Tarde de t'e9 y belleza
Publicado 2007/08/11 23:00:00
[~sociales01-1.jpg~En la foto: María de Chirino, Gisela de Álvarez y Vilma Reina. ]
[~sociales01-2.jpg~En la foto: Hildegard Vásquez y Mirei de Heras. ]
[~sociales01-3.jpg~En la foto: Betty de Alvarado, Vicky Sánchez y Marcela de Pitty. ]
[~sociales01-4.jpg~En la foto: Cecilia de Salvador y Clorinda de Areces. ]
[~sociales01-5.jpg~ En la foto: Mónica Del Valle y Mayita de Alfaro. ]
[~sociales01-6.jpg~ En la foto: Bárbara de Ledezma, Ellen de De Roux, Kaito de Endara e Inés de Chamorro. ]
[~sociales01-7.jpg~ En la foto: Rosario Galindo, Magali Méndez y Molly de Portuondo. ]
[~sociales01-8.jpg~ En la foto: Nannette de González, Anagrethel de Lewis, Penélope Álvarez de Morales. ]
[~sociales01-9.jpg~ En la foto: Fanny de Lejour, Olga de Saint Malo, Poly de Molina y Teo de Tiniacos. De Pie: Mayita de Alfaro y Esperanza de Heras. ]
[~sociales01-10.jpg~En la foto: Amarilis Fong y Mabel Tello. ]
El niño que pasa de los seis años en esas condiciones no es rescatable, declaró, y dijo: puede aumentar su peso o mejorar su hemoglobina, pero los daños que se han hecho a nivel del sistema nervioso central son irreversibles.
Hace una pausa, rememora y añade que cuando el gobierno llegó en el 2004, hacer un inventario de las inversiones y los programas fue la primera tarea, y nos encontramos cosas increÃbles. HabÃa programas, por ejemplo, de huertos, escolares, familiares, comunitarios y de granjas auto sostenibles en todas las instituciones del Estado, incluido el Banco Nacional, la Caja de Ahorros, Zona Libre; una proliferación de programas que no existÃan más que en el papel.
Lo segundo que se hizo fue una evaluación de los programas más importantes en los que el gobierno invierte casi 30 millones de dólares al año, entre ellos el del Ministerio de Educación, el del Vaso de Leche, que además de la leche incluye la crema y la galleta; el programa del FIS que ofrece un almuerzo diariamente en las áreas comarcales y en las áreas campesinas de extrema pobreza y el programa de alimentación complementaria del Ministerio de Salud, que atiende a los menores de cinco años que asisten a los puestos de salud en todo el paÃs.
Esa evaluación reveló cosas interesantes -explicó-: el costo; la relación costo-beneficio entre los programas; hizo un análisis de los contenidos nutricionales: cuánto aporta en calorÃas, en proteÃnas, en micro nutrientes cada uno de esos componentes, y fuimos descubriendo una serie de cosas que parecÃa increÃble que nunca se hubieran registrado de esa manera. A partir de ese momento se han hecho coordinaciones interinstitucionales: MEDUCA, FIS, MINSA, MIDA y aunque aun quedan cuellos de botella que necesitan encontrar salida se han hecho avances.
Pero para Teresita Yániz de Arias haber avanzado no significa una solución total, ni si quiera la que el propio gobierno desea. Hay dificultades y deficiencias que superar, apunta.
Para mà el déficit más grande que tienen todos los programas sociales en Panamá tienen que ver, en primer lugar con la improvisación; es decir cualquier persona sentada en una oficina con tres o cuatro asesores, muchas veces extranjeros o panameños que no conocen este paÃs, y deciden que se lleve a cabo un programa que no corresponde a la realidad ni a las necesidades ni a lo que la gente quiere.
En esos casos la falta de evaluación periódica, independiente y objetiva, de los resultados de esos programas conduce al fracaso de los mismos.
Se puede haber estado invirtiendo millones durante equis número de años con pobrÃsimos resultados y nadie se entera de eso, manifiesta.
La SecretarÃa fue concebida como un espacio de coordinación, de evaluación y de propuestas en materia de Seguridad Alimentaria y de Nutrición. El Programa de los Bonos Familiares para Alimentos comenzó en parte por esa necesidad de atender una urgencia en materia nutricional y a solicitud del Presidente de la República. El programa tiene antecedentes en otros paÃses, pero el nuestro es uno de los más completos de América Latina, porque conjuga la transferencia de la ayuda, que son los bonos para comprar alimentos, con ciertos compromisos por parte de los participantes: la asistencia de los niños a la escuela, la atención médica periódica de todos los miembros de la familia; tiene un componente de capacitación para la producción agrÃcola, que otros programas en América Latina no tienen.
El Programa introduce en la parte operativa a una empresa privada que es la encargada de imprimir los bonos, pero también de pagarle a los dueños de una red de kioscos en esas localidades remotas mediante un cheque contra el Banco Nacional. En ningún momento, a lo largo de todo el programa hay dinero en efectivo que pase de mano en mano: arroz, frijoles, sal, aceite, azúcar, leche, crema, pastas, pollo, huevos, tuna, café, jabón, en un kiosco de su comunidad, debidamente acreditado por la SecretarÃa para redimir los bonos. El dueño del kiosco presenta esos bonos y se le redimen mediante un cheque contra el Banco Nacional a través de una empresa privada. Es decir, el bono no se puede cambiar por dinero en efectivo, el bono no puede transferirse a terceros, los dueños de kioscos no pueden comprar ni revender los bonos.
La comarca que más he visitado es la comarca Gnöbe Buglé, porque desde que estuve en la Asamblea Legislativa establecà un vÃnculo muy especial con esa comarca y con ese grupo humano. Asà que conocÃa toda la miseria, toda la desesperanza y todas las penurias de ese grupo indÃgena, el más numeroso que hay en Panamá. Creo que hay una deuda histórica con esas poblaciones que viven en el más absoluto abandono y donde los cambios son tan lentos que pareciera que nada cambia. Es verdad que en las áreas urbanas hay pobreza, pero no es ese tipo de miseria. En la Ciudad de Panamá, por pobre que sea una familia y por muy malas que sean las condiciones de vida que tienen, hay recursos a su alcance, hay una escuela cerca, hay un puesto de salud, se puede llegar a un cuarto de urgencia, pero cuando uno llega a esos sitios donde un niño camina cinco horas para ir a la escuela; donde una mujer con un mal parto se muere, donde la gente camina nueve horas para llegar a un Centro de Salud que a lo mejor no está bien abastecido, estamos hablando de un abismo que conmueve.
El programa funciona con la cooperación de las autoridades locales y tradicionales, lo que nos ayuda también a ser muy eficientes. Se partió de un censo familiar en el cual están registradas individualmente no solo todas las familias, sino todos los miembros de esas familias, con información demográfica sobre niveles de escolaridad situación de salud, condiciones de la vivienda, patrones alimenticios, disposición de los deshechos, propiedad de la tierra, de manera que ese censo que se hizo con voluntarios de esas comunidades no deja a casi nadie por fuera. Toma en cuenta a las autoridades locales, los representantes de corregimientos que son un recurso valiosÃsimo en nuestro paÃs. Asà que para ellos es importante colaborar con un programa como este, que no ha tomado en consideraciones ningún tipo de elemento polÃtico. Esto le ha dado al programa, primero, mucha credibilidad; nunca hemos dejado de cumplir con la entrega de los bonos en las fechas señaladas, asà sean lugares donde haya que caminar horas y horas para llegar.
SENAPAN opera en cinco distritos: Santa Fe, (único distrito campesino) Mironó, Nole Duima, Besikó y Ñurum, todos en la Comarca Gnöbe En total se atienden 29 corregimientos en cinco distritos. El contacto personal de la SecretarÃa con la comunidad al entregar a cada participante el bono permite saber quién dio a luz, quien está enfermo, quien murió, quien tiene una emergencia. Rara es la ocasión en que en una de estas giras no se baja con una persona que la picó una culebra, o con un niño que está enfermo etc. El programa lleva la presencia gubernamental a esos lugares a donde no llega nadie.
En el último año y medio, cada dos meses, se han entregado por familia 70 balboas en bonos. El bono tiene que consumirse en su totalidad. No se puede consumir 3.50 y que te devuelvan 1.50. No hay involucrado dinero en efectivo en todo el proceso. Hay gente que dice que el dinero en efectivo hace falta, yo creo que sÃ. En las áreas urbanas el dinero en efectivo cumple una función evidente e insustituible, pero en esas áreas de pobreza extrema, lo fundamental es comer.
Realizar un inventario de todos los programas que aparecÃan financiados con fondos gubernamentales, tanto en instituciones oficiales como en organismo no gubernamentales. En el año 2004 el gobierno encontró un desorden rayano en el caos en la mayor parte de los programas sociales. En el tema de la desnutrición, entre el año 1997 y el 2003 en Panamá la cifra de desnutrición crónica en menores de cinco años, pasó del 14.6 por ciento al 20.8 por ciento. En las comarcas esa cifra andaba por el 56.6 por ciento, en el caso de los niños menores de cinco años.
Te puedo decir que el programa de Bonos para la Compra de Alimentos se ha manejado con absoluta transparencia, y con un esfuerzo conciente de mantenerlo alejado de esos vicios. En primer lugar porque en los corregimientos donde hemos entrado que son de extrema pobreza y donde esta incluido del 90 al 98 por ciento de la población, asà que difÃcilmente se ha excluido a nadie por razones polÃticas, en corregimientos en los cuales el representante de corregimiento no es necesariamente miembro ni del PRD ni del PP. Y en cuanto a que sea una cosa paternalista, las condiciones para permanecer en el programa lo alejan de ese calificativo. 1. Hay que cumplir y probar a través de una tarjeta, que los niños están en la escuela; 2. que se acudió al centro de salud, que se tienen las vacunas al dÃa, los Papanicolau al dÃa, los controles de embarazo al dÃa, y que se está participando en una capacitación para la producción. Normalmente el programa asistencialista reparte cosas pero no compromete la voluntad del que recibe para ser el actor principal en su propio desarrollo como persona. Me imagino que como toda obra humana habrá cosas por ahà que se pueden mejorar. Pero los controles son muchos e implican a muchos actores.
Lo más importante de todos esos programas no es la transferencia monetaria ni el bono, lo más importante y a donde los crÃticos no han hecho señalamientos, porque son unos profundos desconocedores de nuestra realidad, es que las instituciones que tienen que asegurar que se cumplan con esos condicionamientos estén funcionando, porque no podemos exigir que los niños tengan las vacunas al dÃa si el puesto de salud no tiene vacunas, ni que una mujer se haga el Papanicolau si no hay los reactivos para hacerlo, o que un niño permanezca en la escuela si no hay maestros; o que recibas una capacitación del MIDA si el MIDA no tiene la agencia funcionando con la gente adecuada.
Esa preocupación es una realidad, pero más grave que eso es saber cómo uno va pasando de estos programas, que son de una urgencia brutal, a otros programas que hagan que estas comunidades tengan una actividad económica y productiva, que no haga necesario este tipo de apoyo directo. Que el apoyo venga de otra manera: que la escuela esté mejor, que haya carretera, agua potable, que la gente encuentre de alguna manera su propio modo de alimentarse y sostenerse. Esa es una preocupación para mi mayor que la relativa a qué pasará después.
Creo que sÃ, y creo que es evidente que se han hecho avances, y sobre todo en reducir los niveles de pobreza. Pero si hablamos de pobreza extrema, estamos hablando de una cosa más complicada. Es ese 16 o 18 por ciento de la población que de verdad vive en la miseria, y aunque se han hecho intentos que son importantes, creo que todavÃa necesitan de una atención mucho más integral y más profunda. Creo que en la reducción de los números totales de la pobreza, la próxima encuesta de niveles de vida nos va a mostrar avances. El propio desarrollo económico en las áreas urbanas, en algunas áreas donde se han producido inversiones en áreas como la construcción, el comercio y turismo, se han generado fuentes de empleo que antes no estaban allÃ. Por ejemplo, a partir de Capira, hasta más allá de Antón, hay mucha gente que se ha ido incorporando a la fuerza laboral, en la construcción y en los servicios, pero si vamos a de Quebrada del Loro, a de Hato YulÃ, o a Guayabito, otra es la realidad.
Creo que se han obtenido ciertas cosas durante mi estadÃa en esa SecretarÃa, y creo que han quedado cosas por hacer que ya no dependen de mà y que en definitiva, quizás otra persona pueda tener más suerte que yo. Entre los temas que se quedan pendientes está darle a la Secretaria una institucionalidad, mediante una ley que garantice su existencia más allá de este periodo. Eso es fundamental. Para que el tema de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición siga siendo una polÃtica de Estado y no simplemente una moda pasajera en un gobierno particular. Hay que hacer cambios a la ley del programa del Vaso de Leche, que es ineficiente, costoso y tiene que reformularse de manera tal que los programas que se ofrecen en las áreas urbanas estén focalizados y se implementen con base en evaluaciones nutricionales.
Uno nunca está totalmente de acuerdo con todo lo que se hace ni en el gobierno, ni en la actividad privada, y por eso los seres humanos tenemos la capacidad de hacer una evaluación crÃtica, que significa tomar en cuenta las cosas buenas y las cosas malas en las que participamos o de las que formamos parte. Este gobierno ha hecho muchÃsimas cosas buenas, creo que hay otras en las que no ha conseguido atender problemas de una manera integral, sobre todo en el área social. El combate a la pobreza no se resuelve con parches. Falta profundidad en el análisis y comprensión de la complejidad de los problemas, pero sobre todo voluntad. En mi caso, dejo un puesto, pero no mi compromiso con este gobierno. En este paÃs hay pocas personas que entienden que una renuncia no es otra cosa que dejar una posición voluntariamente. Renunciar es un verbo que pocos pueden o saben conjugar.
Entre el candidato y el presidente hay diferencias obvias- y eso le ocurre a todos los que han estado en esa situación, y surge de la brecha entre lo que querÃa y lo que en realidad puede hacer. El Presidente mantiene el deseo hacer las cosas bien; a veces lo he sentido agobiado por la cantidad de problemas que recibió, por la incapacidad de una burocracia ineficiente, lenta, pero creo que es un hombre lleno de buenas intenciones y de compromiso con el paÃs. Yo lo he visto -en situaciones en que no he visto a otros presidentes y hombres poderosos de este paÃs- conmovido ante la pobreza, ante la miseria. Conmovido casi hasta las lágrimas. De ese buen corazón y esas buenas intenciones no tengo la menor duda. Al retirarme de la SecretarÃa le he expresado mi compromiso por el éxito de su gestión y mi disposición a ayudarlo en lo que él necesite de mÃ. El no duda de eso.
De lo que tampoco queda duda es del agradecimiento que siente para con el equipo que la acompañó. Ahora vuelve a su ámbito histórico, a las organizaciones femeninas de las cuales provino.
Un documental titulado Para que todos comamos , proyecta las imágenes casi legendarias de las filas interminables de indÃgenas Gnöbe Buglé, bajo la lluvia y por caminos de tierra que parten en dos la montaña verde, para dirigirse a los puestos donde se les distribuyen los bonos o se reunen con los funcionarios del programa. Entre ellos Isidro Mariano, un representante de corregimiento de oposición, afirma que se ha coordinado con todos. Para el 2007 el plan incluye llegar a unos ocho mil 500 residentes de esas localidades. Una maestra afirma que la asistencia de los niños a clases este año se cumplió en un 99 por ciento. Una y otra imagen recuerda el drama de esos grupos donde 9 de cada 10 personas viven bajo el nivel de la pobreza, pero también expone el esfuerzo oficial que representa el programa. Detrás la montaña, los indÃgenas y como un telón de fondo, la voz grave y casi maternal de Mercedes Sosa cuando canta: Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón.
[~sociales01-2.jpg~En la foto: Hildegard Vásquez y Mirei de Heras. ]
[~sociales01-3.jpg~En la foto: Betty de Alvarado, Vicky Sánchez y Marcela de Pitty. ]
[~sociales01-4.jpg~En la foto: Cecilia de Salvador y Clorinda de Areces. ]
[~sociales01-5.jpg~ En la foto: Mónica Del Valle y Mayita de Alfaro. ]
[~sociales01-6.jpg~ En la foto: Bárbara de Ledezma, Ellen de De Roux, Kaito de Endara e Inés de Chamorro. ]
[~sociales01-7.jpg~ En la foto: Rosario Galindo, Magali Méndez y Molly de Portuondo. ]
[~sociales01-8.jpg~ En la foto: Nannette de González, Anagrethel de Lewis, Penélope Álvarez de Morales. ]
[~sociales01-9.jpg~ En la foto: Fanny de Lejour, Olga de Saint Malo, Poly de Molina y Teo de Tiniacos. De Pie: Mayita de Alfaro y Esperanza de Heras. ]
[~sociales01-10.jpg~En la foto: Amarilis Fong y Mabel Tello. ]
El niño que pasa de los seis años en esas condiciones no es rescatable, declaró, y dijo: puede aumentar su peso o mejorar su hemoglobina, pero los daños que se han hecho a nivel del sistema nervioso central son irreversibles.
Hace una pausa, rememora y añade que cuando el gobierno llegó en el 2004, hacer un inventario de las inversiones y los programas fue la primera tarea, y nos encontramos cosas increÃbles. HabÃa programas, por ejemplo, de huertos, escolares, familiares, comunitarios y de granjas auto sostenibles en todas las instituciones del Estado, incluido el Banco Nacional, la Caja de Ahorros, Zona Libre; una proliferación de programas que no existÃan más que en el papel.
Lo segundo que se hizo fue una evaluación de los programas más importantes en los que el gobierno invierte casi 30 millones de dólares al año, entre ellos el del Ministerio de Educación, el del Vaso de Leche, que además de la leche incluye la crema y la galleta; el programa del FIS que ofrece un almuerzo diariamente en las áreas comarcales y en las áreas campesinas de extrema pobreza y el programa de alimentación complementaria del Ministerio de Salud, que atiende a los menores de cinco años que asisten a los puestos de salud en todo el paÃs.
Esa evaluación reveló cosas interesantes -explicó-: el costo; la relación costo-beneficio entre los programas; hizo un análisis de los contenidos nutricionales: cuánto aporta en calorÃas, en proteÃnas, en micro nutrientes cada uno de esos componentes, y fuimos descubriendo una serie de cosas que parecÃa increÃble que nunca se hubieran registrado de esa manera. A partir de ese momento se han hecho coordinaciones interinstitucionales: MEDUCA, FIS, MINSA, MIDA y aunque aun quedan cuellos de botella que necesitan encontrar salida se han hecho avances.
Pero para Teresita Yániz de Arias haber avanzado no significa una solución total, ni si quiera la que el propio gobierno desea. Hay dificultades y deficiencias que superar, apunta.
Para mà el déficit más grande que tienen todos los programas sociales en Panamá tienen que ver, en primer lugar con la improvisación; es decir cualquier persona sentada en una oficina con tres o cuatro asesores, muchas veces extranjeros o panameños que no conocen este paÃs, y deciden que se lleve a cabo un programa que no corresponde a la realidad ni a las necesidades ni a lo que la gente quiere.
En esos casos la falta de evaluación periódica, independiente y objetiva, de los resultados de esos programas conduce al fracaso de los mismos.
Se puede haber estado invirtiendo millones durante equis número de años con pobrÃsimos resultados y nadie se entera de eso, manifiesta.
La SecretarÃa fue concebida como un espacio de coordinación, de evaluación y de propuestas en materia de Seguridad Alimentaria y de Nutrición. El Programa de los Bonos Familiares para Alimentos comenzó en parte por esa necesidad de atender una urgencia en materia nutricional y a solicitud del Presidente de la República. El programa tiene antecedentes en otros paÃses, pero el nuestro es uno de los más completos de América Latina, porque conjuga la transferencia de la ayuda, que son los bonos para comprar alimentos, con ciertos compromisos por parte de los participantes: la asistencia de los niños a la escuela, la atención médica periódica de todos los miembros de la familia; tiene un componente de capacitación para la producción agrÃcola, que otros programas en América Latina no tienen.
El Programa introduce en la parte operativa a una empresa privada que es la encargada de imprimir los bonos, pero también de pagarle a los dueños de una red de kioscos en esas localidades remotas mediante un cheque contra el Banco Nacional. En ningún momento, a lo largo de todo el programa hay dinero en efectivo que pase de mano en mano: arroz, frijoles, sal, aceite, azúcar, leche, crema, pastas, pollo, huevos, tuna, café, jabón, en un kiosco de su comunidad, debidamente acreditado por la SecretarÃa para redimir los bonos. El dueño del kiosco presenta esos bonos y se le redimen mediante un cheque contra el Banco Nacional a través de una empresa privada. Es decir, el bono no se puede cambiar por dinero en efectivo, el bono no puede transferirse a terceros, los dueños de kioscos no pueden comprar ni revender los bonos.
La comarca que más he visitado es la comarca Gnöbe Buglé, porque desde que estuve en la Asamblea Legislativa establecà un vÃnculo muy especial con esa comarca y con ese grupo humano. Asà que conocÃa toda la miseria, toda la desesperanza y todas las penurias de ese grupo indÃgena, el más numeroso que hay en Panamá. Creo que hay una deuda histórica con esas poblaciones que viven en el más absoluto abandono y donde los cambios son tan lentos que pareciera que nada cambia. Es verdad que en las áreas urbanas hay pobreza, pero no es ese tipo de miseria. En la Ciudad de Panamá, por pobre que sea una familia y por muy malas que sean las condiciones de vida que tienen, hay recursos a su alcance, hay una escuela cerca, hay un puesto de salud, se puede llegar a un cuarto de urgencia, pero cuando uno llega a esos sitios donde un niño camina cinco horas para ir a la escuela; donde una mujer con un mal parto se muere, donde la gente camina nueve horas para llegar a un Centro de Salud que a lo mejor no está bien abastecido, estamos hablando de un abismo que conmueve.
El programa funciona con la cooperación de las autoridades locales y tradicionales, lo que nos ayuda también a ser muy eficientes. Se partió de un censo familiar en el cual están registradas individualmente no solo todas las familias, sino todos los miembros de esas familias, con información demográfica sobre niveles de escolaridad situación de salud, condiciones de la vivienda, patrones alimenticios, disposición de los deshechos, propiedad de la tierra, de manera que ese censo que se hizo con voluntarios de esas comunidades no deja a casi nadie por fuera. Toma en cuenta a las autoridades locales, los representantes de corregimientos que son un recurso valiosÃsimo en nuestro paÃs. Asà que para ellos es importante colaborar con un programa como este, que no ha tomado en consideraciones ningún tipo de elemento polÃtico. Esto le ha dado al programa, primero, mucha credibilidad; nunca hemos dejado de cumplir con la entrega de los bonos en las fechas señaladas, asà sean lugares donde haya que caminar horas y horas para llegar.
SENAPAN opera en cinco distritos: Santa Fe, (único distrito campesino) Mironó, Nole Duima, Besikó y Ñurum, todos en la Comarca Gnöbe En total se atienden 29 corregimientos en cinco distritos. El contacto personal de la SecretarÃa con la comunidad al entregar a cada participante el bono permite saber quién dio a luz, quien está enfermo, quien murió, quien tiene una emergencia. Rara es la ocasión en que en una de estas giras no se baja con una persona que la picó una culebra, o con un niño que está enfermo etc. El programa lleva la presencia gubernamental a esos lugares a donde no llega nadie.
En el último año y medio, cada dos meses, se han entregado por familia 70 balboas en bonos. El bono tiene que consumirse en su totalidad. No se puede consumir 3.50 y que te devuelvan 1.50. No hay involucrado dinero en efectivo en todo el proceso. Hay gente que dice que el dinero en efectivo hace falta, yo creo que sÃ. En las áreas urbanas el dinero en efectivo cumple una función evidente e insustituible, pero en esas áreas de pobreza extrema, lo fundamental es comer.
Realizar un inventario de todos los programas que aparecÃan financiados con fondos gubernamentales, tanto en instituciones oficiales como en organismo no gubernamentales. En el año 2004 el gobierno encontró un desorden rayano en el caos en la mayor parte de los programas sociales. En el tema de la desnutrición, entre el año 1997 y el 2003 en Panamá la cifra de desnutrición crónica en menores de cinco años, pasó del 14.6 por ciento al 20.8 por ciento. En las comarcas esa cifra andaba por el 56.6 por ciento, en el caso de los niños menores de cinco años.
Te puedo decir que el programa de Bonos para la Compra de Alimentos se ha manejado con absoluta transparencia, y con un esfuerzo conciente de mantenerlo alejado de esos vicios. En primer lugar porque en los corregimientos donde hemos entrado que son de extrema pobreza y donde esta incluido del 90 al 98 por ciento de la población, asà que difÃcilmente se ha excluido a nadie por razones polÃticas, en corregimientos en los cuales el representante de corregimiento no es necesariamente miembro ni del PRD ni del PP. Y en cuanto a que sea una cosa paternalista, las condiciones para permanecer en el programa lo alejan de ese calificativo. 1. Hay que cumplir y probar a través de una tarjeta, que los niños están en la escuela; 2. que se acudió al centro de salud, que se tienen las vacunas al dÃa, los Papanicolau al dÃa, los controles de embarazo al dÃa, y que se está participando en una capacitación para la producción. Normalmente el programa asistencialista reparte cosas pero no compromete la voluntad del que recibe para ser el actor principal en su propio desarrollo como persona. Me imagino que como toda obra humana habrá cosas por ahà que se pueden mejorar. Pero los controles son muchos e implican a muchos actores.
Lo más importante de todos esos programas no es la transferencia monetaria ni el bono, lo más importante y a donde los crÃticos no han hecho señalamientos, porque son unos profundos desconocedores de nuestra realidad, es que las instituciones que tienen que asegurar que se cumplan con esos condicionamientos estén funcionando, porque no podemos exigir que los niños tengan las vacunas al dÃa si el puesto de salud no tiene vacunas, ni que una mujer se haga el Papanicolau si no hay los reactivos para hacerlo, o que un niño permanezca en la escuela si no hay maestros; o que recibas una capacitación del MIDA si el MIDA no tiene la agencia funcionando con la gente adecuada.
Esa preocupación es una realidad, pero más grave que eso es saber cómo uno va pasando de estos programas, que son de una urgencia brutal, a otros programas que hagan que estas comunidades tengan una actividad económica y productiva, que no haga necesario este tipo de apoyo directo. Que el apoyo venga de otra manera: que la escuela esté mejor, que haya carretera, agua potable, que la gente encuentre de alguna manera su propio modo de alimentarse y sostenerse. Esa es una preocupación para mi mayor que la relativa a qué pasará después.
Creo que sÃ, y creo que es evidente que se han hecho avances, y sobre todo en reducir los niveles de pobreza. Pero si hablamos de pobreza extrema, estamos hablando de una cosa más complicada. Es ese 16 o 18 por ciento de la población que de verdad vive en la miseria, y aunque se han hecho intentos que son importantes, creo que todavÃa necesitan de una atención mucho más integral y más profunda. Creo que en la reducción de los números totales de la pobreza, la próxima encuesta de niveles de vida nos va a mostrar avances. El propio desarrollo económico en las áreas urbanas, en algunas áreas donde se han producido inversiones en áreas como la construcción, el comercio y turismo, se han generado fuentes de empleo que antes no estaban allÃ. Por ejemplo, a partir de Capira, hasta más allá de Antón, hay mucha gente que se ha ido incorporando a la fuerza laboral, en la construcción y en los servicios, pero si vamos a de Quebrada del Loro, a de Hato YulÃ, o a Guayabito, otra es la realidad.
Creo que se han obtenido ciertas cosas durante mi estadÃa en esa SecretarÃa, y creo que han quedado cosas por hacer que ya no dependen de mà y que en definitiva, quizás otra persona pueda tener más suerte que yo. Entre los temas que se quedan pendientes está darle a la Secretaria una institucionalidad, mediante una ley que garantice su existencia más allá de este periodo. Eso es fundamental. Para que el tema de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición siga siendo una polÃtica de Estado y no simplemente una moda pasajera en un gobierno particular. Hay que hacer cambios a la ley del programa del Vaso de Leche, que es ineficiente, costoso y tiene que reformularse de manera tal que los programas que se ofrecen en las áreas urbanas estén focalizados y se implementen con base en evaluaciones nutricionales.
Uno nunca está totalmente de acuerdo con todo lo que se hace ni en el gobierno, ni en la actividad privada, y por eso los seres humanos tenemos la capacidad de hacer una evaluación crÃtica, que significa tomar en cuenta las cosas buenas y las cosas malas en las que participamos o de las que formamos parte. Este gobierno ha hecho muchÃsimas cosas buenas, creo que hay otras en las que no ha conseguido atender problemas de una manera integral, sobre todo en el área social. El combate a la pobreza no se resuelve con parches. Falta profundidad en el análisis y comprensión de la complejidad de los problemas, pero sobre todo voluntad. En mi caso, dejo un puesto, pero no mi compromiso con este gobierno. En este paÃs hay pocas personas que entienden que una renuncia no es otra cosa que dejar una posición voluntariamente. Renunciar es un verbo que pocos pueden o saben conjugar.
Entre el candidato y el presidente hay diferencias obvias- y eso le ocurre a todos los que han estado en esa situación, y surge de la brecha entre lo que querÃa y lo que en realidad puede hacer. El Presidente mantiene el deseo hacer las cosas bien; a veces lo he sentido agobiado por la cantidad de problemas que recibió, por la incapacidad de una burocracia ineficiente, lenta, pero creo que es un hombre lleno de buenas intenciones y de compromiso con el paÃs. Yo lo he visto -en situaciones en que no he visto a otros presidentes y hombres poderosos de este paÃs- conmovido ante la pobreza, ante la miseria. Conmovido casi hasta las lágrimas. De ese buen corazón y esas buenas intenciones no tengo la menor duda. Al retirarme de la SecretarÃa le he expresado mi compromiso por el éxito de su gestión y mi disposición a ayudarlo en lo que él necesite de mÃ. El no duda de eso.
De lo que tampoco queda duda es del agradecimiento que siente para con el equipo que la acompañó. Ahora vuelve a su ámbito histórico, a las organizaciones femeninas de las cuales provino.
Un documental titulado Para que todos comamos , proyecta las imágenes casi legendarias de las filas interminables de indÃgenas Gnöbe Buglé, bajo la lluvia y por caminos de tierra que parten en dos la montaña verde, para dirigirse a los puestos donde se les distribuyen los bonos o se reunen con los funcionarios del programa. Entre ellos Isidro Mariano, un representante de corregimiento de oposición, afirma que se ha coordinado con todos. Para el 2007 el plan incluye llegar a unos ocho mil 500 residentes de esas localidades. Una maestra afirma que la asistencia de los niños a clases este año se cumplió en un 99 por ciento. Una y otra imagen recuerda el drama de esos grupos donde 9 de cada 10 personas viven bajo el nivel de la pobreza, pero también expone el esfuerzo oficial que representa el programa. Detrás la montaña, los indÃgenas y como un telón de fondo, la voz grave y casi maternal de Mercedes Sosa cuando canta: Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón.
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