Pintora y cantautora triunfa en Los Ángeles

Su nombre es Marisabel Bazán. Es joven, es talentosa. Es panameña.

Es hija de un político, el muy querido, respetado y siempre bien recordado, el fallecido ex presidente de la República, Dominador Kaiser Bazán y de una reconocida pintora, María Isabel Bazán.

Está radicada en Los Ángeles. Es pintora autodidacta.

Su arte es pop y desde niña declaró al mundo que había nacido una artista. Una artista que considera que el elemento “Sine qua non” para que todo marche sobre ruedas en este planeta es el amor y es por ello que con amor es con lo que empieza cada obra y hace cada trazo.

De hecho, entre los símbolos que suelen verse aquí y allá en sus pinturas están los corazones y las florecillas.

Marisabel calcula que ha pintado más de 200 cuadros. Su color favorito es el azul, “porque es el color de los sueños, del océano y del cielo”.

Ella expone hasta mediados de mes en el City Club en una muestra titulada.

Sus temas son alegres y la técnica, mixta.

¿Cuándo pinta? Cada vez que puede. Si por ella fuese empedraría el piso, el cielo y las paredes del mundo con su arte. Tal como ha hecho con su apartamento-estudio en Los Ángeles, donde reside hace casi un lustro.

Pero pintar, nos dice, no es un trabajo fácil. Máxime que la mayoría de las personas no lo ve como algo por lo cual apostar como forma de vida, sólo porque no es común.

Sí, recalca, “A la gente le cuesta aceptar el trabajo del artista”.

Pero les dice a quienes sienten el llamado del arte que no le den la espalda, que si están determinados a caminar por esa avenida que lo hagan, porque basta con que a ellos les guste, les apasione. Lo demás viene por añadidura y cada trazo es un avance en la conquista de ese sueño de ser pintores.

“Sentí que tenía esa vocación desde muy niña y aquí estoy. Muy feliz”.

Ha crecido con su arte.

Ha explorado diversas facetas. Como es también una reconocida cantautora a la cual le fascina el Pop rock, muchas veces combina sus dos pasiones y mientras escucha música nace un cuadro. O a la inversa, una canción va siendo deletreada a medida que va pintando.

Marisabel Bazán se considera superdeterminante, apasionada, enamorada, tenaz, perseverante y le gusta romper moldes.

Estas últimas virtudes las heredó de su padre.

Aconseja a la juventud hacer todo lo posible por conquistar sus sueños. Eso sí, que sea “en buena onda, sin hacerle daño a nadie”.

Considera que hay que atreverse a romper patrones, pues de lo contrario no encontramos nuevas avenidas.

El arte, la pintura, la música, la buena lectura son parte de su día a día y le agradece a sus padres que la dejaron crecer siendo ella, eligiendo sus caminos. Con la música, con la pintura, ha viajado y conocido muchos lugares. Ambas le han permitido explorar su mundo interior y el exterior.

Su arte pictórico lo ha expuesto en Panamá y Estados Unidos.

Además del City Club, en Panamá ha expuesto en Galería Imagen y Marcorama.

En Estados Unidos, en E.M. & Co, en Swing House Studios, en Los Ángeles.

En Miami, en Colección Privee. Para concluir, sepan que como Marisabel Bazán es polifacética, también ha descollado en su especialidad, la publicidad, y como promotora artística, al igual que en el diseño de vestuario de reconocidos artistas del mundo del espectáculo, cuya imagen ha ayudado a promover, y en el diseño de muebles.