Qué significa para un hombre la amistad de una mujer
Publicado 2002/05/20 23:00:00
- Guaynabo, Puerto Rico
Pensamos, actuamos y vemos la vida de distinta manera; por ello muchos nos preguntamos si es posible la amistad entre un hombre y una mujer.
He tenido muchos amigos. Con ellos aprendo día a día. Ellos no se complican con pequeñeces como nosotras, buscan soluciones rápidas y no se lamentan en el pasado. Son sensibles, inteligentes y prácticos. Lo malo, sin pretensión alguna, es cuando alguno tiene una segunda intención. ¿Por qué no ser sólo amigos?
En mi conversación con los mayores productores de progesterona, me di cuenta de que para ellos nuestra amistad es muy importante. De acuerdo con sus respuestas, como amigas, somos más sensibles a sus sentimientos y dificultades, somos mejores oyentes y consejeras que los de su mismo sexo. Con nosotras aprenden a tratar a su pareja y a elegir los regalos adecuados.
Para el profesor Ramón Hernández, consejero matrimonial, los hombres pueden confiar sus problemas personales a sus amigas sin que prime en ello otro interés.
Señaló que algunas mujeres prefieren tener como amigos a homosexuales, ya que con ellos no tiene la presión sexual y se entregan sin reservas. Como el caso de la relación de los personajes Juancho y Alma, en la novela "Cómo casar a Chente".
También se dan casos, de acuerdo con el Prof. Hernández, cuando uno de los dos entra a la relación con una segunda intención de por medio, esperando que a través del trato pueda surgir algo más. O por el contrario, puede haber amigos desinteresados que se enamoran sin quererlo o planearlo.
En la mayoría de los casos, tales situaciones terminan mal y casi siempre la amistad después de "probar a ver qué pasa" se ve debilitada y desaparece. Esto se debe a que una relación de pareja significa un compromiso muy diferente a una amistad; implica conocer y experimentar muchos aspectos de la otra persona, que siendo amigos, usualmente conocemos sin que nos afecten.
La psicóloga Linda Sapadin afirma: "La creencia de que hombres y mujeres no pueden ser amigos, proviene de la época cuando las mujeres permanecían en el hogar y los hombres en los lugares de trabajo y cuando la única forma posible de entrar en contacto era para sostener un romance".
"Ahora trabajan juntos, comparten intereses deportivos y socializan juntos". Este cambio cultural está animando a psicólogos, sociólogos y expertos de la comunicación humana, a expresar otra cosa: Si bien puede resultar complicado, hombres y mujeres pueden convertirse en amigos. Es más, tienen buenas razones para hacerlo.
Don O"Meara, doctor en Sociología del Raymond Walters College de la Universidad de Cincinnati, publicó un estudio en la revista especializada Sex Roles acerca de los principales impedimentos de una amistad entre sexos diferentes. Identificó cinco desafíos para la amistad entre hombre y mujer:
En su estudio el Dr. O"Meara, señaló que durante mucho tiempo la sociedad ha señalado el romance como la relación prototípica entre hombre y mujer que engendra bebés y mantiene en movimiento el ciclo de la vida; la amistad entre sexos ha sido ignorada o trivializada. Se tienen reglas de comportamiento en relaciones amorosas, cómo coquetear, salir juntos, casarse y tener hijos, e incluso en relaciones de amistad entre el mismo sexo: los muchachos se relacionan realizando actividades juntos y las niñas hablando y compartiendo.
Uno de mis entrevistados me dijo que la amistad entre un hombre y una mujer es posible. Para él lo importante no es el género, sino la confianza entre esas dos personas.
El mayor enemigo de este tipo de relación es la atracción. Ésta, solapada o explícitamente, puede estar allí y lo que es una inocente mirada puede tomar un matiz romántico.
Pero vale la pena arriesgarse. Con mis amigos he aprendido infinidad de cosas, la más importante, a mirar a los hombres más allá de los estereotipos, como los seres maravillosos que son. Y es mi esperanza que a través de mí, hayan aprendido algo de nosotras también.
He tenido muchos amigos. Con ellos aprendo día a día. Ellos no se complican con pequeñeces como nosotras, buscan soluciones rápidas y no se lamentan en el pasado. Son sensibles, inteligentes y prácticos. Lo malo, sin pretensión alguna, es cuando alguno tiene una segunda intención. ¿Por qué no ser sólo amigos?
En mi conversación con los mayores productores de progesterona, me di cuenta de que para ellos nuestra amistad es muy importante. De acuerdo con sus respuestas, como amigas, somos más sensibles a sus sentimientos y dificultades, somos mejores oyentes y consejeras que los de su mismo sexo. Con nosotras aprenden a tratar a su pareja y a elegir los regalos adecuados.
Para el profesor Ramón Hernández, consejero matrimonial, los hombres pueden confiar sus problemas personales a sus amigas sin que prime en ello otro interés.
Señaló que algunas mujeres prefieren tener como amigos a homosexuales, ya que con ellos no tiene la presión sexual y se entregan sin reservas. Como el caso de la relación de los personajes Juancho y Alma, en la novela "Cómo casar a Chente".
También se dan casos, de acuerdo con el Prof. Hernández, cuando uno de los dos entra a la relación con una segunda intención de por medio, esperando que a través del trato pueda surgir algo más. O por el contrario, puede haber amigos desinteresados que se enamoran sin quererlo o planearlo.
En la mayoría de los casos, tales situaciones terminan mal y casi siempre la amistad después de "probar a ver qué pasa" se ve debilitada y desaparece. Esto se debe a que una relación de pareja significa un compromiso muy diferente a una amistad; implica conocer y experimentar muchos aspectos de la otra persona, que siendo amigos, usualmente conocemos sin que nos afecten.
La psicóloga Linda Sapadin afirma: "La creencia de que hombres y mujeres no pueden ser amigos, proviene de la época cuando las mujeres permanecían en el hogar y los hombres en los lugares de trabajo y cuando la única forma posible de entrar en contacto era para sostener un romance".
"Ahora trabajan juntos, comparten intereses deportivos y socializan juntos". Este cambio cultural está animando a psicólogos, sociólogos y expertos de la comunicación humana, a expresar otra cosa: Si bien puede resultar complicado, hombres y mujeres pueden convertirse en amigos. Es más, tienen buenas razones para hacerlo.
Don O"Meara, doctor en Sociología del Raymond Walters College de la Universidad de Cincinnati, publicó un estudio en la revista especializada Sex Roles acerca de los principales impedimentos de una amistad entre sexos diferentes. Identificó cinco desafíos para la amistad entre hombre y mujer:
Definirla.
Manejar la atracción sexual.
Verse entre sí como iguales.
Enfrentar las reacciones de las personas respecto de la relación.
Conocerse.
En su estudio el Dr. O"Meara, señaló que durante mucho tiempo la sociedad ha señalado el romance como la relación prototípica entre hombre y mujer que engendra bebés y mantiene en movimiento el ciclo de la vida; la amistad entre sexos ha sido ignorada o trivializada. Se tienen reglas de comportamiento en relaciones amorosas, cómo coquetear, salir juntos, casarse y tener hijos, e incluso en relaciones de amistad entre el mismo sexo: los muchachos se relacionan realizando actividades juntos y las niñas hablando y compartiendo.
Uno de mis entrevistados me dijo que la amistad entre un hombre y una mujer es posible. Para él lo importante no es el género, sino la confianza entre esas dos personas.
El mayor enemigo de este tipo de relación es la atracción. Ésta, solapada o explícitamente, puede estar allí y lo que es una inocente mirada puede tomar un matiz romántico.
Pero vale la pena arriesgarse. Con mis amigos he aprendido infinidad de cosas, la más importante, a mirar a los hombres más allá de los estereotipos, como los seres maravillosos que son. Y es mi esperanza que a través de mí, hayan aprendido algo de nosotras también.
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