Perfil del detective panameño
Publicado 2007/06/02 23:00:00
- Nayla Montenegro
En Panamá, existen once agencias de investigación privada. Funcionan con patentes y el oficio está reglamentado.
Por pedido de ellos y para conservar la confidencialidad de los detectives y personal que labora en estas oficinas, nos limitaremos a contar los hechos sin mencionar nombres.
En la mayoría de los casos son mujeres las que buscan estos servicios, y la infidelidad, el móvil del negocio. No existen estadísticas oficiales, este es el caso de una sola agencia.
El trámite es muy sencillo. Se llena un formulario que autoriza a la empresa disponer de un personal que seguirá el comportamiento de determinada persona.
La empresa se compromete a preservar la confidencialidad de los datos recabados y del resultado del trabajo detectivesco.
El perfil de un detective no sigue un patrón definido. Los hay jóvenes, de treinta y cuarenta años, y hasta más. Según su experiencia, se les asigna cada caso.
Los precios dependen del horario en que se solicite el seguimiento. Por ejemplo, si la investigación se efectúa entre las 6: 00 a.m., y las 12: 00 p.m., hay agencias que cobran B/. 20.00 la hora, tarifa que cambia si el trabajo requiere de servicios en la madrugada. Serían B/. 10.00 adicional a la cifra anterior.
Si desea, una filmación también es parte del paquete. Esta promedia B/50.00 adicional por hora.
A ninguna persona se le sigue más de cuatro horas al día. "Podría darse cuenta de que lo investigan y esto daría al traste con el trabajo", dice el encargado de una agencia.
El personal está entrenado. Podría ser que la mayoría de ellos sean ex agentes del orden.
Pruebas y soluciones en cinco días, como mínimo, garantizan el éxito de estas empresas.
En agosto pasado, la actriz Scarlett Johansson se vio involucrada en un pequeño accidente en el estacionamiento de Disneyland tras ser perseguida por un paparazzi y la actriz Reese Whitherspoon dijo que unos fotógrafos intentaron hacer que su auto se desviara de una carretera en abril de este año.
En Hollywood California, los ataques son constantes. Las celebridades son perseguidas día y noche, son fisgoneadas, atormentadas, y los paparazzi no dan tregua.
Este año las cosas han cambiado un poco. Se han puesto en marcha una serie de leyes que endurecen de forma draconiana las penas a los fotógrafos de prensa, cuando estos actúan con excesiva agresividad.
La nueva legislación enmienda una aprobada en 1998 que estableció el concepto de "entrada ilegal constructiva" para los fotoperiodistas. Decía que utilizar un objetivo de largo alcance para captar una imagen de una persona que tiene "una expectativa razonable de privacidad" es lo mismo que entrar ilegalmente.
Ocurre en Hollywood, en París y en todas partes del mundo.
Siempre estarán allí esperando un error, una falla, un resbalón. Quieren captar el momento preciso para hacer "click" y tomar la imagen que les gane un caso, que valga dinero.
Por pedido de ellos y para conservar la confidencialidad de los detectives y personal que labora en estas oficinas, nos limitaremos a contar los hechos sin mencionar nombres.
En la mayoría de los casos son mujeres las que buscan estos servicios, y la infidelidad, el móvil del negocio. No existen estadísticas oficiales, este es el caso de una sola agencia.
El trámite es muy sencillo. Se llena un formulario que autoriza a la empresa disponer de un personal que seguirá el comportamiento de determinada persona.
La empresa se compromete a preservar la confidencialidad de los datos recabados y del resultado del trabajo detectivesco.
El perfil de un detective no sigue un patrón definido. Los hay jóvenes, de treinta y cuarenta años, y hasta más. Según su experiencia, se les asigna cada caso.
Los precios dependen del horario en que se solicite el seguimiento. Por ejemplo, si la investigación se efectúa entre las 6: 00 a.m., y las 12: 00 p.m., hay agencias que cobran B/. 20.00 la hora, tarifa que cambia si el trabajo requiere de servicios en la madrugada. Serían B/. 10.00 adicional a la cifra anterior.
Si desea, una filmación también es parte del paquete. Esta promedia B/50.00 adicional por hora.
A ninguna persona se le sigue más de cuatro horas al día. "Podría darse cuenta de que lo investigan y esto daría al traste con el trabajo", dice el encargado de una agencia.
El personal está entrenado. Podría ser que la mayoría de ellos sean ex agentes del orden.
Pruebas y soluciones en cinco días, como mínimo, garantizan el éxito de estas empresas.
En agosto pasado, la actriz Scarlett Johansson se vio involucrada en un pequeño accidente en el estacionamiento de Disneyland tras ser perseguida por un paparazzi y la actriz Reese Whitherspoon dijo que unos fotógrafos intentaron hacer que su auto se desviara de una carretera en abril de este año.
En Hollywood California, los ataques son constantes. Las celebridades son perseguidas día y noche, son fisgoneadas, atormentadas, y los paparazzi no dan tregua.
Este año las cosas han cambiado un poco. Se han puesto en marcha una serie de leyes que endurecen de forma draconiana las penas a los fotógrafos de prensa, cuando estos actúan con excesiva agresividad.
La nueva legislación enmienda una aprobada en 1998 que estableció el concepto de "entrada ilegal constructiva" para los fotoperiodistas. Decía que utilizar un objetivo de largo alcance para captar una imagen de una persona que tiene "una expectativa razonable de privacidad" es lo mismo que entrar ilegalmente.
Ocurre en Hollywood, en París y en todas partes del mundo.
Siempre estarán allí esperando un error, una falla, un resbalón. Quieren captar el momento preciso para hacer "click" y tomar la imagen que les gane un caso, que valga dinero.
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