"Los hombres son los que se acercan a felicitarme"

Fernando Solórzano, el famoso narcotraficante Braulio Bermúdez en "Las Muñecas del cartel", se sorprende al ver lo popular que se ha vuelto su personaje.

La producción que en estos momentos se transmite en otros países a través Telefutura, bajo el nombre "Las muñecas de la mafia", colocó a sus protagonistas entre los más destacados del momento.

Solórzano reconoce que no se esperaba tal éxito y que la sorpresa más grande es que, en vez de que las chicas lo feliciten, son los caballeros quienes se acercan para elogiar su interpretación.

"Al principio yo no entendía por qué.

Después de todo, Braulio es un tipo machista, mandón, arrogante y autoritario", dijo a Efe.

"Hasta que me di cuenta de que lo que atrae a muchos hombres es la fantasía de ser el tipo poderoso, con mucho billete, que vive rodeado de mujeres lindas", afirmó el artista, que se confiesa el polo opuesto de ese personaje.

Habla el hombre.

Lejos de las cámaras, y sin el look "brocha", que dicho en buen colombiano describe al tipo ordinario y algo cursi, Solórzano afirma que es un hombre tranquilo y muy espiritual.

"Braulio es un hombre mandón, arrogante, que se vuelve nada ante las mujeres; lleva 20 años casado con la misma mujer y está aburrido, por eso anda con chicas guapas, que hacen lo que quieren con él.

Él tiene una forma de ver la vida completamente diferente a la mía.

En realidad, yo soy tranquilo y hogareño", apuntó Solórzano, felizmente casado desde hace 15 años y padre de tres hijos.

"Para mí, lo más importante es el tiempo que comparto con mi esposa y con mis hijos.

Eso es como esposo y padre.

Como ser humano, lo más importante es plantearme lo que yo llamo la gran interrogante: '¿Qué hago aquí?, ¿cuál es mi misión en esta vida?' Esa es la pregunta que conduce mis pasos".

Para el actor, que anteriormente interpretó a Óscar Cadena, el peligroso narco de "El cartel", lo mismo que a El Flaco, de "Los Vecinos", y a René, el humilde chófer de "Pedro, El Escamoso", todo es cuestión de imaginación, investigación y método.

"En el caso de Braulio, por ejemplo, yo no veo al personaje como un simple mafioso.

Yo analizo su personalidad soberbia, machista, de hombre prepotente.

Con eso puedo crear cualquier cosa, desde un líder hasta un mafioso.

Además, leí sobre los mafiosos para entender la psicología de esas personas".