Sombras y luces de la poesía y la mujer en Centroamérica
Publicado 2005/10/05 23:00:00
- Yessika Valdés
Cómo ha evolucionado la poesía de Centroamérica escrita por mujeres, el salto que dieron las escritoras para salir de la invisibilidad y la difícil lucha que lo precedió, de qué manera los temas también fueron cambiando, cuándo y cómo se atrevieron a usar el verso como para la crítica social, la poesía erótica femenina y las nuevas avenidas por las que se encamina este género literario, fue objeto de análisis el martes en el Congreso de Escritoras y Escritores de Centroamérica.
Magda Zavala (Costa Rica), Lety Elvir Lazo (Honduras), Carola Brantome (Nicaragua), Waldina Mejía (Honduras), Marta Leonor González (Nicaragua) y Claudia Torres (Honduras), dedicaron tres horas a esa difícil tarea.
Zavala puso de manifiesto en la Mesa Redonda Poesía y Mujer que los estudios literarios de América Latina en cuanto a la literatura de mujeres se han caracterizado porque ha habido poco rescate de textos, selectividad y omisión. Agregó que siguen equiparando literatura femenina y escrita por mujer.
Planteó cómo en la década de los ´70-80 hubo en la literatura escrita por mujeres en la región rechazo frente a lo establecido, siendo Guatemala y Costa Rica donde las plumas femeninas denuncian con mayor desenfado.
Entre las poetas contemporáneas de América Central que mencionó en su ponencia, que recogió aspectos de 35 años de producción poética, mencionó a Gioconda Belli y Vidaluz Meneses (Nicaragua), Consuelo Tomas (Panamá), Ana María Rodas (Guatemala), Jacinta Escudos (El Salvador) Daisy Zamora (Nicaragua), Adaluz Pineda (Honduras), Marta Leonor González (Nicaragua).
Elvir (autora de Mujer entre perro y lobo", por su parte, expresó que la poesía y sus poetas se han desarrollado en un contexto social limitante. Sin embargo, siguió diciendo que "América Central se ha convertido en una región con nombre propio y de interés académico, cultural" y que los aportes literarios de las mujeres son los más negados y marginados por el canon literario latinoamericano y en general".
Destacó que en la literatura de 1990 a 2004 hay "voces de mujeres que se han apropiado de su cuerpo, sexualidad, de sus afectos, que hablan por sí mismas y no quieren ser descritas desde la imaginación del otro, porque son conscientes de su ser femenino". Asimismo, recalcó que el tema de la búsqueda de identidad femenina (ambivalente, fragmentada, como la de todos), es recurrente en la poesía escrita por mujeres en Centroamérica. Mencionó a Clementina Suárez (Costa Rica), Juana Pabón (Honduras), cuya poesía ha sido calificada de irreverente y Regina José (Guatemala), Silvia Elena Regalado (El Salvador), Yolanda Blanco (Nicaragua), Laura Fuentes y María Montero (Costa Rica) y Yolanda Hackshaw y Moravia Ochoa (Panamá).
Algunas de las medidas que toman los profesores como condiciones para los estudiantes es que el celular debe permanecer apagado o de lo contrario se les retiene hasta el final de la clase.
Por su parte, la profesora Lidia Burgoa, catedrática de la UP, manifestó que los estudiantes tienen que mostrar los conocimientos aprendidos al momento de hacer una prueba y no utilizar técnicas con la finalidad de copiarse.
Burgoa reconoció que debido a la tecnología, es mucho más fácil para los estudiantes hacer trampa, por lo que los profesores están al tanto para que esto no ocurra.
Pero es que los estudiantes no saben qué hacer a medida que avanza la globalización.
Además de utilizar los celulares con el interés de copiarse en las escuelas, otros los usan para conquistar el corazón de una chica.
En la actualidad los papeles con corazones flechados y poemas ya no pasan de mano en mano entre los estudiantes; ahora es un mensaje de texto vía celular, el cual va acompañado de una imagen a color, ya que muchos piensan que es más efectivo para que un joven declare su amor.
Mejor aún, ahora vienen acompañados de música para que los tortolitos tengan su propia canción.
Magda Zavala (Costa Rica), Lety Elvir Lazo (Honduras), Carola Brantome (Nicaragua), Waldina Mejía (Honduras), Marta Leonor González (Nicaragua) y Claudia Torres (Honduras), dedicaron tres horas a esa difícil tarea.
Zavala puso de manifiesto en la Mesa Redonda Poesía y Mujer que los estudios literarios de América Latina en cuanto a la literatura de mujeres se han caracterizado porque ha habido poco rescate de textos, selectividad y omisión. Agregó que siguen equiparando literatura femenina y escrita por mujer.
Planteó cómo en la década de los ´70-80 hubo en la literatura escrita por mujeres en la región rechazo frente a lo establecido, siendo Guatemala y Costa Rica donde las plumas femeninas denuncian con mayor desenfado.
Entre las poetas contemporáneas de América Central que mencionó en su ponencia, que recogió aspectos de 35 años de producción poética, mencionó a Gioconda Belli y Vidaluz Meneses (Nicaragua), Consuelo Tomas (Panamá), Ana María Rodas (Guatemala), Jacinta Escudos (El Salvador) Daisy Zamora (Nicaragua), Adaluz Pineda (Honduras), Marta Leonor González (Nicaragua).
Elvir (autora de Mujer entre perro y lobo", por su parte, expresó que la poesía y sus poetas se han desarrollado en un contexto social limitante. Sin embargo, siguió diciendo que "América Central se ha convertido en una región con nombre propio y de interés académico, cultural" y que los aportes literarios de las mujeres son los más negados y marginados por el canon literario latinoamericano y en general".
Destacó que en la literatura de 1990 a 2004 hay "voces de mujeres que se han apropiado de su cuerpo, sexualidad, de sus afectos, que hablan por sí mismas y no quieren ser descritas desde la imaginación del otro, porque son conscientes de su ser femenino". Asimismo, recalcó que el tema de la búsqueda de identidad femenina (ambivalente, fragmentada, como la de todos), es recurrente en la poesía escrita por mujeres en Centroamérica. Mencionó a Clementina Suárez (Costa Rica), Juana Pabón (Honduras), cuya poesía ha sido calificada de irreverente y Regina José (Guatemala), Silvia Elena Regalado (El Salvador), Yolanda Blanco (Nicaragua), Laura Fuentes y María Montero (Costa Rica) y Yolanda Hackshaw y Moravia Ochoa (Panamá).
Algunas de las medidas que toman los profesores como condiciones para los estudiantes es que el celular debe permanecer apagado o de lo contrario se les retiene hasta el final de la clase.
Por su parte, la profesora Lidia Burgoa, catedrática de la UP, manifestó que los estudiantes tienen que mostrar los conocimientos aprendidos al momento de hacer una prueba y no utilizar técnicas con la finalidad de copiarse.
Burgoa reconoció que debido a la tecnología, es mucho más fácil para los estudiantes hacer trampa, por lo que los profesores están al tanto para que esto no ocurra.
Pero es que los estudiantes no saben qué hacer a medida que avanza la globalización.
Además de utilizar los celulares con el interés de copiarse en las escuelas, otros los usan para conquistar el corazón de una chica.
En la actualidad los papeles con corazones flechados y poemas ya no pasan de mano en mano entre los estudiantes; ahora es un mensaje de texto vía celular, el cual va acompañado de una imagen a color, ya que muchos piensan que es más efectivo para que un joven declare su amor.
Mejor aún, ahora vienen acompañados de música para que los tortolitos tengan su propia canción.
Los profesores de la UP recomiendan que los estudiantes sean honestos y dejen de lado las técnicas que utilizan para copiarse en los salones de clase.
El uso de celulares también está siendo prohibido en preescolar y primaria, ya que hay niños de los cinco años que portan su propio aparato.
Cabe destacar, que los teléfonos móviles disponen de herramientas como diccionarios, traductores, noticias de actualidad, consulta de información especializada, correo electrónico y calculadora; lo que es de gran ayuda para realizar las tareas o investigaciones.

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