La experiencia de ser estudiante de intercambio
Publicado 2000/10/08 23:00:00
Poco a poco el mundo en que vivimos se torna más pequeño. Debido al crecimiento y desarrollo veloz de los medios de comunicación podemos ponernos en contacto con personas de todas partes del planeta. El resultado: solidaridad, comprensión entre los pueblos, enriquecimiento de las culturas y, por supuesto, obtener lo más anhelado: la paz.
Pienso que el papel del estudiante de intercambio es muy importante ya que siendo un embajador cultural debe promover un mundo más pacífico. Somos los jóvenes los que podemos evitarlos conflictos bélicos en el futuro.
Sin embargo, el papel de pacificador, educador y embajador no es fácil. Imagine usted que haya arribado a otro planeta. Y que los residentes de allí hablan un idioma insólito, que hiciesen cosas muy extrañas, y comieran una comida diferente a la que acostumbra. Además, por supuesto, te adoptara una familia de extraterrestres por un año. ¡Qué miedo!. Tal vez este argumento le parezca extremo, pero es casi, casi cierto, solamente que sin los extraterrestres. En ese convivir, tolerar y comprender, los estudiantes de intercambio estamos forjando la paz. Ese valor que es tan difícil de mantener.
Les diré, he sido una estudiante de intercambio por dos años. Mi experiencia, hasta ahora, ha sido maravillosa.
Para mí Panamá es algo así como un planeta diferente. Pero diferente no significa extraño, poco atractivo o inhabitable. Me doy cuenta que acá soy yo la extraterrestre y que es mi responsabilidad acostumbrarme y dedicarme a conocer la cultura de mis anfitriones.
A diferencia de las dificultades que tengo con el idioma, los malentendidos y el simple "choque" cultural; la experiencia de ser una estudiante de intercambio ha sido mi sueño por una década. Esperaba con placer anticipado el día en que Panamá sea mi casa y el español mi idioma.
Pienso que el papel del estudiante de intercambio es muy importante ya que siendo un embajador cultural debe promover un mundo más pacífico. Somos los jóvenes los que podemos evitarlos conflictos bélicos en el futuro.
Sin embargo, el papel de pacificador, educador y embajador no es fácil. Imagine usted que haya arribado a otro planeta. Y que los residentes de allí hablan un idioma insólito, que hiciesen cosas muy extrañas, y comieran una comida diferente a la que acostumbra. Además, por supuesto, te adoptara una familia de extraterrestres por un año. ¡Qué miedo!. Tal vez este argumento le parezca extremo, pero es casi, casi cierto, solamente que sin los extraterrestres. En ese convivir, tolerar y comprender, los estudiantes de intercambio estamos forjando la paz. Ese valor que es tan difícil de mantener.
Les diré, he sido una estudiante de intercambio por dos años. Mi experiencia, hasta ahora, ha sido maravillosa.
Para mí Panamá es algo así como un planeta diferente. Pero diferente no significa extraño, poco atractivo o inhabitable. Me doy cuenta que acá soy yo la extraterrestre y que es mi responsabilidad acostumbrarme y dedicarme a conocer la cultura de mis anfitriones.
A diferencia de las dificultades que tengo con el idioma, los malentendidos y el simple "choque" cultural; la experiencia de ser una estudiante de intercambio ha sido mi sueño por una década. Esperaba con placer anticipado el día en que Panamá sea mi casa y el español mi idioma.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.