Lolita: ¿pornografía o una historia de amor?
Publicado 2002/12/04 00:00:00
Lolita, luz de mi vida, fuego de mi ingle - podría decirle cualquier hombre enamorado a su objeto de deseo. ¿Pero por qué causa tanto revuelo si un profesor - escritor, cuarentón y retirado en un apacible pueblo de Nueva Inglaterra se lo dedica a una muchacha de doce años, su nymphet? Y eso es exactamente lo que ocurre en Lolita, controversial novela de Vladimir Nabokov, escritor ruso nacido en 1889 y muerto en 1977 en Suiza. Fluido hablante del inglés, ruso y francés, escribió Lolita durante su estancia en los Estados Unidos, donde fungió como profesor en las prestigiosas universidades como Wellesley, Cornell, Stanford y Harvard. Su vida fue una de huída: primero a la Revolución Rusa y luego a los nazis en Europa.
Rechazada por las casas editoriales por su temática, fue publicada en 1955 por Olympia Press de Francia. Fue censurada por el gobierno francés, pero la Corte Suprema Francesa luego derogó la prohibición. La oficina de Aduanas de Estados Unidos dictó que era cuestionable mientras que escritores, profesores y críticos de todo el mundo la han catalogado como una de las mejores novelas del siglo XX, aún contra todos los deseos de los puritanos.
El libro es presentado como la confesión que dejó atrás Humbert Humbert, un hombre que se encontraba preso esperando su juicio pero murió en 1952 antes de que se iniciara el proceso. Humbert presenta la historia de su vida y la serie de circunstancias que desencadenarían los fatídicos hechos finales: la muerte de su primer amor de niñez, causa de su obsesión por las niñas pre-pubescentes, el encuentro con Dolores Haze, hija de su arrendadora, su matrimonio con la madre de su nymphet y su posterior muerte momentos luego de enterarse del amor de Humbert hacia su hija, la seducción, el amorío, el viaje de motel en motel, el escape de su amor, su reencuentro y el crimen final, el asesinato del dramaturgo con quién se había fugado.
La narración toca casi todos los temas incómodos y rompe con todas las nociones que tenemos del amor, sin embargo, en ningún momento raya en lo pornográfica o lo vulgar. Podrá impresionar a muchos, como lo hizo conmigo, la manera como se yuxtapone la sensibilidad ultra europea de Humbert contra la rudeza y vivacidad de su Lolita. En un tono burlón y pintoresco, se nos presentan personas que deberíamos odiar - pero a quiénes no podemos dejar de comprender y con quiénes no cesamos de sentir empatía.
¿Puede un hombre mayor estar verdaderamente enamorado de una niña de doce? ¿Quién seduce a quién? Las concepciones tradicionales de pedofilia nos obligarían a condenar a Humbert Humbert sin siquiera conocerlo, sin embargo, su relato no nos permite odiarlo. Por más vil y ruin que nos parezca al considerar sus acciones desde la lupa de la objetividad, nos resulta imposible odiar a Humbert al igual que nos resulta imposible dejar de sonreír por lo menos ante el escrito. ¿Cómo puede alguien sonreír al leer una de las peores corrupciones posibles? Tendrán que leer la novela y apreciar el genio de Nabokov para, entre sonrisas y afables racionalizaciones hacia la conducta de Humbert, entenderlo. Cronista de la USMA.
Por ello, el Patronato del Servicio Nacional de Nutrición sigue trabajando en base a los programas de las granjas sostenibles que vienen a ser la identificación de una región con pobreza extrema en donde se busca la unidad de producción agrícola, cuyos rubros ya sean pecuarios, forestales o agrícolas se integran entre sí, simplemente con la intención de que la comunidad pueda autoabastecerse y explotar sus recursos.
"Una de las razones que nos motivó a destinar los fondos a los programas de las granjas sostenibles fue precisamente cuando escuchamos que una niña murió de hambre en la comunidad de Bique, Arraiján. Las buenas noticias es que este lugar está contemplado en nuestro proyecto..", enfatizó José Ford..
Ciertamente la Teletón 20-30 con la inversión que ha hecho en el Hospital del Niño, la Maternidad del Hospital Santo Tomás, Unidad de Quemados y demás obras, ha sido un antídoto a muchos males. Pero el rostro de la pobreza y las difíciles condiciones en que viven y crecen un grueso número de infantes, son razones suficientes para apelar a la buena voluntad de los hombres y mujeres de este país y procurar mejores amaneceres... Lo ideal, también sería realizar una teletón del interior para llenarnos de amor y solidaridad y no parecer tan indiferentes en medio de tanta pobreza que ha logrado sepultar la inocencia de muchos niños no sólo en lugares de difícil acceso sino muy cerca de la capital.
Rechazada por las casas editoriales por su temática, fue publicada en 1955 por Olympia Press de Francia. Fue censurada por el gobierno francés, pero la Corte Suprema Francesa luego derogó la prohibición. La oficina de Aduanas de Estados Unidos dictó que era cuestionable mientras que escritores, profesores y críticos de todo el mundo la han catalogado como una de las mejores novelas del siglo XX, aún contra todos los deseos de los puritanos.
El libro es presentado como la confesión que dejó atrás Humbert Humbert, un hombre que se encontraba preso esperando su juicio pero murió en 1952 antes de que se iniciara el proceso. Humbert presenta la historia de su vida y la serie de circunstancias que desencadenarían los fatídicos hechos finales: la muerte de su primer amor de niñez, causa de su obsesión por las niñas pre-pubescentes, el encuentro con Dolores Haze, hija de su arrendadora, su matrimonio con la madre de su nymphet y su posterior muerte momentos luego de enterarse del amor de Humbert hacia su hija, la seducción, el amorío, el viaje de motel en motel, el escape de su amor, su reencuentro y el crimen final, el asesinato del dramaturgo con quién se había fugado.
La narración toca casi todos los temas incómodos y rompe con todas las nociones que tenemos del amor, sin embargo, en ningún momento raya en lo pornográfica o lo vulgar. Podrá impresionar a muchos, como lo hizo conmigo, la manera como se yuxtapone la sensibilidad ultra europea de Humbert contra la rudeza y vivacidad de su Lolita. En un tono burlón y pintoresco, se nos presentan personas que deberíamos odiar - pero a quiénes no podemos dejar de comprender y con quiénes no cesamos de sentir empatía.
¿Puede un hombre mayor estar verdaderamente enamorado de una niña de doce? ¿Quién seduce a quién? Las concepciones tradicionales de pedofilia nos obligarían a condenar a Humbert Humbert sin siquiera conocerlo, sin embargo, su relato no nos permite odiarlo. Por más vil y ruin que nos parezca al considerar sus acciones desde la lupa de la objetividad, nos resulta imposible odiar a Humbert al igual que nos resulta imposible dejar de sonreír por lo menos ante el escrito. ¿Cómo puede alguien sonreír al leer una de las peores corrupciones posibles? Tendrán que leer la novela y apreciar el genio de Nabokov para, entre sonrisas y afables racionalizaciones hacia la conducta de Humbert, entenderlo. Cronista de la USMA.
Por ello, el Patronato del Servicio Nacional de Nutrición sigue trabajando en base a los programas de las granjas sostenibles que vienen a ser la identificación de una región con pobreza extrema en donde se busca la unidad de producción agrícola, cuyos rubros ya sean pecuarios, forestales o agrícolas se integran entre sí, simplemente con la intención de que la comunidad pueda autoabastecerse y explotar sus recursos.
"Una de las razones que nos motivó a destinar los fondos a los programas de las granjas sostenibles fue precisamente cuando escuchamos que una niña murió de hambre en la comunidad de Bique, Arraiján. Las buenas noticias es que este lugar está contemplado en nuestro proyecto..", enfatizó José Ford..
Ciertamente la Teletón 20-30 con la inversión que ha hecho en el Hospital del Niño, la Maternidad del Hospital Santo Tomás, Unidad de Quemados y demás obras, ha sido un antídoto a muchos males. Pero el rostro de la pobreza y las difíciles condiciones en que viven y crecen un grueso número de infantes, son razones suficientes para apelar a la buena voluntad de los hombres y mujeres de este país y procurar mejores amaneceres... Lo ideal, también sería realizar una teletón del interior para llenarnos de amor y solidaridad y no parecer tan indiferentes en medio de tanta pobreza que ha logrado sepultar la inocencia de muchos niños no sólo en lugares de difícil acceso sino muy cerca de la capital.
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