II Concierto de Gala
Publicado 1999/11/07 00:00:00
El Instituto Nacional de Cultura y la empresa Cable & Wireless, esta última patrocinadora de la Gira Musical ´99, Orquesta Sinfónica Nacional, presentaron este viernes, en el hermoso marco del Teatro Nacional, al pianista Leonid Kuzmin bajo la dirección del maestro Peter Marchbank, acompañados por nuestra Orquesta Sinfónica Nacional.
El programa, perfectamente balanceado, abarcó obras capitales del siglo XIX como "Sarke", del compositor Bedrich Smetana (1824-84); Camile Saint-Saene (1835-1921), con su Concierto para piano No. 2 Sol menor, Op. 22; y de Antonin Dvorak (1841-1904), Sinfonía No. 6 en Re Mayor, Op.60.
Del Director: Peter Marchbank no es la primera vez que dirige en Panamá a la Orquesta Sinfónica Nacional, por lo que conocemos su genio directriz. Preciso en "entradas" -orquestales y solísticas", claridad de batuta, no muy expresivo -al menos en la sobras expuestas-. En suma, buen Director y muy profesional.
Del Pianista: El joven y muy galardonado pianista Leonid Kuzmin, al igual que el Director Marchbank, ya es conocido por el público euterpiano. Su "touche" es impecable. Arranca fortísimos increíbles y no es a través del "pedal", sino con la muñeca. Lo cual inferimos surge de la escuela de Nikita Magaloff, uno de sus maestros. Sus trinos, perfectamente medidos (Allegre Scherzando), donde pudimos deleitarnos con la conocida melodía del Concierto. El Andante sostenuto fue bien dicho. En el Presto, la pasmosa velocidad digital (arpegios y escalas) aunado a acordes impecables de difícil ejecución, nos da el perfil del ejecutante: pianista virtuoso.
De la Orquesta: Hacía bastante tiempo que no escuchaba a nuestra Sinfónica Nacional . Por lo tanto, me sorprendió sobremanera que el primer acorde orquestal (Sarka), fluyó con cuerpo, sin estridencias, y relativamente afinado -cuerdas y vientos-. Realmente fui gratamente sorprendido. ¿Por qué mi sorpresa?. Porque todos los países del mundo nutren sus orquestas sinfónicas con profesionales músicos que han terminado sus estudios -teoría e instrumento- pudiendo mostrar Diplomas y currículo antes de dar pruebas para optar a una plaza orquestas profesional -Sinfónica Nacional, Filarmónica, de Cámara, etc.- lejos ya de problemas afinativos, y/o complicadas medidas compuestas al haber pasado todos los estudios solfísticos e instrumentales. Curiosamente, nuestra Orquesta Sinfónica Nacional, salvo tres o cuatro instrumentalistas, no está formada por profesionales músicos y, al decir profesionales, queremos indicar que han terminado -completamente- la carrera musical. Nuestra Orquesta Sinfónica Nacional está integrada por alumnos que en la cuerda (violines), la mayoría no llega al 8vo año de estudios. Las violas, apenas poseen un 5to. Año, los chelosl, igual que las violas, los contrabajos lo mismo... Naturalmente, nos estamos refiriendo al personal orquestal panameño. Los no nacionales, ocupando cargos principales deben estar munidos -se supone- de sus respectivos Diplomas y currículos de sus respectivos países.
Mi sorpresa estribó en que una orquesta integrada -salvo muy pocos elementos- por alumnos que apenas han pesado al estudio superior, pueda tocar sin estridencias, pianos audibles, pasajes rápidos "dichos" con claridad supina, lo cual escuchamos tanto en el Concierto de Piano, la Sinfonía No. 6 o la difícil partitura Sarka de Smetana. Por eso mi sorpresa. A pesar de algunos "desfases", la Orquesta salió con bien de la prueba sabiendo que el programa lo prepararon en apenas una semana. ¡Bien por la Orquesta Sinfónica Nacional!.
En cuanto a la cuerda, nunca hemos sabido de alguien que se haya graduado (Décimo año), de violín u otros instrumentos cordófonos. Por lo que las autoridades del INAC deben tomar conciencia del "funcionamiento" de nuestra Primera Casa de Estudios Musicales.
El programa, perfectamente balanceado, abarcó obras capitales del siglo XIX como "Sarke", del compositor Bedrich Smetana (1824-84); Camile Saint-Saene (1835-1921), con su Concierto para piano No. 2 Sol menor, Op. 22; y de Antonin Dvorak (1841-1904), Sinfonía No. 6 en Re Mayor, Op.60.
Del Director: Peter Marchbank no es la primera vez que dirige en Panamá a la Orquesta Sinfónica Nacional, por lo que conocemos su genio directriz. Preciso en "entradas" -orquestales y solísticas", claridad de batuta, no muy expresivo -al menos en la sobras expuestas-. En suma, buen Director y muy profesional.
Del Pianista: El joven y muy galardonado pianista Leonid Kuzmin, al igual que el Director Marchbank, ya es conocido por el público euterpiano. Su "touche" es impecable. Arranca fortísimos increíbles y no es a través del "pedal", sino con la muñeca. Lo cual inferimos surge de la escuela de Nikita Magaloff, uno de sus maestros. Sus trinos, perfectamente medidos (Allegre Scherzando), donde pudimos deleitarnos con la conocida melodía del Concierto. El Andante sostenuto fue bien dicho. En el Presto, la pasmosa velocidad digital (arpegios y escalas) aunado a acordes impecables de difícil ejecución, nos da el perfil del ejecutante: pianista virtuoso.
De la Orquesta: Hacía bastante tiempo que no escuchaba a nuestra Sinfónica Nacional . Por lo tanto, me sorprendió sobremanera que el primer acorde orquestal (Sarka), fluyó con cuerpo, sin estridencias, y relativamente afinado -cuerdas y vientos-. Realmente fui gratamente sorprendido. ¿Por qué mi sorpresa?. Porque todos los países del mundo nutren sus orquestas sinfónicas con profesionales músicos que han terminado sus estudios -teoría e instrumento- pudiendo mostrar Diplomas y currículo antes de dar pruebas para optar a una plaza orquestas profesional -Sinfónica Nacional, Filarmónica, de Cámara, etc.- lejos ya de problemas afinativos, y/o complicadas medidas compuestas al haber pasado todos los estudios solfísticos e instrumentales. Curiosamente, nuestra Orquesta Sinfónica Nacional, salvo tres o cuatro instrumentalistas, no está formada por profesionales músicos y, al decir profesionales, queremos indicar que han terminado -completamente- la carrera musical. Nuestra Orquesta Sinfónica Nacional está integrada por alumnos que en la cuerda (violines), la mayoría no llega al 8vo año de estudios. Las violas, apenas poseen un 5to. Año, los chelosl, igual que las violas, los contrabajos lo mismo... Naturalmente, nos estamos refiriendo al personal orquestal panameño. Los no nacionales, ocupando cargos principales deben estar munidos -se supone- de sus respectivos Diplomas y currículos de sus respectivos países.
Mi sorpresa estribó en que una orquesta integrada -salvo muy pocos elementos- por alumnos que apenas han pesado al estudio superior, pueda tocar sin estridencias, pianos audibles, pasajes rápidos "dichos" con claridad supina, lo cual escuchamos tanto en el Concierto de Piano, la Sinfonía No. 6 o la difícil partitura Sarka de Smetana. Por eso mi sorpresa. A pesar de algunos "desfases", la Orquesta salió con bien de la prueba sabiendo que el programa lo prepararon en apenas una semana. ¡Bien por la Orquesta Sinfónica Nacional!.
En cuanto a la cuerda, nunca hemos sabido de alguien que se haya graduado (Décimo año), de violín u otros instrumentos cordófonos. Por lo que las autoridades del INAC deben tomar conciencia del "funcionamiento" de nuestra Primera Casa de Estudios Musicales.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.