variedades
Reflexiones acerca de los conceptos ocio, juego, tiempo libre y recreación
Humerto Cornejo O. - Publicado:
Según Dumazedier, ocio es un conjunto de ocupaciones en las que el individuo puede invertir su tiempo libre- entregándose de manera completamente voluntaria-, para descansar, divertirse, aumentar su información o desarrollar su formación, y para participar socialmente en forma voluntaria, tras haberse liberado de sus obligaciones laborales, familiares y sociales.De este concepto se desprenden tres funciones:a) El descanso libra de la fatiga, reparando los deterioros físicos o nerviosos provocados por las tensiones de las obligaciones y, particularmente, del trabajo.b) La diversión libera del tedio, de la monotonía, de las tareas cotidianas, de la disciplina y de las violencias que se provocan en la vida social.Para ello, se han identificado dos tipos generales de actividades recreativas en relación a esta función: actividades reales a base de cambio de lugar, de ritmo, de estilo, tales como juegos, deportes; y actividades ficticias a base de identificación y de proyección, cine, teatro, lectura, etc.c) El desarrollo actúa en la personalidad, ampliando los límites del conocimiento práctico, participando más ampliamente en la sociedad y en los diversos grupos de interés.Sirve para complementar aptitudes ya adquiridas y crear nuevas formas de aprendizaje a través de: diferentes hobbies, trabajos voluntarios, servicios a otros, estudios.Las tres funciones se dan en forma simultánea y existen en grado variable en todas las personas.En el caso de los adultos mayores, las últimas dos adquieren mayor relevancia.Un aspecto a considerar, es la importancia de aprender con tiempo, antes de la vejez, a utilizar nuestro ocio en forma creativa.Aprendizaje que puede comenzar a una edad media- o mejor todavía cuando se es joven- ya que es indispensable, en todas las etapas, como actividad vital del ser humano.Otro concepto relacionado con nuestro tema es el juego.De los ensayistas que han estudiado su incidencia en el desarrollo cultural de la humanidad, se distingue el filósofo holandés Soham Huizinga.Postula que es igualmente válido nominar a la especie humana: "homo sapiens", "homo faber" y "homo ludens", puesto que el nombre del homo ludens - el hombre que juega-, expone una función tan esencial como la de fabricar y merece, por lo tanto, ocupar su lugar junto al homo faber.Algunas características del juego son: Es una actividad libre, que se realiza en el tiempo de ocio.No responde a una necesidad física ni a un deber moral y no es una tarea.Permite ocupar las horas libres con autonomía y ausencia de responsabilidad.Es un aprendizaje para la vida seria.Crea tensión, es decir, incertidumbre, azar.Pone a prueba las facultades físicas, mentales y espirituales del jugador quien, en medio de su ardor por ganar, tiene que mantenerse dentro de las reglas.Respecto a esta última característica, quisiéramos hacer un comentario en relación al juego en la persona que envejece.El hecho que jugar signifique en muchas oportunidades competir- entendido como aquello que estimula a la persona a dar más de sí misma-, viene a reemplazar en el adulto mayor algo que está generalmente en el niño, el joven y el adulto y que, al envejecer, va desapareciendo: el espíritu de superación.La vida le da al adulto mayor poca oportunidad para que ejerza su derecho a seguir superándose, a progresar a un ritmo acorde con su edad; una forma de recuperarlo es a través de la competencia en el juego.Especialmente relevante nos parece dedicar algunas líneas al concepto tiempo libre.En el contexto de este estudio entenderemos que el "tiempo", apunta hacia la duración y el transcurrir de la vida-, y que el término "libre", plantea el problema de qué hacer con ella.Significa libertad para elegir, para dirigir la vida en una u otra dirección.Según Erick Weber, estudioso del tema, un comportamiento con sentido del tiempo libre debe apuntar a la autorrealización humana las funciones de regeneración, compensación e ideación.a) La función de regeneración consiste en la recuperación de las energías corporales y anímicas, en la eliminación de los efectos del cansancio, en la prevención de estados de agotamiento, en la reposición de fuerzas gastadas, en el restablecimiento de la potencialidad existente antes del esfuerzo y de la tensión que puede provenir de diferentes situaciones de la vida, no necesaria y exclusivamente del trabajo laboral.b) La función de compensación consiste en la posibilidad de un organismo de satisfacer deseos reprimidos, de procurarse un equilibrio frente a las frustraciones que producen la monotonía, los sonidos desagradables y alboroto que caracterizan el mundo que lo rodea, haciendo realidad la posibilidad de recogerse, de interiorizarse, de reflexionar y de examinarse a sí mismo.Para ello, son convenientes las actividades con ausencia y escasez de movimientos o, al menos, con movimientos realizados lentamente y de manera rítmica.Otra función de la compensación es la de satisfacer necesidades de individualización y socialización, para desarrollar el ser propio, individual, y las inclinaciones personales, como también los vínculos y lazos interhumanos.El hombre está destinado a la vida en común, está referido a la comunidad y necesita de ella para llegar a ser hombre en plenitud.c) La ideación significa para nosotros, la función espiritual del pensamiento, la intuición de ideas.Así como la vocación posee el carácter de una llamada que toca al hombre en la interioridad de su corazón y dice que algo debe hacer porque es bueno que así sea, este llamado es, al mismo tiempo, una interpelación hecha al hombre para que colabore en la realización de la idea, a fin de que ésta sea posible y tenga vigencia.De aquí recibe sentido su vida.El hombre, sometido a la moderna vida laboral, apenas es capaz de experimentar formas de ideación.La tranquilidad y abandono necesarios para tal espiritualización sólo lo tenemos cuando disponemos de tiempo libre de trabajo obligado.Finalmente, el concepto recreación se refiere a ese conjunto de actividades tan imprescindible para el hombre como lo son el trabajo, el sueño o la alimentación.Llegada la jubilación pasan a ser actividades muy importantes en nuestras vidas, ya que nos producen entretenimiento y renovación vivificante.Si además se levan a cabo junto a otras personas, nos proporcionan contactos sociales que nos mantienen vigentes y vitales.Las actividades recreativas se agrupan en dos tipos: las receptivas, en las cuales la persona se conecta, pasivamente, con los contenidos recreacionales de los diferentes agentes emisores- por ejemplo ver televisión-, y las ejecutivas, en ellas la persona actúa en forma totalmente directa, poniendo en ejecución sus capacidades expresivas de movimiento, de palabra o, simplemente, de gesto; por ejemplo: hacer teatro.Cualquiera que sea el plano en que el adulto mayor realice actividades de tiempo libre, éstas deben cumplir, a lo menos, las siguientes características: Ser libremente elegidas, responder a los verdaderos intereses de la persona.Ser regulares y sistemáticas, ser de índole tal que, al hacerlas, la persona se sienta útil y los demás lo consideren valioso.Que su realización produzca agrado a la persona Ser realizadas en un medio que implique relaciones con otros, a fin de que den oportunidad de practicar relaciones sociales.(Fuente: Tiempo Nuevo para el Adulto Mayor/Pedro Paulo Marín L.).