Ganglios inflamados, 'bfnormal o peligroso?

En el organismo hay "ganglios" de varios tipos y de funciones completamente diferentes (ganglios simpáticos, ganglios linfáticos y ganglios basales).
En el caso de enfermedades comunes como el resfriado, los ganglios linfáticos son objeto de observación. Y es que estas estructuras redondas de menos de un centímetro, y que todos los seres humanos poseemos en gran número, mantienen una función principal de tipo defensivo contra los gérmenes.
El doctor Ramón Aparicio, explica que al producirse una infección en nuestra garganta, nuestras células defensivas transportan al germen agresor, a través de los vasos linfáticos, a la estación más cercana (ganglios linfáticos del cuello) donde tendrá la destrucción del mismo. Esta lucha determina la inflamación de los ganglios haciéndolos palpable.
Los ganglios linfáticos se localizan en zonas como la piel del cuello, las axilas, las ingles, etc.
Cuando en la lucha que existe dentro de un ganglio linfático entre gérmenes y células defensivas "ganan" los primeros, la inflamación supone un incremento importante en el tamaño del ganglio, éste puede (no siempre) ser doloroso y suele haber fiebre.
"A este glanglio inflamado se le denomina adenitis, y el mismo debe ser tratado con antibióticos", señaló el galeno, al tiempo que advierte que no todo ganglio inflamado es señal de infección.
Por ejemplo, los niños que acuden a guarderías, están expuestos a un gran número de gérmenes de los que deberán defenderse. También existen casos en que uno o varios ganglios pueden quedar palpables durante mucho tiempo (a veces toda la vida), debido a que una infección previa ha dejado una secuela sin importancia de ese aumento de tamaño.
Las adenitis necesitan, por contra, de tratamiento antibiótico por boca aunque en algunos casos es preciso el ingreso hospitalario para tratarlas por vía intravenosa e incluso, en algunos casos rebeldes, ser punzadas con una aguja para analizarlas o ser extirpadas (removidas quirúrgicamente)
En la mayoría de los casos, es de suma importancia prestar la debida atención al tamaño de los ganglios, ya que esta anomalía podría significar una enfermedad maligna.