La Mujer tiene la palabra

La religión católica es una religión absolutamente patriarcal que nos dejó huérfanas de diosas", que mientas por un lado presenta tres machos, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en lo que a mujeres toca pone a escoger entre "Eva la pecadora y María la sumisa", manifestó la escritora francesa Florence Thomas, radicada hace 35 años en Colombia y columnista de "El Tiempo".
Esos planteamientos constituyeron parte de su respuesta a pregunta que le hiciera el escritor panameño Ernesto "Neco" Endara, el miércoles en la tarde en ATLAPA, durante la Feria del Libro, respecto a si como feminista nunca se había cuestionado por qué un Dios hombre.
La de Endara fue una de las pocas preguntas que tuvo tiempo de responder Thomas, luego de que Ana Raquel Chanis, Urania Ungo y Gloria Young expresaron su opinión sobre las obras "Género Femenino" y "La Mujer tiene la Palabra". La primera una novela y la otra una compilación de columnas, la mayoría publicadas en el periódico colombiano "El Tiempo", de Bogotá, sobre diversos temas, la mayoría álgidos y controversiales, en donde deja claro su compromiso como defensora de la justicia, los derechos de humano y entre éstos especialmente los de las mujeres
¿Para qué queremos imitar en todo, nosotras las mujeres, un modelo medio mediocre, que son los hombres?", fue una de las interrogantes y mensajes que envió la escritora Thomas, quien pese a su prolífica producción dijo con humildad: en el conversatorio: "Me gusta escribir, pero no soy, nunca lo seré, una escritora".
Ella también enfatizó que "el debate por la igualdad y el debate por la diferencia pueden ir juntos" y dijo que para entender la ley de cuotas hay primero que entender la historia de las mujeres.
Asimismo, Florence Thomas considera "absolutamente indispensable la ley de cuotas" para visibilizar a la mujer. Porque, puntualizó, es importante "que nos llamen, que nos vean , que estemos, que nos nombren".
Por su parte, como un manual de vida que toda mujer debería adquirir, considera Ana Raquel Chanis la obra "La Mujer Tiene la Palabra". La consultora de imagen expresó su complacencia por poder conocer personalmente a la escritora, ya que estando en Bogotá tuvo la oportunidad en una ocasión de leer un artículo de ella en "El Tiempo", que le provocó el deseo de levantarse y aplaudirla.
"Es maravillosa, descarnada, tan humana, tan sensible. Con ese artículo que yo leí en El Tiempo me di cuenta de que ella se atrevía a decir muchas cosas. Es valiente, es audaz, es maravillosa y es muy mujer".
Chanis le dijo a Thomas, entre otras cosas, que comparte con ella el 90% de los planteamientos que hace en su libro. "Comparto contigo tu repudio por los concursos de belleza. Coincido contigo en que el seno de una mujer no tiene que ser más grande de lo que cabe en la palma de la mano de un hombre. Me irrita Betty La Fea" .
Por su parte, la autora de "La Mujer Tiene la Palabra" expresó que "el feminismo es algo que nos atraviesa la vida, es algo que nos permite construir nuevas utopías. Todo lo que es bueno para los hombres es bueno para las mujeres y todo lo que es bueno para las mujeres es bueno para la humanidad. Uno de los principales indicadores de desarrollo de los países es el lugar donde están las mujeres".
Para Urania Ungo, directora del Instituto de la Mujer de la Universidad de Panamá, UMIP; además de resultar interesante "Género Femenino", es importante el libro "porque nos da a las feministas una medida muy clara de las contradicciones que sentimos y no hablamos. Hay una cara pública del feminismo que tiene por loa general una actitud combatiente", pero, añadió que éste también "tiene claros oscuros que no debieran estar en la parte clara del escenario".
La feministra y legisladora Gloria Young, por su parte, dijo sobre "la Mujer y la Palabra" que: "Me identifiqué con todos los artículos aquí escritos, el artículo del amor, de lo que sentimos y lo que queremos sentir y no nos lo hacen sentir. La separación (nuestra generación es una generación que ha tenido que lidiar con tantas separaciones y cada una es una especie de muerte para la que uno tiene que prepararse y nunca está preparado. Debiera parecernos natural, pero siempre queda el sabor amargo y la pregunta de ¿por qué tuvo que ser así?"
Lo leyó, dijo, en el contexto de Miss Universo en Panamá y siendo que mientras había tanta euforia por parte de algunas colegas respecto a asistir a los diversos eventos relacionados con el certamen, por parte de ella no había tal entusiasmo, lo que la hacía preguntarse ¿será porque nosotros no tenemos esas medidas, será un resentimiento?", lo cual, en realidad, según concluyó ella, evidencia "la eterna contradicción con una misma".