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Milán muestra la ropa de moda para el hombre de finales del 2000
Abu Dabi/EFE - Publicado:
La pasarela de Milán cerró hoy sus puertas después de haber mostrado cómo debe vestir el hombre que quiera ir a la moda a partir del próximo otoño hasta los primeros meses del 2001, todavía en invierno.Durante seis días las grandes firmas de la alta costura internacional, como Trussardi, Versace, Prada, Dolce y Gabbana o Valentino han estado presentes en Milán, a través del medio centenar de desfiles que han vuelto a convertir a esa ciudad del norte de Italia en una de las capitales de la moda internacional.De nuevo se han vuelto a constatar las diferencias de estilo entre los diversos estilistas, aunque sí se han visto algunas líneas que previsiblemente marcarán tendencia en las posteriores colecciones "pret-a-porter", menos exclusivas económicamente que los modelos que estos días se han lucido en Milán.Entre las apuestas tradicionales figuran los seguidores del diseño británico, que parece ser el punto de partida para muchos estilistas, incluida la recuperación del traje "príncipe de Gales".Por lo pronto, Burberry, fiel a su imagen de ropa estilo escocés, propone como símbolo de elegancia que el hombre del 2000 vaya por la calle con falda tableada y medias gruesas, como un "braveheart" del tercer milenio.Pero otros prefieren la innovación y apuestas más arriesgadas, como Trussardi, que ha llevado a Milán una colección en la que abundan los chalecos y en la que se recupera para el hombre un pequeño bolsito de mano, aunque estos materiales se presentan en piel de cocodrilo.Versace ha propuesto una moda oscura y violenta, como sacada de las pandillas de jóvenes cercanos a la ilegalidad, con pantalones de cuero, cuellos de camisas plateados y corbatas, éstas para dar un toque de "chicos buenos".Calvin Klein ha sacado a la pasarela chaquetas color acero y camisas de color tinta, abotonadas, hasta arriba, sin corbata y con cuello estilo "mao", en el estilo riguroso que caracteriza a la firma, con abundancia de prendas en blanco y negro.Para Prada la elegancia masculina radica en un estilo desenvuelto, con ausencia en lo posible de botones, prendas sueltas y alejadas de los tonos oscuros, porque prefiere el rojo y el blanco, tonos más vivos para los nuevos ejecutivos treintañeros.Algo más "glamuroso" se ha presentado este año Moschino, que ha hecho desfilar a modelos que parecen un Oscar Wilde de nuestros días, con ropas que tienen hechuras de "frac", que incluyen un sombrero de copa, todo en tonos más bien oscuros.A Milán se ha asomado este año el ex campeón de atletismo Carl Lewis, reconvertido en estilista, que recuerda su pasado para proponer ropas coloristas y simples de "sport", pero fabricadas en felpa, para evitar el frío del otoño-invierno.Como toda pasarela ha de tener algunos detalles extravagantes, la palma de este año se la han llevado Dolce e Gabbana con un pantalón denominado "Jubileo", confeccionado de manera limitada y a un precio de 30.000 dólares con tejidos antiguos de gran valor, provenientes de hábitos litúrgicos venecianos ricamente bordados en oro.Otra de las propuestas curiosas es la chaqueta "antiestrés" especialmente diseñada para automovilistas, que, ideada por un grupo de diseñadores italianos, tiene un armazón en poliuretano que se adapta anatómicamente a la espalda, sujetando las zonas lumbar y cervical y ayudando a mantener una postura ideal para la conducción.