Moda universal: adelgazar y morir
- Lineth Rodríguez (lineth.rodriguez@epasa.com)
La anorexia alcanza cada día a chicas más jóvenes. Hace unos días, viendo un especial en un canal de cable sobre la nueva modalidad de esta enfermedad, descubrí que pequeñas de 8 y 9 años son las nuevas víctimas de este flagelo; niñas que viven preocupadas por su apariencia, por verse al igual que famosas modelos o actrices y que hacen de todo para acabar con las calorías, así sea buscar referencia en internet en los sitios llamados Pro-ana, manejados en su mayoría por chicas que padecen el trastorno y quieren sentirse en compañía.
El espacio televisivo no daba con cuál era la causa original para que estas chicas fueran reduciendo su alimentación hasta el punto en que pasaban de 8 a 12 días sin comer, pues el solo hecho de verse un “rollito” de carne o espacio “regordete”, les daba pánico.
Lo peor, es que los productos del programa pensaron que solo tratarían con jovencitas de 12 años en adelante, luego descubrieron que una pequeña de 8 años se la pasaba dando saltos cada vez que comía, por un espacio de 60 minutos o más, para rebajar todo lo que la alimentaba.
Si esto a usted le pareció terrible, hace unos días la web de moda Zazzle, uno de los espacios que se dedica al diseño de camisetas con mensajes divertidos y originales, ya sean los que ellos producen o los que los colaboradores les envían, lanzó camisetas animando a las chicas a que perdieran peso a como diera lugar con la frase, “Nada sabe tan bien como sentirse flaca”, palabras que inmortalizó en el 2009 la modelo británica Kate Moss, a quien toda la vida la han acusado de padecer anorexia.
Lo peor de este cuento es que después del lanzamiento, se inició en internet un negocio de venta de camisetas con el lema en el frente, el cual modelaban niñas de 10 años en adelante. Por supuesto que la sociedad “Advertising Standards Authority”, encargada de regular la publicidad en Inglaterra, prohibió la venta de estos “souvenirs”.
Ante esta alerta que va más allá de estar pendiente de si sus hijos se alimentan bien o no, conversamos con el psicólogo y doctor de la Caja de Seguro Social, Abigail Velásquez, quien asegura que esta enfermedad es más frecuente en niñas de clase media a alta.
“El problema de la anorexia tiene una base tipo psicológica, nace principalmente en las chicas que tienen una carrera como modelos o aspiran a serlo, ya que se da esa presión de grupo por conservar una apariencia”, dice el psicólogo.
Confiesa que las víctimas hacen dietas drásticas y que en su caso le ha tocado atender a jóvenes de la cultura “emo” o “góticos”, con estos padecimientos.
La moda es estar flaca.
Para estas mujeres, luego de ver tantos carteles bonitos con modelos muy delgadas y programas de televisión en los que perder peso es lo mejor y que, el que está con exceso no es bien visto, todas prefieren lucir esbeltas, aunque mueran en el intento. Para no ir muy lejos, cantantes como: Anahí de RBD y Demi Lovato, la estrella de Disney, pasaron por estos trastornos, pero tuvieron la suerte de reconocer el problema y salir del fango antes de hundirse.
No pasó lo mismo con Ana Carolina Reston Macan, una modelo que en 2006, murió con tan solo 21 años luego de seguir un régimen alimentario a base de tomates y manzanas.
Lo mismo sucedió con Maiara Galvao Vieira, una chica brasileña de 1.70 metros de altura y 83 libras de peso, quien en 2007 murió de un paro respiratorio.
A esto podríamos denominar “imitar un patrón de conducta”, dice el doctor Velásquez, agregando que un tratamiento de rehabilitación corto no es la mejor solución, ya que las chicas por lo general, cuando se sienten amenazadas siguen al pie de la letra lo que les ordenan los nutricionistas y psicólogos en las clínicas, pero una vez regresan a casa la recaída es inminente.
“Pro-ana”, los expertos de la muerte.
Puede parecer una frase muy drástica, pero los sitios llamados “Pro-ana” son los más utilizados por la juventud, pues allí no solo encuentran consejos de cómo perder peso de forma rápida y peligrosa, también se mantienen en contacto con moderadores del espacio, quienes les hacen como un lavado cerebral a diario, de que no deben comer.
Los Pro-ana fueron creadas para contradecir los sitios que ofrecían apoyo y animaban a recuperarse de la anorexia. Dentro de la definición en internet del movimiento, encontramos que “muchos enfermos, adeptos pro-ana, procuran justificar su deseo de alcanzar una figura extremadamente delgada aludiendo a que no es una enfermedad, sino un estilo de vida alternativo”.
Entre sus recomendaciones más descabelladas están cortar fotos de las famosas más delgadas y hacer como un mural para que la chica se inspire y piense en que su objetivo principal es lucir como ellas.
También, mantienen una comunicación con los enfermos preguntándoles a diario qué comieron, cuántas calorías tenía el alimento, y cuál es su castigo si se pasó de los 200, aunque el consumo de calorías de un individuo depende de su peso, y por lo general no es menos de mil diarios ni mayor de 2 mil.
Voces del más allá.
Puede parecer chistoso, pero en todos los casos que he escuchado o leído, siempre las enfermas aseguran oír “voces que le dicen: no comas”, lo que el psicólogo reconoce como alucinaciones, por ende, necesitan de inmediato un tratamiento psiquiátrico. La persona pierde el sentido racional de la vida y entra en un cuadro “presicótico” o trastorno psicológico depresivo, sostiene.
El doctor también aseguró, aunque es preocupante, que las personas todavía no reconocen que es una enfermedad y prefieren callar o no tomarle importancia al flagelo. Finaliza, que si son más de tres individuos los que atiende al año con este trastorno son muchos, a nivel de la Caja de Seguro Social. “Lo que pasa es que las personas cuando sienten mejoría, no regresan, muy contrario a Cuba, en donde me tocó ejercer por años. Allá sí se hospitalizan a los pacientes que lo sufren”.
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