La proyección folclórica y musical en la vida de nuestros pueblos
Publicado 1999/05/27 23:00:00
La proyección folclórica en la música y en los bailes, ha ocasionado que muchas veces se confunda lo folclórico con lo típico o popular, de manera que para los estudiosos de la materia folclórica, es necesario destacar que la misma tiene una serie de elementos que la sustentan como "Hecho Folclórico" destacándose la más importante la de que el autor es desconocido, ha pasado al anonimato, como es el caso de la mayoría de las tonadas de tambor, "Hojita de Guarumal", "Arriba Monteriano", "Sirena", "Soy Marinera", etc., estas tuvieron su autor, o creador, pero como se ha transmitido de generación en generación, el nombre del autor se ha perdido; por esa razón hoy día se tiene que mencionar en las Cantaderas el autor de la décima, o el autor de una canción típica, tenemos que respetar el derecho de autor, es propiedad intelectual de ese hombre llámese Alfredo Chávez, Carlos De La Togna, Omar Bultrón, Edwin Valdés, Gerardo Blanco, Sergio Cortez o Amable "Mavin" Moreno.
Otras de las características o elementos de la materia folclórica es que debe ser popular, (baile del tambor, Las Cantaderas, bailes de mejorana, etc.) es ubicable (Ejemplo para Ocú: Bailes de Mejorana, Duelo del Tamarindo, Matrimonio Campesino, Juntas, etc., para La Villa y Chitré: corpus, patronales, etc.), debe ser tradicional, fáctico y plástico, entre otros.
En materia musical bailable, (bailes folclóricos) pienso que los directores o instructores de conjuntos de proyección han tomado conciencia, y destacan al autor de la pieza a bailar, también deben informar el origen del baile o región que la practica, bailes de mejorana de Ocú, tambor de Parita, de Santa María, del Rincón, etc., precisamente esto es lo que hemos insistido siempre, destacar o resaltar el autor de esa obra musical, y por otro lado, que ese director o instructor no invente coreografías extravagantes o fuera del contexto de lo folclórico, debemos recordar que nuestros bailes son alegres, llenos de donaire, galanteo, pero tanto la mujer como el hombre lo hacían lo más sencillo posible, con alegría pero también con humildad. Recuérdese que esta era una forma de recreación que se hacían en los pueblos; celebrar un cumpleaños, o un acontecimiento, patronal, etc. Hoy día lo auténtico y tradicional ha pasado a la Proyección Folclórica. Pero debemos mantener y defender lo que aún se conserva original, o que muy pocas transformaciones ha tenido, como por ejemplo, los bailes congos, bullerengue de tambor, de mejorana, etc.
En Ocú, por ejemplo, según nuestras investigaciones de campo, para el siglo pasado e inicio de la época republicana, los blancos del pueblo, que era de esa manera como le llamaba los campesinos a los residentes del pueblo, celebraban los acontecimientos, cumpleaños, matrimonios, etc., con los conocidos bailes de salón, donde un grupo de músicos entre esos, los Hermanos Villarreal, Abel, José María, y otros, con violín y guitarra en mano, amenizaban los bailes, las polkas, mazurcas, punto ocueño, valses y pasillos, en cualesquiera de las residencias de la homenajeada.
No obstante los bailes de tambor o de mejorana, gritos y saloma eran cultivados en otro sector por la gente del campo (caso de la mejorana) o del tambor en el mismo pueblo pero con la gente media o baja en lo referente al status social; hoy día esa barrera clasista se ha superado, y bailan tanto mejorana como tambor o cualquier otro baile o manifestación cualquiera persona del pueblo, sin distingo de raza, credo político, etc.
En otro aspecto, la música de un pueblo o región, juega un papel casi protagónico, puesto que es a través del género musical donde se da a conocer un país. Sabemos por ejemplo que el ritmo chacha-cha, el mambo o la guaracha tiene sus raíces en Cuba, la plena y bomba de Puerto rico, el tango de Argentina, zamba de Brasil, tamborito y tamborera entre otros géneros de Panamá, son estos ritmos musicales que han engrandecido los mismos hasta llevarlos al área turística, de manera que con ellos directores e instructores de conjunto típicos, en sus respectivos países, han hecho Proyección Folclórica, pero en su justa dimensión, sin sufrir alteraciones extravagantes que hacen desvirtuar lo autóctono, mensaje que reprochan los conocedores o versados en materia folclórica, lógicamente porque están cometiendo un delito cultural.
Recomendamos y sugerimos una vez más, que instituciones como el INAC que promueven la cultura y nuestro folclor, continúen capacitando, instruyendo y orientando a los directores, instructores de Grupos de Proyección Folclórica, también a docentes y demás ciudadanos interesados en el tema; puesto que en ningún momento permitiremos que corrientes culturales extranjeras atenten con nuestra forma de ser, que, lo que hacen es distorsionar las características de un panameño formado con el sabor de la raza autóctona.
(El autor es miembro de la Comisión Nacional de Folclor)
Otras de las características o elementos de la materia folclórica es que debe ser popular, (baile del tambor, Las Cantaderas, bailes de mejorana, etc.) es ubicable (Ejemplo para Ocú: Bailes de Mejorana, Duelo del Tamarindo, Matrimonio Campesino, Juntas, etc., para La Villa y Chitré: corpus, patronales, etc.), debe ser tradicional, fáctico y plástico, entre otros.
En materia musical bailable, (bailes folclóricos) pienso que los directores o instructores de conjuntos de proyección han tomado conciencia, y destacan al autor de la pieza a bailar, también deben informar el origen del baile o región que la practica, bailes de mejorana de Ocú, tambor de Parita, de Santa María, del Rincón, etc., precisamente esto es lo que hemos insistido siempre, destacar o resaltar el autor de esa obra musical, y por otro lado, que ese director o instructor no invente coreografías extravagantes o fuera del contexto de lo folclórico, debemos recordar que nuestros bailes son alegres, llenos de donaire, galanteo, pero tanto la mujer como el hombre lo hacían lo más sencillo posible, con alegría pero también con humildad. Recuérdese que esta era una forma de recreación que se hacían en los pueblos; celebrar un cumpleaños, o un acontecimiento, patronal, etc. Hoy día lo auténtico y tradicional ha pasado a la Proyección Folclórica. Pero debemos mantener y defender lo que aún se conserva original, o que muy pocas transformaciones ha tenido, como por ejemplo, los bailes congos, bullerengue de tambor, de mejorana, etc.
En Ocú, por ejemplo, según nuestras investigaciones de campo, para el siglo pasado e inicio de la época republicana, los blancos del pueblo, que era de esa manera como le llamaba los campesinos a los residentes del pueblo, celebraban los acontecimientos, cumpleaños, matrimonios, etc., con los conocidos bailes de salón, donde un grupo de músicos entre esos, los Hermanos Villarreal, Abel, José María, y otros, con violín y guitarra en mano, amenizaban los bailes, las polkas, mazurcas, punto ocueño, valses y pasillos, en cualesquiera de las residencias de la homenajeada.
No obstante los bailes de tambor o de mejorana, gritos y saloma eran cultivados en otro sector por la gente del campo (caso de la mejorana) o del tambor en el mismo pueblo pero con la gente media o baja en lo referente al status social; hoy día esa barrera clasista se ha superado, y bailan tanto mejorana como tambor o cualquier otro baile o manifestación cualquiera persona del pueblo, sin distingo de raza, credo político, etc.
En otro aspecto, la música de un pueblo o región, juega un papel casi protagónico, puesto que es a través del género musical donde se da a conocer un país. Sabemos por ejemplo que el ritmo chacha-cha, el mambo o la guaracha tiene sus raíces en Cuba, la plena y bomba de Puerto rico, el tango de Argentina, zamba de Brasil, tamborito y tamborera entre otros géneros de Panamá, son estos ritmos musicales que han engrandecido los mismos hasta llevarlos al área turística, de manera que con ellos directores e instructores de conjunto típicos, en sus respectivos países, han hecho Proyección Folclórica, pero en su justa dimensión, sin sufrir alteraciones extravagantes que hacen desvirtuar lo autóctono, mensaje que reprochan los conocedores o versados en materia folclórica, lógicamente porque están cometiendo un delito cultural.
Recomendamos y sugerimos una vez más, que instituciones como el INAC que promueven la cultura y nuestro folclor, continúen capacitando, instruyendo y orientando a los directores, instructores de Grupos de Proyección Folclórica, también a docentes y demás ciudadanos interesados en el tema; puesto que en ningún momento permitiremos que corrientes culturales extranjeras atenten con nuestra forma de ser, que, lo que hacen es distorsionar las características de un panameño formado con el sabor de la raza autóctona.
(El autor es miembro de la Comisión Nacional de Folclor)

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