Solucionan pleito por show de Shakira en Panamá
Publicado 2001/04/10 23:00:00
- José Carlos Fajardo
El pleito que mantenían empresarios y artistas nacionales sobre el costo del controversial concierto que la popular cantante colombiana Shakira, ofreció en el Hipódromo Presidente Remón de Panamá, en mayo pasado, llegó a su final, sin variantes, ya que al parecer, los artistas no pudieron comprobar que hubo alguna alteración en la contratación de la cantante.
Después de varios meses de reuniones, los artistas sindicalistas de Panamá y empresarios del espectáculo, llegaron finalmente a un acuerdo en el que una "Comisión Evaluadora" fijó en setenta y cinco mil balboas el monto que cobró la cantante colombiana Shakira, durante la presentación el año pasado en suelo panameño de su show "Anfibio".
Los artistas nacionales congregados en el Sindicato de Músicos Artistas y Similares (SITMAS) y en la Unión Nacional de Artistas de Panamá (UNAP), interpusieron el año pasado una protesta ante el Ministerio de Trabajo por una supuesta "doble contratación" de Shakira, con el fin de evadir impuestos.
La empresa que montó el show presentó ante el Ministerio de Trabajo, un contrato en el que la artista de "Ojos Así" sólo había cobrado 75 mil dólares, suma que fue objetada por los músicos sindicalistas del patio, a quienes por ley se les asigna un subsidio del cinco por ciento del monto total del contrato de cada artista internacional que se presente en suelo panameño.
De acuerdo a los sindicalistas, en el ambiente artístico se sabe que los "shows" de la cotizada cantante tienen un costo que oscila entre los 150 y 200 mil dólares y explicaron que al declararse una suma menor a la real, se está pagando lógicamente una cantidad inferior a los impuestos que exige la ley, tanto al Ministerio de Hacienda (17.75%), como a los dos sindicatos de músicos en el país (2.5% para cada uno).
Le correspondió a la "Comisión Evaluadora" (integrada por un miembro del Ministerio de Gobierno y Justicia, otro del Ministerio de Hacienda y Tesoro, un representante de la UNAP, del Ministerio de Trabajo, de la Dirección Nacional de Migración, del SITMAS y del empresario correspondiente) examinar el caso y determinar si Shakira estaba cotizada realmente en el mercado como lo indica el contrato o como alegan los músicos panameños, basándose en la popularidad, éxito y prestigio de la artista en el momento de su actuación.
Los empresarios del show, Larry Pinto e Isaac Abadi, aseguraron que no hubo absolutamente nada fraudulento en la contratación de Shakira y argumentaron que como los artistas sindicalistas consideraron que el contrato no era suficientemente claro y explícito, la empresa (Williams Morris) que vende a Shakira envió una carta explicando que el único pago que recibió la cantante era ese de setenta y cinco mil dólares.
Adujeron además, que la posición de los artistas nacionales es subjetiva, porque un cantante puede cobrar lo que desee, sin regirse por tarifas de otros países. Señalaron que el auditorio de Panamá, por ejemplo, no se puede comparar en número con el de un país como México, donde existen más de treinta millones de habitantes y en donde la afluencia de fanáticos a un concierto es mucho mayor.
Los sindicalistas aseguraron tener en sus manos copia del contrato recibido en el Ministerio de Trabajo, donde se dice que para el espectáculo de Shakira hay "un primer abono" de 75 mil balboas, pero no se establece la tarifa total de la cantante.
Los artistas nacionales asumieron que los 75 mil balboas que se le pagaron a Shakira fue una garantía para que la artista apartara una fecha para venir a Panamá.
Los productores artísticos explicaron que el show de Shakira le salió más barato, porque lo compraron en sociedad con una compañía transnacional en Venezuela y Puerto Rico, y es que por comprar en varios países se nos dan mejores precios.
Después de tanto negociar, ambas partes (empresarios y artistas panameños) acordaron cerrar la disputa en setenta y cinco mil dólares. "Cerca de cien mil dólares se perdieron, pero al menos se arrancó con la labor de la Junta Evaluadora, una lucha que manteníamos por años", concluyó el actor Aurelio Paredes (tío Yeyo) de la UNAP.
Este es sólo el primer caso que logra resolver la Junta Evaluadora, de cerca de medio centenar de conciertos protestados.
El cantante Trinidad Guevara, Secretario de Finanzas del gremio artístico, explicó que como medida de protesta han estado publicando en Internet, el costo de las contrataciones de los artistas internacionales que se presentan al Ministerio de Trabajo de Panamá y ya han recibido quejas de estrellas como Juan Gabriel, que apareció cobrando cuarenta mil dólares, cuando en realidad su tarifa es el doble. "Y es que estas tarifas irrisorias siembran un mal precedente para estos artistas cuando pretendan ir a trabajar a otros países", afirmó Guevara.
Después de varios meses de reuniones, los artistas sindicalistas de Panamá y empresarios del espectáculo, llegaron finalmente a un acuerdo en el que una "Comisión Evaluadora" fijó en setenta y cinco mil balboas el monto que cobró la cantante colombiana Shakira, durante la presentación el año pasado en suelo panameño de su show "Anfibio".
Los artistas nacionales congregados en el Sindicato de Músicos Artistas y Similares (SITMAS) y en la Unión Nacional de Artistas de Panamá (UNAP), interpusieron el año pasado una protesta ante el Ministerio de Trabajo por una supuesta "doble contratación" de Shakira, con el fin de evadir impuestos.
La empresa que montó el show presentó ante el Ministerio de Trabajo, un contrato en el que la artista de "Ojos Así" sólo había cobrado 75 mil dólares, suma que fue objetada por los músicos sindicalistas del patio, a quienes por ley se les asigna un subsidio del cinco por ciento del monto total del contrato de cada artista internacional que se presente en suelo panameño.
De acuerdo a los sindicalistas, en el ambiente artístico se sabe que los "shows" de la cotizada cantante tienen un costo que oscila entre los 150 y 200 mil dólares y explicaron que al declararse una suma menor a la real, se está pagando lógicamente una cantidad inferior a los impuestos que exige la ley, tanto al Ministerio de Hacienda (17.75%), como a los dos sindicatos de músicos en el país (2.5% para cada uno).
Le correspondió a la "Comisión Evaluadora" (integrada por un miembro del Ministerio de Gobierno y Justicia, otro del Ministerio de Hacienda y Tesoro, un representante de la UNAP, del Ministerio de Trabajo, de la Dirección Nacional de Migración, del SITMAS y del empresario correspondiente) examinar el caso y determinar si Shakira estaba cotizada realmente en el mercado como lo indica el contrato o como alegan los músicos panameños, basándose en la popularidad, éxito y prestigio de la artista en el momento de su actuación.
Los empresarios del show, Larry Pinto e Isaac Abadi, aseguraron que no hubo absolutamente nada fraudulento en la contratación de Shakira y argumentaron que como los artistas sindicalistas consideraron que el contrato no era suficientemente claro y explícito, la empresa (Williams Morris) que vende a Shakira envió una carta explicando que el único pago que recibió la cantante era ese de setenta y cinco mil dólares.
Adujeron además, que la posición de los artistas nacionales es subjetiva, porque un cantante puede cobrar lo que desee, sin regirse por tarifas de otros países. Señalaron que el auditorio de Panamá, por ejemplo, no se puede comparar en número con el de un país como México, donde existen más de treinta millones de habitantes y en donde la afluencia de fanáticos a un concierto es mucho mayor.
Los sindicalistas aseguraron tener en sus manos copia del contrato recibido en el Ministerio de Trabajo, donde se dice que para el espectáculo de Shakira hay "un primer abono" de 75 mil balboas, pero no se establece la tarifa total de la cantante.
Los artistas nacionales asumieron que los 75 mil balboas que se le pagaron a Shakira fue una garantía para que la artista apartara una fecha para venir a Panamá.
Los productores artísticos explicaron que el show de Shakira le salió más barato, porque lo compraron en sociedad con una compañía transnacional en Venezuela y Puerto Rico, y es que por comprar en varios países se nos dan mejores precios.
Después de tanto negociar, ambas partes (empresarios y artistas panameños) acordaron cerrar la disputa en setenta y cinco mil dólares. "Cerca de cien mil dólares se perdieron, pero al menos se arrancó con la labor de la Junta Evaluadora, una lucha que manteníamos por años", concluyó el actor Aurelio Paredes (tío Yeyo) de la UNAP.
Este es sólo el primer caso que logra resolver la Junta Evaluadora, de cerca de medio centenar de conciertos protestados.
El cantante Trinidad Guevara, Secretario de Finanzas del gremio artístico, explicó que como medida de protesta han estado publicando en Internet, el costo de las contrataciones de los artistas internacionales que se presentan al Ministerio de Trabajo de Panamá y ya han recibido quejas de estrellas como Juan Gabriel, que apareció cobrando cuarenta mil dólares, cuando en realidad su tarifa es el doble. "Y es que estas tarifas irrisorias siembran un mal precedente para estos artistas cuando pretendan ir a trabajar a otros países", afirmó Guevara.

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