El hombre sabio y el hombre necio
Publicado 2003/03/02 00:00:00
- Yessika Valdés
La forma en que las personas se expresan y su modo de actuar dicen mucho sobre su carácter y otros elementos de su personalidad.
Gozar de la aceptación de sus congéneres y contar con los recursos y condiciones de vida que le permitan su desarrollo integral son metas del ser humano. Sin embargo, según como suela conducirse se le tiende a juzgar y cambiar el veredicto social está a su alcance si aprende a conocerse y a observar normas aceptadas y erradicar de su personalidad aquellos defectos o actitudes que le cierran puertas y corazones.
Gabriel Castellá, autor de "El hombre sabio y el hombre necio"; en un librito de bolsillo establece comparación entre uno y otro en alrededor de un centenar de aspectos y situaciones de las cuales hemos elegido algunas para que quien esto lee se analice a sí mismo/a y se percate de cuándo encaja en una categoría y cuando en la otra. Y, después de esto observar y determinar, bien puede ser que decida que debe cambiar y lo haga, para así mejorar su imagen ante los demás, erradicar hábitos que le son dañinos, crecer en algunas áreas donde estaba deficiente y de hecho, algo muy importante, aceptar que no es infalible, que siempre se aprende y se puede mejorar permanentemente. He aquí estas valiosas reflexiones y aportes de Castellá para usted, como un regalo especial:
Porque el hombre sabio acepta los hechos, tal como son, devela la clave para que la realidad muestre sus recónditos secretos.
Por su parte, la provincia de Panamá resultó con una población dominada por un 51% de genes negros, 27% de blancos, y 22% de indios. Ante este primer esfuerzo por cuantificar objetivamente el aporte de las tres razas, los especialistas Omar Jaén y Richard Cooke comentaron que esta investigación constituye una valiosa información científica e histórica, que sin duda rendirá frutos positivos en el campo de la farmacología, la antropología y la historia.
Gozar de la aceptación de sus congéneres y contar con los recursos y condiciones de vida que le permitan su desarrollo integral son metas del ser humano. Sin embargo, según como suela conducirse se le tiende a juzgar y cambiar el veredicto social está a su alcance si aprende a conocerse y a observar normas aceptadas y erradicar de su personalidad aquellos defectos o actitudes que le cierran puertas y corazones.
Gabriel Castellá, autor de "El hombre sabio y el hombre necio"; en un librito de bolsillo establece comparación entre uno y otro en alrededor de un centenar de aspectos y situaciones de las cuales hemos elegido algunas para que quien esto lee se analice a sí mismo/a y se percate de cuándo encaja en una categoría y cuando en la otra. Y, después de esto observar y determinar, bien puede ser que decida que debe cambiar y lo haga, para así mejorar su imagen ante los demás, erradicar hábitos que le son dañinos, crecer en algunas áreas donde estaba deficiente y de hecho, algo muy importante, aceptar que no es infalible, que siempre se aprende y se puede mejorar permanentemente. He aquí estas valiosas reflexiones y aportes de Castellá para usted, como un regalo especial:
Porque el hombre sabio acepta los hechos, tal como son, devela la clave para que la realidad muestre sus recónditos secretos.
Por su parte, la provincia de Panamá resultó con una población dominada por un 51% de genes negros, 27% de blancos, y 22% de indios. Ante este primer esfuerzo por cuantificar objetivamente el aporte de las tres razas, los especialistas Omar Jaén y Richard Cooke comentaron que esta investigación constituye una valiosa información científica e histórica, que sin duda rendirá frutos positivos en el campo de la farmacología, la antropología y la historia.
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