Roberto Carlos se sobrepone y canta otra vez

Después de haber llorado un año por la muerte de su esposa, sobrepuesto de la depresión que le tuvo abatido y vencida la tentación de recluirse en un convento, el cantante Roberto Carlos vuelve a la brecha a los 59 años en loor de multitudes.
Roberto Carlos inicia este sábado en la ciudad de Recife una gira nacional con ocho conciertos, bautizada como "Amor sin Límites", que acabará el tres de diciembre próximo y estará marcada por la nostalgia y el dolor que le mantuvieron encerrado en su casa de Río de Janeiro desde la muerte de María Rita Simoes, hace casi un año.
Durante ese tiempo, su silencio ha sido absoluto y llegó a causar preocupación en la prensa local, que publicó decenas de versiones y rumores que le atribuyeron enfermedades incurables y hablaron de su supuesta intención de recluirse en un monasterio por el resto de su vida.
"Necesita un psiquiatra urgente", declaró después de la muerte de María Rita una conocida animadora brasileña, quien dijo haber visto que en la casa de Roberto Carlos todo estaba -y aún sigue- como cuando su esposa vivía."Hasta la última ropa que ella vistió estaba sobre la cama", añadió con preocupación.
Los comentarios aumentaron, porque en los últimos meses sólo se ha sabido de él por sus amigos, pero esos mismos amigos ahora se han ocupado de desmentir todo y garantizar tanto el regreso a la canción como la buena salud del "rey", como le llaman los brasileños.
Roberto Carlos ni sufre males terminales ni piensa dedicar su vida a la oración, sino que seguirá cantando y complaciendo a sus incontables admiradores en el mundo, quienes en las últimas cuatro décadas han comprado casi 80 millones de discos con sus canciones.
Así lo aseguró el popular sacerdote cantante Marcelo Rossi, quien hace una semana lo homenajeó en una misa celebrada en Río de Janeiro ante 2,5 millones de personas, en la que confirmó la resurrección del "rey" y que concluyó con todos cantando "Jesucristo", uno de sus grandes éxitos.
Según sus representantes, Roberto Carlos mantiene la coquetería de siempre y ha teñido de un negro intenso sus largos cabellos, que indiscretas fotografías publicadas hace unos meses revelaron de un blanco inédito mientras rezaba en el balcón de su casa-refugio.
También ha retomado antiguos hábitos y gustos, como el cuidado en el vestir, por lo que ha vuelto a llamar a un viejo sastre argentino que le confecciona sus acostumbrados trajes azules y blancos desde hace unos veinte años.
A pesar de su renovada fe en la vida, la gira que comenzará el domingo y un nuevo disco -el 42 de su larga carrera- que presentará en diciembre próximo, serán un tributo a María Rita, la mujer que un cáncer de útero le arrebató en diciembre del año pasado.
Pero ese sentimiento, según quienes ya han escuchado el disco, no ha convertido su nueva producción en un lamento, sino en un "canto a la vida y al amor", según dijo uno de sus amigos a la prensa local.
"Hay tres canciones que compuso con Erasmo Carlos (su mejor socio musical en treinta años), todas muy románticas y dedicadas a María Rita", anticipó Eduardo Lages, encargado de los arreglos musicales.
También hay una canción dedicada a Jesús, con la que Roberto Carlos pretende expresar su apego a la religión católica, que ha sido su asidero a la vida desde la muerte de María Rita.