de ancho (incluyendo el marco que hace la piedra) por 3 metros de alto.
¿DEJADA A PROPOSITO?
Desde que se inauguró la Comunidad Misionera Hossana, en 1995, frente a ella quedó una enorme piedra, que para muchos fue dejada a propósito para realizar una fuente, no obstante para Cassares, quien se confiesa en ese aspecto, poco optimista, señala que fue dejada por ser dura. Y de echo confirma esta versión el que mucho antes de iniciarse los trabajos de creación de la escultura, en su superficie se encontraban señales de haber querido fragmentarla a punta de martillo hidráulico (Yakama) sin hacerle, claro está, el más mínimo efecto. No obstante, lo positivo en ella es que hay diferentes matices de colores dados así, tal vez, por su composición, la cual le ha permitido al escultor darle vida a su obra.
"Yo creo que esa fue una piedra que Dios creó para que yo hiciera la parábola de "El Hijo Pródigo". Eso ya estaba predestinado", manifiesta.
Para él la parábola del "Hijo Pródigo" como tema de su escultura responde a que es la que más identifica al hombre pecador y al perdón. "Es algo para que el hombre medite sobre las cosas del Señor, que El siempre está presto a perdonarnos a pasar de lo que hagamos".
A punta de cortes en raya, en escalas de mayor a menor, Cassares le dio vida a la figura de "El Hijo Pródigo", su primera obra de gran tamaño en Panamá, ya que en Colombia ha realizado esculturas impresionantes, como: "El monumento del Burro" para el Festival del Burro en San Antero y "Estudiante" en los jardines de la Universidad de Sinú, esta última de seis metros de alto.
El artista indicó que quien observe a "El Hijo Pródigo" no verá solamente una piedra tallada, sino una escultura sobre la piedra. Apreciarán cómo la obra brota de la piedra y que en parte, cómo está interna en ella, recalcó Cassares quien es un convencido que si en el espectador no se produce ninguna reacción al ver una obra de arte, el artista a fracasado en su labor o no a hecho nada.
Forman parte de la escultura unas cajas en las que se pueden apreciar figuras diferentes en metales, la misma piedra tallada en forma de manos, luces y espejos, que con todo el conjunto forman un colash, una obra moderna.
A pesar que a simple vista se puede ver que la piedra no es apropiada para tallarla, la obra ya está culminada, sellando por un lado los días de ardua dedicación y por el otro constituyéndose en la representación bíblica en escultura más grande encontrada en el país.
La idea de crear una obra monumental como ésta surgió hace un año, cuando Cassares, aprovechando la coyuntura de presentar la exposición "Esculturas en Piedra Serie Fósiles" en Panamá, le propuso al Reverendo Edwin Alvarez hacer una escultura frente al edificio que alberga a la comunidad cristiana de Hossana.
"Al principio, en mis planes estaba hacer a Moisés, mientras que el Pastor quería a Lázaro, finalmente en Bogotá nació la idea de "El Hijo Pródigo", la cual fue de su agrado", indica el escultor.
Aunque la piedra proporcionó las dimensiones requeridas para realizar a "El Hijo Pródigo", resultó un trabajo difícil desde el principio de su construcción. Cada semana se gastaron dos discos de diamantes, cada uno a un costo de B/. 100.00. Al comprarlos al por mayor el precio les fue rebajado a B/. 59.00. También se emplearon esmeriles, martillos neumáticos y cinceles de acero.
Pero la inversión no fue sólo en términos materiales sino en esfuerzo físico. Porfirio Cassares, junto a dos miembros de la Comunidad Misionera Hossana, los cuales le ayudaron a cortar la piedra, empezaron hace nueve meses esta escultura que hoy mide unos 6 metros de ancho (incluyendo el marco que hace la piedra) por 3 metros de alto.
¿DEJADA A PROPOSITO?
Desde que se inauguró la Comunidad Misionera Hossana, en 1995, frente a ella quedó una enorme piedra, que para muchos fue dejada a propósito para realizar una fuente, no obstante para Cassares, quien se confiesa en ese aspecto, poco optimista, señala que fue dejada por ser dura. Y de echo confirma esta versión el que mucho antes de iniciarse los trabajos de creación de la escultura, en su superficie se encontraban señales de haber querido fragmentarla a punta de martillo hidráulico (Yakama) sin hacerle, claro está, el más mínimo efecto. No obstante, lo positivo en ella es que hay diferentes matices de colores dados así, tal vez, por su composición, la cual le ha permitido al escultor darle vida a su obra.
"Yo creo que esa fue una piedra que Dios creó para que yo hiciera la parábola de "El Hijo Pródigo". Eso ya estaba predestinado", manifiesta.
Para él la parábola del "Hijo Pródigo" como tema de su escultura responde a que es la que más identifica al hombre pecador y al perdón. "Es algo para que el hombre medite sobre las cosas del Señor, que El siempre está presto a perdonarnos a pasar de lo que hagamos".
A punta de cortes en raya, en escalas de mayor a menor, Cassares le dio vida a la figura de "El Hijo Pródigo", su primera obra de gran tamaño en Panamá, ya que en Colombia ha realizado esculturas impresionantes, como: "El monumento del Burro" para el Festival del Burro en San Antero y "Estudiante" en los jardines de la Universidad de Sinú, esta última de seis metros de alto.
El artista indicó que quien observe a "El Hijo Pródigo" no verá solamente una piedra tallada, sino una escultura sobre la piedra. Apreciarán cómo la obra brota de la piedra y que en parte, cómo está interna en ella, recalcó Cassares quien es un convencido que si en el espectador no se produce ninguna reacción al ver una obra de arte, el artista a fracasado en su labor o no a hecho nada.
Forman parte de la escultura unas cajas en las que se pueden apreciar figuras diferentes en metales, la misma piedra tallada en forma de manos, luces y espejos, que con todo el conjunto forman un colash, una obra moderna.
A pesar que a simple vista se puede ver que la piedra no es apropiada para tallarla, la obra ya está culminada, sellando por un lado los días de ardua dedicación y por el otro constituyéndose en la representación bíblica en escultura más grande encontrada en el país.
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